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Cómo impulsar a golpe de clic a un candidato a la Casa Blanca

Los 'outsiders’ atraen a pequeños donantes en Internet y rebajan desventajas económicas

Bernie Sanders, el miércoles en Los Ángeles
Bernie Sanders, el miércoles en Los ÁngelesLUCY NICHOLSON (REUTERS)

Hillary Clinton celebró 58 eventos para recaudar fondos electorales entre julio y septiembre. Bernie Sanders, siete. Pero la ex secretaria de Estado recolectó en ese periodo solo un poco más que su mayor rival en las primarias demócratas para los comicios presidenciales de Estados Unidos en 2016.

La exsecretaria recolectó su dinero en actos con millonarios que entregaban grandes cantidades. El senador independiente Sanders acumuló mucho dinero en pequeñas donaciones. Esas contribuciones, sobre todo por Internet y no en fiestas ni galas de recaudación como Clinton, rebajan los desequilibrios de fuerzas entre la candidata del establishment, Clinton, y el outsider. Y evidencian la metamorfosis de las técnicas para captar dinero, un elemento electoral clave en este país.

Algo parecido sucede en el bando republicano. El neurocirujano retirado Ben Carson —sin experiencia política y segundo en las encuestas del partido— ha recolectado más dinero que los senadores Ted Cruz y Marco Rubio, y que el exgobernador de Florida Jeb Bush.

Pese a ubicarse en las antípodas ideológicas, Sanders y Carson tienen algo en común. Incluso Donald Trump, que lidera las encuestas republicanas. Los tres se presentan como figuras externas a la clase política dominante. Su discurso populista canaliza el hartazgo ciudadano con el establishment y con la sensación de que los ricos pueden comprar a los políticos.

Guía de las donaciones

Estas son las cantidades límites que se pueden donar a un candidato presidencial, según las normas de la Comisión Federal Electoral:

  • 2.700 dólares a la campaña de un candidato para el proceso de primarias.
  • 2.700 dólares a la campaña de un candidato para las elecciones presidenciales.
  • 5.000 dólares al año a los llamados PAC, comités de acción política que hacen donaciones a los candidatos o financian actividades electorales. Muchas PAC representan a empresas, sindicatos o instituciones.
  • 10.000 dólares al año a comités locales o estatales de un partido.
  • 33.400 dólares al año a comités nacionales de un partido.
  • 100 dólares en metálico a cualquier comité
  • Cantidad ilimitada de dinero a los llamados super PAC, grupos afines a un candidato pero que son externos a su candidatura y no se pueden coordinar con ella. Los super PAC invierten, por ejemplo, en publicidad y eventos. Y pueden centrar sus esfuerzos en los Estados que son más importantes para el candidato. Por ejemplo, en los que va más rezagado o carece de una red logística sólida.

Esta sensación se acrecentó tras una sentencia de 2010 del Tribunal Supremo que levantó los límites a las contribuciones de grupos externos. Esos grupos, llamados super PAC en la jerga electoral, no pueden coordinarse con un candidato pero se movilizan a su favor. Han transformado las campañas electorales.

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Movilización inusual

Lloyd Hitoshi Mayer, profesor de Derecho en la Universidad de Notre Dame (Indiana) y experto en financiación electoral, sostiene que los candidatos outsider, mediante donaciones modestas o voluntariado, han involucrado a ciudadanos que no lo estarían a esta altura de la campaña.

Quedan cuatro meses para el inicio de las primarias y trece para las elecciones para suceder a Obama en la Casa Blanca. El discurso de estos aspirantes, dice Mayer en una entrevista telefónica, es muy atractivo para ciudadanos cansados de los políticos tradicionales y recelosos de dinastías como las de Clinton (ex primera dama) y Bush (hijo y hermano de expresidentes).

El resultado es algo así como dime qué predicas y te diré qué tipo de donantes logras. Las campañas de Sanders, Carson y Trump predican contra la influencia de los millonarios en las campañas. Y tienen una sobrerrepresentación de pequeñas contribuciones.

