Dorticós en 1960, la última visita de Estado cubana a México
El presidente que permaneció a la sombra de Fidel Castro fue invitado por Adolfo López Mateos para dar respaldo a la isla
Cuba y México aceleran su reencuentro. La del presidente Raúl Castro será la primera visita de Estado de un máximo mandatario cubano desde la de Osvaldo Dorticós (1919-1983) en junio de 1960. Eran días en los que la Revolución cubana aún no había radicalizado su evolución. Una Cuba que no se definía como comunista sino como nacionalista revolucionaria: el propio presidente Dorticós dibujó así el perfil ideológico de su gobierno en su visita a México, sin mencionar el horizonte de Moscú y ciñéndose al soberanismo latinoamericano y a la justicia social.
El hombre que pergeñó su llegada fue el diplomático mexicano Gilberto Bosques, un hombre que en su día fue clave para articular, como cónsul en Marsella, el traslado a México desde Francia de exiliados republicanos españoles. Los movimientos de Bosques fueron exitosos y Dorticós arribó a México el 9 de junio de 1960. Lo recibieron el presidente Adolfo López Mateos y el canciller Manuel Tello. El Gobierno mexicano lo condecoró con la orden del Gran Collar del Águila Azteca. Estados Unidos ya apretaba a Cuba y los sectores más izquierdistas de México, con el expresidente Lázaro Cárdenas a la cabeza, presionaban a López Mateos a respaldar con solidez a la isla.
La visita de Dorticós sirvió a ese propósito. “Confiamos en que la Revolución cubana sea, como ha sido la Revolución mexicana, un paso hacia la grandeza de América”, proclamó López Mateos. El presidente Dorticós, a su vez, recalcó que la Revolución cubana se inscribía en la tradición del nacionalismo revolucionario mexicano.
La visita de Dorticós sirvió para articular la política hemisférica de México de respaldo a la soberanía cubana
“Fue una visita que ayudó a sentar las bases de la política hemisférica de México hacia Cuba”, explica el historiador cubano Rafael Rojas. Dos años después Cuba fue expulsada de la Organización de Estados Americanos y el único voto en contra de la resolución fue el de México. Rojas destaca que el pedigrí de Dorticós, “un civil con un pie en el viejo Partido Socialista Popular y abogado constitucionalista”, debió de facilitar “un buen diálogo con la plana mayor del PRI [el hegemónico Partido Revolucionario Institucional]”.
Dorticós fue presidente de 1960 a 1976, siempre a la sombra del primer ministro Fidel Castro, que en el 75 asumió la presidencia del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros. Dorticós fue miembro del Comité Central del Partido Comunista y también Ministro de Justicia en 1981. En 1983, el segundo presidente de la Cuba revolucionaria, después del breve Manuel Urrutia, se quitó la vida de un disparo en su casa.