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“Bélgica es uno de los países del que parten más yihadistas a Siria o Irak”

El experto Pieter Van Ostaeyen cree necesario reforzar la prevención

Agentes de policía antidisturbios permanecen en guardia en el distrito de Molenbeek en Bruselas (Bélgica).
Agentes de policía antidisturbios permanecen en guardia en el distrito de Molenbeek en Bruselas (Bélgica).OLIVIER HOSLET (EFE)

La implicación de terroristas procedentes de Bélgica en los atentados de París del pasado 13 de noviembre, que causaron la muerte de 132 personas, era según Pieter Van Ostaeyen, experto belga en yihadismo, predecible: “Bélgica es uno de los países de Europa del que, en porcentaje, parten más yihadistas a Siria e Irak”, ha explicado este martes Van Ostaeyen, durante su intervención en un foro sobre terrorismo global organizado por el Real Instituto Elcano.

En una población musulmana de unas 640.000 personas, alrededor de unos 200 han salido de Bélgica para hacer la yihad. Precisamente, el presunto cerebro de la cadena de ataques, Abdelhamid Abaaud, es un belga de 28 años de origen marroquí que residía en Molenbeeck y que ahora lucha en Siria en las filas del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés). “Su hijo es el ciudadano belga más joven en Siria”, señala el experto.

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Van Ostaeyen apunta, asimismo, a la fuerza de ciertas organizaciones en Bélgica dedicadas al proselitismo islamista y al reclutamiento de yihadistas, en especial, Sharia4Belgium, como factor que explica el flujo de belgas hacia los territorios que controla ISIS. Precisamente, fue Sharia4Belgium la protagonista del mayor juicio contra el yihadismo celebrado hasta ahora en Europa y que finalizó, en febrero de este año, con la condena de 46 de sus miembros con penas de hasta 12 años de prisión.

No obstante, para Van Ostayen, más allá de las medidas policiales y punitivas, el Estado belga, que acaba de aprobar nuevas medidas para luchar contra el terrorismo yihadista, “debe reforzar la prevención y evitar así la radicalización” de la población musulmana.

Jean-François Daguzan, director adjunto de la Fundación para la Investigación Estratégica de París, considera, en cambio, que es prioritario “incrementar los efectivos destinados en los servicios antiterroristas”. “En los atentados de París no hemos tenido la capacidad de ver la conexión con Bélgica, pese a que hay cooperación con la policía belga y vigilancia francesa en la misma Bélgica”, lamenta Daguzan.

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El principal problema, según considera, es “el alto número de candidatos a convertirse en terroristas en Francia”. “Las fuerzas de seguridad no tienen ni tiempo ni personas para vigilarlos a todos”, explica. El único procedimiento posible hasta ahora es determinar cuál el nivel de peligrosidad de los extremistas identificados –se calcula que unas 10.500 personas-. “Pero se pueden equivocar en su nivel de peligrosidad, como en el caso de Mohamed Merah [autor en 2012 de los atentados de Toulouse y Montauban]”, estima. Por eso, la solución pasar por “aumentar el personal”.

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.

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