_
_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Aborto, democracia y paz

El mejor indicador de la viabilidad de paz de un país es el estatus de la mujer en la sociedad

Algunas de las decisiones vitales más íntimas y trascendentales de la experiencia humana son las relativas a cómo queremos vivir nuestra sexualidad y nuestra reproducción. Las decisiones reproductivas tienen un lugar central en la vida de las mujeres, quienes durante los 30 años que dura su vida reproductiva, están evitando quedar embarazadas o buscando un embarazo. Sin embargo, pocas veces le otorgamos a estos temas la atención que merecen. Adicionalmente, la mayoría de las mujeres y niñas en Colombia, especialmente las que enfrentan múltiples inequidades, no cuentan con la información que necesitan para tomar sus propias decisiones frente a la maternidad libres de miedo y de prejuicios, ni los servicios que requieren para ejecutarlas de manera digna y segura.

La vida de las mujeres y niñas colombianas no puede seguir estando determinada por la constante violencia que enfrentan

Según un estudio de la Universidad de Harvard realizado en 174 países y difundido por la revista Foreign Policy, el mejor indicador de la viabilidad de paz de un país no es su nivel de riqueza, ni la calidad de su democracia, ni la identidad étnico-religiosa de la población, sino el estatus de la mujer en la sociedad. La vida de las mujeres y niñas colombianas no puede seguir estando determinada por la constante violencia que enfrentan en los espacios públicos y privados, por la posibilidad de un embarazo no deseado y los costos personales y sociales que eso les genera, por la ausencia de oportunidades que les garanticen una autonomía financiera, o por la simple falta de proyectos de vida propios.

Colombia está viviendo un momento crucial de reconstrucción de la convivencia social y definiendo el tipo de sociedad que quiere construir. Para este nuevo capítulo de la historia de nuestro país, necesitamos hombres y mujeres que puedan ejercer su libertad de forma responsable, integrar las familias que elijan para ofrecer cuidado y bienestar a sus miembros, y conformar comunidades que respeten la diferencia y valoren la diversidad. Ninguna apuesta de país puede ser exitosa si no se incluyen las necesidades de los más de 24 millones de mujeres colombianas, y ninguna mujer puede desarrollar su potencial humano en beneficio del país si no tiene el control de su propio cuerpo.

La Fundación Buen Gobierno, Women’s Link Worldwide y Profamilia hemos unido fuerzas para celebrar hoy en Colombia un foro de alto nivel que lleve la discusión sobre el aborto a una nueva etapa gracias a un debate riguroso, respetuoso e incluyente. De un lado, buscamos superar la extraordinaria desinformación que sigue existiendo alrededor de las circunstancias en las que el aborto ya es legal en Colombia y que tanto ha entorpecido el disfrute efectivo de este derecho. También buscamos abrirnos a la discusión sobre la posibilidad de adoptar un sistema de plazos que complemente el sistema de causales ya existente, para que las mujeres puedan abortar sin ningún requisito durante las primeras etapas de la gestación. Y finalmente buscamos ubicar el aborto legal en un marco de derechos sexuales y reproductivos más amplio, en el que la educación para la sexualidad, la lucha contra la violencia de género, el matrimonio igualitario, la maternidad segura, la posibilidad de dar y recibir niños y niñas en adopción, y el acceso a servicios de reproducción asistida, sean entendidas como fichas de un mismo rompecabezas, que además ofrece una oportunidad estratégica para la apuesta por la paz.

Se dice que la tolerancia y el respeto a los derechos sexuales y reproductivos es una muestra de madurez democrática. Apostamos por un debate que ponga a prueba los principios fundantes de nuestra constitución y se haga eco de la Corte Constitucional cuando afirma que "los derechos sexuales y reproductivos parten de la base de reconocer que la igualdad, la equidad de género y la emancipación de la mujer y la niña son esenciales para la sociedad y, por lo tanto, constituyen una de las estrategias directas para promover la dignidad de todos los seres humanos y el progreso de la humanidad en condiciones de justicia social".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Mónica Roa es vicepresidenta de estrategia de Women’s Link Worldwide.

Martín Santos es presidente ejecutivo de la Fundación Buen Gobierno

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_