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Francia acoge a los primeros mil refugiados procedentes de Alemania

París señala que lo hace "en un marco voluntario" y como "gesto de solidaridad" con Berlín

Carlos Yárnoz
Un grupo de refugiados de Siria e Irak llega a Francia este miércoles.
Un grupo de refugiados de Siria e Irak llega a Francia este miércoles.CHRISTIAN HARTMANN (REUTERS)

Francia se adelanta y desde este miércoles inicia la operación para acoger a refugiados que desde hace días llegan en masa a Alemania. Entre este miércoles y el viernes, un millar de sirios e iraquíes procedentes de Baviera llegaran a Francia por carretera. Los primeros 200 llegan a lo largo de la mañana de este miércoles tras realizar 850 kilómetros a bordo de autobuses fletados por el Gobierno francés. Los refugiados proceden de Múnich. "Es un gesto de solidaridad con Alemania", ha señalado el Gobierno francés en una comunicación presentada en el Consejo de Ministros de este miércoles. Inicialmente, y de forma provisional, serán alojados en centros próximos a París.

Por la mañana, fuentes oficiales comentaron que el millar formaba parte del cupo global al que Francia se ha comprometido a acoger (24.000 en dos años, más otros 6.700 aceptados en junio), pero por la tarde indicaron que se trataba de una acción "en un marco voluntario" y solidario con Alemania para su "acogida inmediata" ante "la necesidad manifiesta de protección".

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La operación de traslado ha sido pilotada por miembros de la Oficina Francesa de Refugiados y Apátridas (OFPRA) y de la Cruz Roja. Los miembros de la OFPRA acudieron días antes a un gran centro de acogida de refugiados en Múnich y, a través de la megafonía, solicitaron voluntarios para trasladarse a Francia. La gran mayoría de refugiados pretenden solicitar asilo en Alemania, Reino Unido o Suecia, y no en Francia, pero varios centenares atendieron la invitación.

La OFPRA ha informado de que solicitó que los voluntarios fueran de Siria o Irak. Luego se amplió a eritreos. “En mis planes no estaba ir a Francia, pero, cuando escuché por la megafonía el aviso del comité francés, he ido. Me preguntaron por mi nacionalidad y si tenía papeles. Tuve una entrevista y me dieron el ok”, cuenta Ahmed, de 30 años, a la emisora France Info, uno de cuyos periodistas ha acompañado a los refugiados en uno de los autobuses. “Es un final feliz. Y más el día de mi cumpleaños”, añade Ahmed, ingeniero huido de Damasco, donde han quedado su mujer y dos hijos.

Saba, también siria procedente de Damasco, profesora de inglés, comenta a la misma emisora que ha atravesado siete países y el Mediterráneo hasta llegar a Alemania acompañada de un hermano y dos sobrinos. “Huimos de la guerra, de la muerte. Vamos a ese país de los derechos humanos, los que se han perdido en Siria”. Similar relato hacen Ossama, Mohamed y Amín, estudiantes de Alepo. “Creí que Francia era un país cerrado. No tenía ninguna esperanza de llegar ahí”, dice uno de ellos. “Voy a Francia, lejos, lejos de Siria”, dice otro en plena ruta de 850 kilómetros entre Múnich y París. La Cruz Roja se hará cargo de 93 de los recién llegados.

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Tres municipios franceses exigen como condición para acoger refugiados que sean cristianos

Con esta operación, Francia alivia la presión migratoria en Alemania, el país que más refugiados recibe estos días. El Gobierno francés ha sido uno de los primeros en aceptar el reparto por cupos, aunque lo rechazaba en primavera. Ayuntamientos de todo el país y organizaciones ciudadanas se aprestan a acoger a los refugiados. Pero no todo han sido muestras de solidaridad. Según coincidentes encuestas de estos días, el país se encuentra dividido por la mitad entre quienes están a favor de la llegada de migrantes y quienes los rechazan. El ultraderechista Frente Nacional ha redoblado su campaña xenófoba y reclama más que nunca la recuperación de las fronteras nacionales.

En el partido de Nicolas Sarkozy, Los Republicanos, también reclaman límites a la acogida de refugiados y exigen que, si hay más asilados, disminuya el número de migrantes económicos. Sarkozy rechaza el sistema europeo de cuotas. La mayoría de sus alcaldes en las zonas con más apoyo al FN, como Provenza-Alpes-Costa Azul o Norte-Paso de Calais, se oponen a acoger refugiados con el argumento de no tener medios para hacerlo.

La reacción más escandalosa, no obstante, se ha producido entre algunos alcaldes conservadores que han exigido como requisito indispensable que sean cristianos los refugiados acogidos en sus zonas. Es el caso del consejo municipal de Charvieu-Chavagneux (8.200 habitantes), localidad cercana a Lyon, que ha aprobado por unanimidad esa condición. “Los cristianos no ponen en riesgo la seguridad de otros. No atacan trenes con Kalasnikov ni decapitan a su jefe”, afirma el consejo. "Yo no he visto nunca a los cristianos decapitar a su jefe", ha dicho su alcalde, Gérard Dezempte, exmilitante del partido de Sarkozy. El municipio está a 16 kilómetros de Saint-Quentin-Fallavier, donde un supuesto yihadista decapitó en junio a su jefe y después intentó volar un almacén con productos químicos.

También los alcaldes de Roanne (al Este, 36.000 habitantes) y Belfort (en el Noreste, 50.000 habitantes), Yves Nicolin y Damien Mescot, respectivamente, han ofrecido plazas de alojamiento para refugiados siempre que sean cristianos. Mescot argumenta que son "los más perseguidos". El primer ministro, Manuel Valls, les advirtió el martes que “el derecho de asilo es universal” y que no son concebibles esas diferencias. Más duro fue el ministro del Interior, Bernad Cazeneuve: “No comprendo esa distinción; la condeno y me parece funesta”. El Consejo de Europa, que reúne a 47 países, recordó este miércoles que esas prácticas discriminatorias por motivos religiosos son ilegales de acuerdo con las convenciones europeas e internacionales.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, también ha hecho este miércoles un llamamiento a huir de semejantes condicionamientos por motivos religiosos. Las reacciones de esos alcaldes han coincidido con la celebración en París de la primera Conferencia Internacional sobre Víctimas de Violencias Étnicas y Religiosas en Oriente Próximo.

El Gobierno francé adoptó en junio el “Plan Migrantes”, que incluye la habilitación de 17.000 nuevas plazas para refugiados. Dentro del reparto europeo por cuotas entre países, Francia se ha comprometido a acoger a 24.000 en dos años, que se suman a los 6.700 aceptados en junio.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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