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Santos se reúne con Maduro “sin grandes expectativas”

Los presidentes de Colombia y Venezuela tratarán en Quito la crisis fronteriza desatada tras el estado de excepción venezolano

Javier Lafuente
Nicolás Maduro en su llegada a Quito con el presidente Rafael Correa.
Nicolás Maduro en su llegada a Quito con el presidente Rafael Correa.Patricio Realpe (AP)

Los presidentes de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro, se reúnen este lunes en Quito, bajo la mediación de los mandatarios Rafael Correa (Ecuador) y Tabaré Vázquez (Uruguay), para abordar la crisis fronteriza desatada por Maduro el pasado 19 de agosto. Pese al interés que ha generado el encuentro, el presidente colombiano ha lanzado un mensaje poco esperanzador antes de partir a Quito: “Viajamos a Ecuador con las mejores intenciones, pero sin grandes expectativas”.

El encuentro se ha iniciado pasadas las dos de la tarde y, según ha anunciado la Cancillería de Ecuador, los resultados de la reunión se conocerán a las seis de la tarde. "Vengo con la mejor intención y la mas alta voluntad de paz con Colombia", dijo Maduro, antes de agregar que llega con "propuestas concretas, con la verdad de Venezuela, con la humildad de nuestro pueblo". "O ganamos la paz o ganamos la paz", recalcó a su llegada a Quito.

Se trata de la primera  reunión que mantienen ambos jefes de Estado desde que el presidente venezolano decidiese cerrar parte de la frontera el pasado 19 de agosto tras un incidente en el que resultaron heridos varios funcionarios, según el Gobierno de Caracas, por parte de paramilitares y contrabandistas colombianos.

Lo que en un principio se interpretó como una medida cautelar –el primera anuncio implicaba 72 horas de clausura - derivó dos días después en un cierre sine die del puente Simón Bolívar, sobre el río Táchira, que une Colombia y Venezuela. Maduro, además, decretó el estado de excepción en varios municipios venezolanos y se inició la deportación de ciudadanos colombianos que vivían en el país vecino. Desde entonces, cerca de 20.000 personas, según datos de la ONU, se han visto afectadas: unas 1.500 porque han sido expulsadas de Venezuela y el resto porque han decidido abandonar por su cuenta el país en el que residían por miedo a represalias.

Con el paso de los días, el presidente venezolano ha ido cerrado paulatinamente otros tramos fronterizos con Colombia, al tiempo que decretaba el estado de excepción en más municipios. En total, la situación de emergencia rige en 23 localidades de tres Estados diferentes (Zulia, Apure y Táchira). Maduro solo ha dejado libre la zona fronteriza a través del Amazonas. En los municipios donde se ha decretado el estado de excepción está prohibido el derecho a manifestación, un factor clave con vistas a las cruciales elecciones legislativas del próximo 6 de diciembre, en el que los venezolanos conformarán la nueva Asamblea Nacional. 8 de las 23 localidades afectadas están gobernadas por opositores al Gobierno de Maduro.

Desde el primer momento, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha abogado por una solución diplomática y negociada a la crisis originada por Maduro, aunque los resultados han sido en vano. La posición de Maduro ha sido más hostil que la de su homólogo colombiano. Pese a que también ha hecho continuos llamamientos a una reunión con Santos, estos han ido acompañados del endurecimiento de medidas en la frontera.

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Hasta la fecha, los cauces diplomáticos no han surtido efectos. Las cancilleres de ambos países, la colombiana María Ángela Holguín y la venezolana Delcy Rodríguez se han reunido en dos ocasiones sin lograr resultados concretos. Un día después del primer encuentro, celebrado en Cartagena de Indias tras una semana de crisis, Santos llamó a consultas al embajador en Caracas y Maduro hizo lo propio con el de Bogotá. El segundo encuentro entre ambas, el pasado 13 en Quito, tampoco aportó medidas concretas, más allá de las buenas intenciones por tratar de lograr una solución. De hecho, un día después Colombia denunció que dos aeronaves venezolanas habían violado su espacio aéreo. Todos estos ingredientes han provocado que en la Casa de Nariño impere la cautela ante la reunión de Quito.

La mediación de Ecuador y Uruguay, países que ostentan las presidencias temporales de Celac y Unasur, ha sido clave para la celebración del encuentro de hoy, toda vez que los organismos multilaterales de la región no han sido capaces de alcanzar en bloque un consenso sobre la crisis fronteriza. En la Organización de Estados Americanos (OEA) Colombia no consiguió siquiera que se celebrase una reunión de cancilleres para abordar la situación. Esta derrota diplomática propició que el Gobierno de Santos rechazase un encuentro de Unasur, en vistas de que podía sufrir otro fracaso. La reunión entre ambos dirigentes parece un primer paso para destrabar el conflicto fronterizo.

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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