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Trump, Carson, Bush, Rubio…: una guía para el debate republicano

Los candidatos conservadores a la Casa Blanca celebran su tercer debate televisivo

Marc Bassets
Preparativos para el debate en Boulder, Colorado
Preparativos para el debate en Boulder, ColoradoJUSTIN SULLIVAN (AFP)

El de esta noche es el tercer debate del Partido Republicano en el proceso para la nominación a la Casa Blanca. El proceso de caucus (asambleas electivas) y elecciones primarias empieza en febrero, pero los candidatos llevan meses en campaña.

El debate, organizado por la cadena CNBC, se celebra en la Universidad de Boulder (Colorado). Comenzará a las 18.00 hora local (20.00 en la Costa Este de Estados Unidos). Participarán diez candidatos: Donald Trump, Ben Carson, Carly Fiorina, Marco Rubio, Chris Christie, John Kasich, Rand Paul, Mike Huckabee, Jeb Bush y Ted Cruz. El tema es la economía.

1. Territorio hostil

Colorado es lo que, en jerga política estadounidense, se llama un swing state. Es decir, un Estado disputado, al contrario que otros en los que uno de los dos partidos tiene la victoria asegurada. En las elecciones presidenciales, a veces Colorado ha votado a los republicanos y a veces a los demócratas. En las dos últimas elecciones, en 2008 y 2012, ganó el presidente demócrata Barack Obama.

Boulder es una isla progresista. A esta ciudad al pie de las montañas Rocosas la llaman la República Popular de Boulder. Allí los demócratas ganan siempre con holgura. En 2008 Obama sacó en Boulder un 72% de votos. Su rival republicano, John McCain, un 26%. En 2012, Obama sacó un 69,69% de votos. El republicano Mitt Romney, un 27,84%.

Boulder es un foco contracultural desde hace décadas, refugio de hippies y artistas. En 1974, el monje tibetano Chögyam Trungpa Rinpoche fundó en Boulder la Universidad Naropa, un centro budista que sigue atrayendo a estudiantes de todo el país y que contó, entre el profesorado, con el poeta Allen Ginsberg.

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2. ¿Un nuevo Trump?

La campaña republicana ha sido hasta ahora una historia de insurgentes contra élites. Los insurgentes han dominado los sondeos desde el verano.

El magnate inmobiliario Donald Trump es el insurgente en jefe: lleva cien días como favorito en la media de sondeos nacionales.

Trump no es un político profesional ni habla como un político. No es un republicano con pedigrí: antes fue demócrata. Combina ideas extremistas, como los planes para expulsar a los inmigrantes indocumentados, con propuestas centristas en economía.

A Trump le ha salido un competidor en el campo insurgente: el neurocirujano Ben Carson. La biografía del doctor Carson —negro, criado por una madre soltera en un barrio pobre de Detroit, eminencia en su campo— ha sido objeto de una película de ficción.

Además de su excelencia profesional y su biografía ejemplar, Carson destaca por la radicalidad de sus ideas. Algunos ejemplos:

SOBRE LA REFORMA SANITARIA: “Debo decirles que Obamacare es, y lo creo de verdad, lo peor que le ha pasado a esta nación desde la esclavitud”

SOBRE LA CORRECCIÓN POLÍTICA: “Sé que se supone que no debes decir ‘Alemania nazi’, pero la corrección política no me importa. Allí había un gobierno que usaba sus herramientas para intimidar a la población. Ahora vivimos en una sociedad en la que la gente tiene miedo de decir lo que piensa de verdad”.

SOBRE EL DERECHO A LAS ARMAS DE FUEGO: “Creo que las probabilidades de que Hitler lograse sus objetivos habrían disminuido enormemente si la gente hubiese estado armada”.

SOBRE EL ISLAM: “Yo no defendería poner a un musulmán al cargo de esta nación”.

SOBRE EL ABORTO: “Durante la esclavitud, y sé que esta es una de aquellas palabras que se supone que no debes decir, pero yo la digo… Durante la esclavitud muchos propietarios de esclavos pensaban que ellos tenían derecho a hacer lo que quisieran con el esclavo, lo que ellos decidieran. Y, ¿qué habría ocurrido si los abolicionistas hubieran dicho: ‘No creo en la esclavitud, pero podéis hacer lo que queráis'? ¿Dónde estaríamos ahora?”

Un sondeo del New York Times y la CBS ha situado esta semana a Carson como favorito a escala nacional, por delante de Trump. Es solo un sondeo: en la media de los principales sondeos, Trump sigue liderando. En Iowa, el primer Estado que vota en el proceso de nominación, Carson saca más de 8 puntos de ventaja a Trump, según la media de sondeos.

3. Los candidatos deprimidos

El ascenso de Trump ha deprimido a los candidatos del establishment. Nadie quiere ser el candidato del establishment, pero dos se identifican con este grupo: el gobernador de Ohio, John Kasich, y el exgobernador de Florida Jeb Bush, hijo y hermano de presidentes.

Esta semana, Kasich y Bush han dicho cosas similares: están hartos del circo de Trump y compañía. "Déjenme decirles algo: no puedo más con esta gente”, dijo Kasich en Ohio.

“Si esta elección trata de cómo vamos a luchar para no lograr nada, no quiero tener nada que ver con esto”, dijo Bush en Carolina del Sur. Se refería al estilo agresivo y polarizador de rivales como Trump y a la posibilidad de que, una vez elegido presidente, no pueda gobernar por la parálisis en Washington. “Tengo muchas cosas más divertidas que hacer que estar sentado sin hacer nada, fastidiado, escuchando cómo la gente me demoniza y demonizando a la gente. Elijan a Trump si quieren esto”.

Bush, que lanzó su campaña en junio con la condición de favorito, no ha dejado de perder apoyos. El debate de Boulder puede ser una oportunidad para demostrar que todavía está en liza.

En la media nacional, Bush es cuarto, con un 7% de apoyos, por detrás de Trump, Carson y el senador por Florida Marco Rubio.

4. La alternativa Rubio (o Fiorina)

Los dos favoritos de los sondeos, Trump y Carson, están lejos de la centralidad del Partido Republicano. El establishment del partido, los grandes donantes y los votantes que quieren un nominado con posibilidades de llegar a la Casa Blanca en 2016 buscan la alternativa. Si Trump y Carson se mantienen, les convendrá unirse con un candidato. Es como una primaria paralela en el ala pragmática del partido.

La alternativa podría ser la exjefa de Hewlett Packard Carly Fiorina, que tuvo una buena actuación en el segundo debate. O Marco Rubio, que reúne varias cualidades: es joven (44 años), latino, con experiencia legislativa y credenciales conservadoras. El debate de Boulder también será un examen para Fiorina y Rubio ante los electores del ala pragmática.

5. El efecto Clinton

La demócrata Hillary Clinton no estará en el debate republicano de Boulder, pero estará presente en la mente de todos. Mientras el Partido Republicano sigue con una quincena de candidatos y ningún favorito claro, en los últimos quince días el Partido Demócrata pasado de tener cinco candidatos a tres, otro posible candidato —el vicepresidente Joe Biden— ha renunciado a serlo, y Clinton ha consolidado su liderazgo.

¿Quién puede batir a Clinton? Esta será la clave esta noche y en los próximos meses, cuando los republicanos elijan a su candidato para suceder al demócrata Barack Obama.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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