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El OIEA logra muestras de una polémica instalación militar iraní

Teherán asegura que sus expertos recogieron el material sin presencia de los inspectores de la ONU

Ángeles Espinosa
El presidente de Irán, Hassan Rowhani, con el director del OIEA, Yukiya Amano, el 20 de septiembre de 2015 en Teherán.
El presidente de Irán, Hassan Rowhani, con el director del OIEA, Yukiya Amano, el 20 de septiembre de 2015 en Teherán.IRANIAN PRESIDENT WEBSITE/HANDOU

El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, ha confirmado este lunes que expertos iraníes han recogido “muestras ambientales” de las instalaciones militares de Parchin, que ese organismo de la ONU reclamaba con el fin de aclarar si dicho complejo albergó experimentos para detonadores nucleares (algo negado por Irán). La noticia había sido avanzada horas antes por Teherán subrayando que se hizo sin la supervisión de los inspectores del OIEA, extremo controvertido que sin duda van a explotar los detractores del acuerdo nuclear alcanzado el pasado julio.

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“Expertos iraníes tomaron muestras de ciertos lugares de las instalaciones de Parchin esta semana [por la que acaba de concluir] sin la presencia de inspectores del OIEA”, declaró el portavoz de la agencia iraní de la Energía Atómica, Behruz Kamalvandi, a la agencia estatal iraní, Irna. Sabedor de lo controvertido de esa circunstancia, Kamalvandi ha precisado que los científicos “siguieron las regulaciones y los estándares”.

También Amano ha insistido en ese punto cuando ha comparecido ante la prensa, justo después de informar a la Junta de Gobernadores del OIEA sobre su viaje del domingo a Teherán, donde se entrevistó con el presidente Hasan Rohani y tuvo acceso al controvertido complejo militar de Parchin, al sureste de la capital iraní. Su visita, presentada en los medios locales como algo ceremonial, era la primera de un miembro de OIEA desde 2005. A partir de entonces, solo se ha dispuesto de imágenes por satélite, ya que Irán aducía que las inspecciones atentaban contra su soberanía al tratarse de un recinto militar y que en la de aquel año no se encontró nada.

“Las actividades de verificación en el sitio de Parchin se llevaron a cabo de una forma consistente con nuestras prácticas de salvaguardia estándar. Ahora toda la información obtenida está siendo procesada por el organismo”, ha asegurado su director general.

De acuerdo con su relato, “la participación iraní ha consistido en pasar los testigos”, en relación a los materiales en los que deben impregnarse tanto elementos del aire como del terreno donde se buscarán signos de radiación o de sustancias explosivas. “Puedo confirmar la integridad del proceso y la autenticidad de las muestras, que se tomaron en lugares que interesaban al OIEA en el lugar preciso de Parchin”, ha añadido Amano antes de asegurar que “el proceso se realizó bajo nuestra responsabilidad y vigilancia”.

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No queda claro de qué forma se logró, ya que el director ha precisado que las muestras se recogieron antes de su visita y la parte iraní afirma que no hubo inspectores presentes. Poco después, el número dos del OIEA y jefe de Departamento de Salvaguardas, Tero Varjoranta, que ayer acompañó a Amano a Teherán, ha explicado a la prensa los 12 pasos del proceso de verificación y matizado que la intervención de los representantes de Irán se produjo “en uno de ellos”, subrayando que no había afectado a su validez y dando a entender que la insistencia iraní en la ausencia de inspectores era para consumo interno.

Desde poco después de firmarse el acuerdo nuclear entre Irán y las seis grandes potencias, el OIEA ha sido objeto de críticas por un acuerdo confidencial con Irán sobre la forma de inspeccionar Parchin. Según las filtraciones del texto, técnicos iraníes tomarán las muestras en presencia de expertos del organismo que observarían y supervisarían el proceso. Los críticos del pacto subrayan que eso da demasiada influencia a Irán y limita la capacidad de los inspectores para investigar.

Todo parece indicar que se trata de una concesión para lograr poner fin a un capítulo que siempre ha estado rodeado de ambigüedad ya que, incluso si el programa atómico iraní tuvo esa faceta militar, los propios servicios secretos de EE UU la dieron por concluida en 2003. El OIEA tiene que cerrar todos los “asuntos pendientes” del dosier iraní en su próximo informe, previsto para la reunión del 15 de diciembre, con el fin de que el Consejo de Seguridad proceda al levantamiento de las sanciones acordado a cambio de que Irán limite su programa nuclear.

“Se ha alcanzado un progreso significativo en la puesta en práctica del mapa de ruta”, ha manifestado Amano, antes de recordar la importancia de Parchin para aclarar “las posibles dimensiones militares” del programa iraní.

La presencia de Amano en Parchin ha servido para comprobar que a pesar de las obras detectadas en las imágenes por satélite, “no hay equipos dentro del edificio”. No obstante, él mismo ha reconocido que esos trabajos, que se prolongan desde 2012, han reducido “la capacidad del OIEA para llevar a cabo una verificación efectiva”.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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