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Los jóvenes de la clase media emergente que votan por el cambio

Hijos de familias que lograron progreso con los Kirchner lo dan por seguro y eligen a Macri

Alejandro Rebossio
Alumnos por los pasillos de la Universidad de Avellaneda, una de las nueve creadas por el kirchnerismo.
Alumnos por los pasillos de la Universidad de Avellaneda, una de las nueve creadas por el kirchnerismo.Ricardo Ceppi

En una de las 18 universidades públicas que creó el kirchnerismo, y a las que asisten muchos alumnos que son la primera generación de universitarios de sus familias, un profesor les propuso a los estudiantes un ejercicio después de la primera vuelta electoral en la que el candidato oficialista, Daniel Scioli apenas superó por 37% a 34% al opositor Mauricio Macri. El docente los invitó a repetir en secreto su voto de aquellas elecciones y se llevó la sorpresa de que Macri casi empatara con Scioli y que su candidata a gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, arrasara al kirchnerista Aníbal Fernández. Esos jóvenes son parte de una clase media emergente en tiempos del kirchnerismo que ahora está exigiendo más, como sucedió en Brasil. Anhelan que se concrete el cambio en la segunda vuelta de este domingo y dan por sentado que las mejorías sociales de los últimos años están aseguradas.

Alexandre Roig, sociólogo, investigador de carrera y profesor de una de las universidades que más ha crecido en 12 años de kirchnerismo, la de San Martín, opina que “gran parte del electorado que tiene menos de 30 años” no ha vivido la experiencia neoliberal de Argentina de 1989 a 2001, con alto desempleo y crisis, y eso permite su “apertura para un gobierno de derecha como el de Macri”, que no asume esa identificación y se califica como “desarrollista”, ni conservador ni liberal.

Otro investigador de carrera, el antropológo Hernán Palermo, que da clases en la nueva Universidad Arturo Jauretche, reconoce que “hay un franja de estudiantes de hasta 26 años, hijos de comerciantes y ‘laburantes’ (trabajadores), a los que el kirchnerismo les ha cambiado vida, pero que naturalizan el piso de políticas de Estado que creó e imaginan que no pueden retroceder de allí”. Son jóvenes que solo han conocido por libros lo que fue el Gobierno de Carlos Menem (1989-1999) y que eran pequeños en la crisis de 2001.

Los jóvenes no vivieron el neoliberalismo de los 90 ni la crisis de 2001; algunos quieren cambiar

“También hay problemas de falta de asfalto y de cloacas que impactan a la hora de votar”, explica Palermo, uno de los 6.000 científicos argentinos que ha firmado documentos de apoyo a Scioli. “Macri hizo bien en instalar la agenda del cambio, parece que mejorará lo que tenemos, pero a mí me aterra”, opina Palermo, que durante el kirchnerismo ha conseguido convertirse en investigador.

En los pasillos de otra de las nuevas universidades, la de Avellaneda, unos jóvenes kirchneristas, que allí son mayoría, reparten propaganda a otros que votaron en primera vuelta a la izquierda o al progresismo. Buscan convencerlos. A la que no persuadirán es a Susana, una estudiante de 26 años que prefiere no identificarse con su nombre y apellido real porque es muy crítica con su universidad. Ella votó a Macri en primera vuelta y volverá a hacerlo en la segunda. “Estudio acá desde 2011 y me saturaron con el lavado de cerebro. Hay docentes y empleados puestos a dedo”, opina Susana. “Los kirchneristas quieren instalar el miedo de que va a cerrar si gana Macri, pero él no se va a poner la gente en contra, quizás cambie alguna gente”, opina Susana, cuya madre, docente, había estado en el paro en la crisis de 2001. Pero ella no guarda agradecimiento a los Kirchner: “Cristina es autoritaria, soberbia y solo le habla a su gente. En lugar de dar planes (ayudas) sociales, debería dar trabajo. El peronismo es mirar para atrás. En cambio, Macri tiene una visión más moderna, lo veo en el Metrobús y en las obras que hace. El haber sido empresario le da otra cabeza. No entiendo el miedo que le tienen”.

En una clase de la cátedra de periodismo internacional de la Universidad de Avellaneda, los alumnos debaten sobre el fenómeno de sus conocidos que votan a Macri. “Hay jóvenes que no vivieron los 90, pero sus padres sí y, sin embargo, todos votan por un cambio. Se olvidan de lo conquistado y ahora cuentan las cadenas nacionales que hace Cristina. Dicen que se compraron un auto (coche), pero no piensan en qué contexto político se dio eso”, opina Luciano Vildozola. “Nos alejamos de la sociedad. Antes se la interpelaba sobre el precio del bife y ahora pasamos a discutir de política”, plantea Facundo Moro. “En mi entorno muchos votaron a Macri por los modos de Cristina, porque es muy vehemente, creen que los votantes kirchneristas solo votan por los planes (sociales), pero están tan equivocados como los que creen que los de Macri son todos oligarcas”, analiza Marco Faccone. En estas aulas, el PRO carece de un colectivo que compita en las elecciones del centro de estudiantes. Pero sí tiene votantes anónimos que son parte del cambio inesperado de la sociedad argentina.

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