Obama fue el precursor en las elecciones de 2008 en la recaudación de pequeñas donaciones. Ahora, el fenómeno se extiende. Sanders le ha superado.

Sanders, Carson y Trump carecen de apoyos relevantes de super PACs, lo que los sitúa en desventaja económica respecto a sus rivales. En el caso de Trump, eso es menos relevante porque el magnate inmobiliario tiene suficientes fondos propios. Sanders, que se declara socialista, hace bandera de su rechazo a estos grupos y pide el apoyo de pequeños donantes.

“Porque tengas más dinero no significa que vayas a ganar”, dice el profesor Mayer. El dinero no garantiza el éxito electoral, pero ayuda a construir y mantener la estructura logística —trabajadores, oficinas, viajes y anuncios— necesaria para permanecer en la pugna.

El experto subraya que la clave es alcanzar el llamado hard money (dinero duro), una amplia base de recursos que garantiza la viabilidad económica de la campaña. Es “el boleto en la puerta”, dice en un símil con un evento de pago. Si se supera ese umbral, señala, “el dinero se convierte en menos importante” porque el candidato ya tiene suficiente y su prioridad pasa a ser conseguir votos.

Llegada esa etapa, si el candidato se retira de la carrera no será por dinero sino por votos. Ese es el objetivo de Sanders y Carson.

Los ingresos de cuatro aspirantes

Bernie Sanders (demócrata)

Hillary Clinton (demócrata)

Ben Carson (republicano)

Donald Trump (republicano)

Recaudó en el tercer trimestre 26 millones de dólares -dos menos que Hillary Clinton- por medio de 1,3 millones de donaciones de 650.000 personas. Sus ingresos acumulados son de 41,3 millones. Sanders superó la barrera del millón de donaciones antes que Barack Obama en sus campañas para las elecciones de 2008 y 2012. El presidente saliente revolucionó las campañas al atraer a pequeños donantes, pero también a grandes contribuyentes. Otro dato: Sanders ha recolectado más dinero que Obama y Clinton en el mismo periodo en 2007.

La contribución media a Sanders es de 31 dólares, según datos de agosto. Su campaña aún no ha detallado las cifras del tercer trimestre. En el segundo, un 76% de las donaciones eran de hasta 200 dólares. En las campañas de Obama en 2008 y 2012, esas donaciones suponían alrededor del 25%.

La campaña de Clinton no detalló de cuántos donantes —y su contribución media- había recaudado 28 millones en el tercer trimestre. En el segundo, tenía 250.000 donantes y las aportaciones de menos de 200 dólares suponían menos de un cuarto del total. La campaña subraya que ahora los pequeños donantes representan un 90%. Sin embargo, ese porcentaje presumiblemente sea bastante más bajo si se incluyen los 17 millones recaudados por super PACs de la órbita de la favorita demócrata. En total, Clinton ha recaudado hasta ahora 93,6 millones, más del doble que Sanders.

La campaña del neurocirujano recaudó 20,2 millones en el tercer trimestre por medio de 600.000 donaciones de 353.000 personas. La contribución media fue de 51 dólares, por encima de Sanders. En total, el candidato ha recaudado 31,5 millones. Es casi la mitad que Ted Cruz y Marco Rubio, y más de cuatro veces menos que Jeb Bush por la fortaleza de sus super PAC. Si se cuenta solo el dinero recolectado por la campaña, Carson supera a los tres. También los supera ampliamente en pequeñas donaciones. Las aportaciones de hasta 200 dólares suponen el 65% del total de donaciones a Carson, según datos de agosto recopilados por el Instituto de Finanzas de Campaña.

La campaña de Trump ha recaudado en total 5,8 millones. El magnate se jacta de que no necesita donaciones ni debe favores a grupos de presión para financiar su aventura electoral, pero en el tercer trimestre recolectó 3,9 millones. Las aportaciones de hasta 200 dólares suponen el 44% del total de donaciones a Trump, según datos de agosto del Instituto de Finanzas de Campaña.

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