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La partidos de izquierda ya mandan en el Parlamento portugués

Primera demostración oficial del acuerdo de comunistas y bloquistas con el PS para nombrar al presidente de la Cámara

Eduardo Ferro Rodrigues, presidente del parlamento portugués.
Eduardo Ferro Rodrigues, presidente del parlamento portugués.

En su primera demostración de fuerza, los tres partidos de izquierda portugueses hicieron ayer evidente su unión con el nombramiento de un socialista al frente del Parlamento. Esta elección es el primer pulso de la mayoría parlamentaria izquierdista al designado primer ministro, el conservador Pedro Passos Coelho, que ganó las elecciones sin mayoría absoluta. Los socialistas confirmaron ayer que tumbarán su programa de gobierno en la Cámara.

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La figura de presidente de la Asamblea de la República (Parlamento) es importante, no sólo porque vela por el correcto funcionamiento de la Cámara, sino también porque es el representante del Estado en ausencia del presidente. Con el acuerdo parlamentario entre el Partido Socialista (PS), el Comunista (PC) y el Bloco de Esquerda cada vez más próximo, según informaban ayer los medios portugueses, el nombramiento del veterano Eduardo Ferro Rodrigues al frente de la Cámara supone una demostración de fuerza y de unión y un claro mensaje a Passos Coelho, que el jueves fue designado primer ministro y debe presentar en breve su programa de gobierno al Parlamento.

Ferro, de 65 años, varias veces ministro y en la última legislatura portavoz parlamentario del PS, consiguió 120 votos, cuatro más de los 116 de la mayoría absoluta; los tres partidos de izquierda reúnen 122, frente a 107 de la coalición de centroderecha de Passos Coelho. El candidato conservador a presidir la Cámara, Fernando Negrão, logró 108. Negrão presidió la comisión de investigación del escándalo del banco Espírito Santo.

Por primera vez desde la instauración de la democracia, hubo dos candidatos a dirigir la Cámara; y por primera vez un representante del vencedor de las elecciones —con mayoría absoluta o sin ella— no ocupará la presidencia de la Asamblea de la República.

La nueva Asamblea deberá oír en los próximos días o semanas el programa político del centrista Passos Coelho, que será tumbado
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La designación del socialista no sólo es la primera demostración pública del acuerdo entre las fuerzas de izquierda, también se produce un día después de que el presidente de la República, Cavaco Silva, advirtiera de toda clase de riesgos de un pacto entre PS, Bloco y PC. Su apelación a que los parlamentarios socialistas no voten contra el futuro Gobierno del PSD-CDS no ha hecho mella en la primera ocasión que han tenido de demostrar sus intenciones. Fuentes del PS confirmaron ayer que tumbarán el programa de gobierno de Passos Coelho, y afirmaron que Cavaco ha creado una “crisis política innecesaria” al designarle primer ministro.

“Exigimos respeto a la soberanía de la Asamblea”, aseguró por su parte el nuevo presidente de la Cámara, en referencia al discurso del presidente del país. “No hay grupos parlamentarios de primera y de segunda. Ni coaliciones aceptables y otras que no lo son”, dijo sobre la apelación de Cavaco Silva a los diputados socialistas a refrendar el gobierno de Passos.

Un plazo de diez días

La nueva Asamblea, ahora constituida, deberá oír en los próximos días el programa de gobierno del conservador y pronunciarse sobre él. Nueve abstenciones le darían un respiro de un año. Sin embargo, el comportamiento de los diputados en la 13ª legislatura desde la Revolución de los Claveles de 1974 no le da muchas esperanzas de renovar su mandato.

Passos Coelho dispone de un plazo de diez días para presentar su programa al Parlamento desde que tome posesión. Si con toda probabilidad la mayoría de izquierdas le impide gobernar, la Constitución estipula que no podrá disolverse el nuevo Parlamento hasta pasados seis meses de su constitución, lo que supondría un Gobierno en funciones de Passos Coelho hasta abril y, luego, la repetición de las elecciones.

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