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Rusia confirma que tiene asesores militares en Siria desde 2011

"Los especialista rusos enseñan a los sirios a usar los equipos rusos", dice el Kremlin

 Vladímir Putin con el presidente armenio, Serzh Sargsyan, en Moscú el lunes.
Vladímir Putin con el presidente armenio, Serzh Sargsyan, en Moscú el lunes. Vasily Maximov (AP)

Rusia siempre ha reconocido ser aliada del Gobierno de Siria, donde incluso tiene un "centro de mantenimiento técnico" en el puerto de Tartus. Pero la colaboración va más allá. María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores, confirmó este miércoles que hay especialistas militares rusos en ese país árabe, que desde 2011 vive una guerra civil en la que han muerto más de 240.000 personas.

"Rusia nunca ha hecho un secreto de su cooperación técnico-militar con Siria, y los especialista militares rusos ayudan a los sirios a aprender a utilizar los equipos rusos", declaró Zajárova agregando que no comprende "la histeria antirrusa que se ha desatado al respecto".

El Gobierno de Siria por su parte había dicho poco antes que  "siempre" ha habido en el país expertos militares de Rusia. 'Los expertos rusos siempre han estado presentes, aunque en el último año lo han estado en mayor medida', ha dicho una fuente del régimen de Bashar al Assad.

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El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, telefoneó el sábado pasado a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para expresarle su inquietud por el presunto reforzamiento de la ayuda del Kremlin al régimen de Bashar Asad, sobre el que informaron medios estadounidenses.

Kerry dijo en esa oportunidad que si las informaciones correspondían a la realidad, ello podría llevar a una "mayor escalada del conflicto", a aumento "de la périda de vidas inocentes" y "del torrente de emigrantes", además de que significaría un "riesgo de confrontación con la coalición" contra el Estado Islámico" que está operando en Siria.

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Occidente considera que no se puede llegar a una solución pacífica del conflicto sirio mientras Asad continúe en el poder, mientras que el Kremlin, que lo reconoce como al jefe de Estado legítimo, cree que debe formar parte del proceso de paz.

El presidente ruso, Vladímir Putin, había negado el día anterior a la llamada de Kerry tanto que hubiera soldados rusos combatiendo en Siria como que Moscú hubiera decidido aumentar su apoyo al régimen de Asad.

"Estamos buscando otras opciones, pero lo que ustedes plantean no está todavía en nuestra agenda", declaró Putin el viernes pasado respondiendo a preguntas de los periodistas. "Decir que estamos dispuesto a ello es hoy prematuro", puntualizó. 

Rami Abdelrahman, del Observatorio Sirio para Derechos Humanos con base en Gran Bretaña, señaló por su parte que no han detectado una mayor presencia de soldados rusos en el país árabe, aunque sí más equipo militar. "Es más una continuación del apoyo ruso que un gran aumento, pero de todas maneras significa un apoyo a los esfuerzos militares del régimen", explicó.

Rusia vende armamento a Siria desde la época soviética y, como señala el experto en las fuerzas armadas sirias Jadar Jadur, las evidencias por el momento muestran una continuación de una relación que data de decenios atrás más que una escalada de la presencia rusa. Los militares de ambos países tienen, según Jadur, "relaciones muy profundas, producto de una colaboración que posee una historia de alrededor de medio siglo".

La portavoz rusa de Exteriores Zajárova subrayó que Moscú abastece de equipo militar a Siria "de acuerdo con contratos bilaterales basados en el Derecho Internacional". El martes, Mijaíl Bogdánov, viceministro de Exteriores, había comentado que el Kremlin "está cumpliendo" los contratos de sumistro de armamento a Siria, y que «esos equipos requieren mantenimiento". "Nuestros socios necesitan ayuda, sugerencia e instrucción", declaró Bogdánov, y, agregó, quienes se las prestan son "nuestros especialistas que adiestran in situ a los colegas sirios".

Bogdánov aseguró asimismo que Moscú no tiene intenciones de convertir el «centro de mantenimiento técnico» que poseen en Tartus en una base militar propiamente dicha. Tartus, según el viceministro, "tiene posibilidades bastante limitadas", debido a que no existe un puerto de profundida que permita atracar a los buques rusos, que se ven obligados a permanecer fondeados en la bahía.

Durante la conversación teléfonica mantenida el sábado, Kerry y Lavrov acordaron que continuarán sus discuciones sobre Siria en la próxima asamblea general de la ONU que se celebrará este mes en Nueva York y a la que tiene previsto asistir Putin.

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