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Los partidos de la izquierda de Portugal presentan su alianza

Cada grupo presenta su propia moción de censura contra el Gobierno conservador

Firma del acuerdo entre Catarina Martins (Bloco) y António Costa (PS).
Firma del acuerdo entre Catarina Martins (Bloco) y António Costa (PS).PS

En el solemne escenario de la Asamblea de la República, pero en la intimidad, sin cámaras ni periodistas, y con un protocolo rocambolesco, el Partido Socialista  de Portugal firmó este martes tres acuerdos con sendos partidos de izquierda que le permitirán gobernar en los próximos cuatro años si el presidente, Aníbal Cavaco Silva, así se lo encarga. El pacto histórico -por primera vez en cuatro décadas la izquierda forja una alianza de gobierno-, nace con sombras y con el recelo de los mercados financieros.

El pacto histórico no es, en realidad, uno sino tres. Uno del PS con el Partido Comunista (PC),otro PS-Bloco de Esquerda (BE) y otro PS-Los Verdes; tres pactos que han tardado en cerrarse un mes y que se han negociado por separado, sin que nunca se reunieran los cuatro partidos. Al final son unas 70 medidas económicas y políticas, que dan satisfacción a todos y en donde queda muy diluido el programa electoral socialista.

Para llegar al pacto, el Partido Comunista impuso que las conversaciones fueran bilaterales, nunca de los cuatro a la vez, y también con acuerdos bilaterales. Conseguido un mes después, el domingo lo aprobó el Comité Central del PC por "unanimidad informal", según informó su secretario general, Jerónimo de Sousa; y el Comité Nacional del PS con 68 votos a favor y cinco en contra.

El protocolo de la firma fue rocambolesco: en la misma sala, pero sin juntarse los cuatro partidos; el PS permanecía y los otros entraban uno después de otro

La firma de esos tres acuerdos se ha realizado a mediodía de este martes con un protocolo rocambolesco. Ni siquiera en la firma se juntaron los cuatro partidos. El PC exigió una "ceremonia secuencial con momentos individualizados", en la nueva semántica que se está instalando en la vida política portuguesa. Los socialistas tardaron en comprender que eso significaba que no iba a haber una ceremonia conjunta, pública y solemne. Efectivamente, el PS se mantuvo en una habitación mientras iban pasando sucesivamente, pero sin coincidir, las delegaciones del Bloco, de Los Verdes y del PC; nunca todos juntos, ni siquiera en la firma del histórico pacto.

"¿Es una debilidad no haber conseguido un pacto conjunto?", fue preguntado el líder socialista, António Costa, antes de entrar a la sala donde se firmaban los tres acuerdos. El líder socialista se negó a contestar.

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Si el pacto garantiza la paz parlamentaria al tener mayoría absoluta sólida (122 diputados contra los 107 del centroderecha del PSD-CDS), no garantiza la estabilidad de la legislatura, pues en los documentos solo se habla de la "perspectiva de legislatura" y se deja la puerta abierta a la ruptura si alguna de las medidas que adopte un hipotético Gobierno del socialista Costa "perjudica la vida de la clase trabajadora o a los pensionistas". No se habla de un pacto de cuatro años, sino de legislatura, que no quiere decir nada, pues el presidente puede disolver la Cámara a partir de marzo.

Pese al acuerdo de Gobierno de izquierdas, cada grupo se aplaude a sus portavoces y cada cual ha presentado su moción de censura al actual Gobierno conservador

La unidad tampoco llega, por ejemplo, al Parlamento. En el debate de lunes y martes sobre el programa del actual Gobierno conservador, cada cual ha aplaudido a los suyos. El banco socialista al que se considera futuro ministro de Finanzas, Mário Centeno; los bloquistas a su portavoz Catarina Martins, y los comunistas a su dirigente Jerónimo de Sousa.

Tampoco invita a cimentar la unidad de las izquierdas el que se presentaran hoy martes cuatro mociones de censura contra el Gobierno de Passos Coelho; cada partido de izquierdas con la suya en lugar de una unitaria. La situación era más absurda, pues reglamentariamente solo se puede discutir y votar la primera que entra en el registro. Para no ir a la carrera los cuatro, pactaron que la primera fuera la del Partido Socialista, primer partido de la oposición, pero aún así cada cual ha preferido mantener la suya propia.

Todo ello refleja que PS, PC, Bloco y Los Verdes quieren marcar desde el principio su propio perfil político y no diluirse en la unidad gubernamental; y si se opta por esta solución es que cada cual está pensando más en su futuro a medio plazo más que en reforzar el Gobierno de varios partidos de izquierdas, el primero en 40 años; están pensando más en cómo salir bien si la cosa sale mal, que en reforzar el primer Gobierno de izquierdas en 40 años.

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