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Turquía interviene dos canales opositores a 4 días de las elecciones

La policía irrumpe en el edificio de un grupo mediático crítico con gases lacrimógenos

Andrés Mourenza
Manifestantes en una protesta contra la intervención judicial del grupo empresarial Koza-Ipek, contrario al Gobierno turco.
Manifestantes en una protesta contra la intervención judicial del grupo empresarial Koza-Ipek, contrario al Gobierno turco.OZAN KOSE (AFP)

Cuando solo faltan unos días para las cruciales elecciones del próximo domingo, un tribunal de Ankara ha ordenado intervenir un grupo mediático crítico con el Gobierno islamista de Turquía y ha amenazado con apagar la señal de sus dos canales de televisión. A primeras horas de la mañana, la policía irrumpió en las dependencias en Estambul del holding Koza-Ipek, al que se acusa de tratar de “derrocar al Gobierno”, para hacer efectiva la petición de la oficina del Fiscal Jefe de la República —fuertemente controlada por el Ejecutivo gobernado por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP)—, validada el lunes por un tribunal, que exige la intervención de la gestión de las 22 empresas del grupo empresarial por parte de un comité de administradores.

La mayoría de los interventores designados son miembros del propio AKP o pertenecen a grupos mediáticos favorables al Gobierno, pese a que, como señala el diario opositor Zaman, la ley exige que los administradores de compañías expropiadas por el Estado sean “independientes y objetivos”.

Para abrir paso a los interventores, los antidisturbios se emplearon con dureza contra los cientos de personas que se habían concentrado frente a la sede del grupo Koza-Ipek, e impidieron la entrada de parte de los trabajadores utilizando cañones de agua a presión, gases lacrimógenos y porrazos, hiriendo a varios periodistas. Los interventores accedieron a la sala de mandos de los canales de televisión Kanal Türk y Bugün TV y ordenaron apagar su señal. Posteriormente fue recuperada, pero a las 16.30 (14.30, en la España peninsular) se volvió a cortar la emisión.

Tanto los directores de las televisiones como la oposición han denunciado que ni la policía ni los interventores tienen potestad para cortar la emisión de dichos canales. El presidente del Colegio de Abogados de Turquía, Metin Feyzioglu, denunció la decisión judicial como un intento de “intervenir los medios críticos” orquestado por el presidente de la República, el islamista Recep Tayyip Erdogan. El jefe de Estado turco y el AKP se juegan su futuro este domingo en unas elecciones adelantadas ante la imposibilidad de formar gobierno después de que los islamistas moderados perdiesen la mayoría absoluta en los comicios de junio.

El holding Koza-Ipek está siendo investigado por sus lazos con la cofradía del predicador Fethullah Gülen (actualmente exiliado en EE UU), que es a menudo definida como una versión musulmana del Opus Dei. Anteriormente aliados de los islamistas turcos, los gülenistas lograron importantes puestos en la policía y la judicatura durante las dos primeras legislaturas del AKP, pero después de que se lanzase una investigación sobre la presunta corrupción en el entorno de Erdogan, se convirtieron en archienemigos. Ahora, la justicia acusa a la cofradía de haber formado una “organización terrorista” con el objetivo de “derrocar al Gobierno”. De hecho, todos los canales de televisión cercanos a Gülen —no solo los pertenecientes a Koza-Ipek— han sido eliminados de las plataformas digitales por presión del Ejecutivo.

La prensa crítica ha tachado la intervención del grupo empresarial de “golpe a la prensa” y de “día negro para la democracia”. También el Gobierno de Estados Unidos ha exigido a Turquía que “garantice el proceso debido y la libertad de expresión”.

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Los ataques a los medios de comunicación se han multiplicado en la recta final hacia las elecciones. El acceso a las web de todos los medios kurdos y algunos de izquierda ha sido bloqueado y las oficinas del diario Hürriyet, uno de los mayores del país, han sido atacadas por simpatizantes de Erdogan jaleados por un diputado del AKP. Además, los periodistas y medios críticos se enfrentan a decenas de juicios, algo por lo que la OSCE, que monitoriza las elecciones, ha mostrado su “preocupación”.

Por si fuera poco, Aydin Ünal, un diputado del AKP, amenazó este martes a los restantes medios opositores: “Ahora no estamos en una posición cómoda. Pero, después de las elecciones del 1 de noviembre, saldaremos cuentas con ellos”.

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