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Una enfermedad del pasado que aún mata a decenas de personas en Haití

El país acude a la ayuda internacional para vacunar a medio millón de perros; se estima que hay 200 muertes al año

Un perro callejero en Puerto Príncipe.
Un perro callejero en Puerto Príncipe. I. Schaefer (Banco Mundial)

El día que cumplía 12 años, a Sierva María de Todos los Ángeles la mordió un perro con rabia. De esta forma comienza una de las historias más hermosas del premio Nobel Gabriel García Márquez, Del Amor y otros Demonios, que describe cómo la pobre joven ve sus días oscurecer en medio del dolor y la intolerancia en la Cartagena del Virreinato, cuando no existía cura para tal mal y se asociaba a la “posesión demoniaca”.

Varios siglos después y a pesar de que se creía del todo erradicado, el famoso “mal de rabia” que aterrorizaba a los latinoamericanos en el pasado sigue presente en la región. En Haití ocurre el 70% de muertes por rabia en la región, otros países con casos registrados son Bolivia, República Dominicana, Guatemala y Brasil.

En el resto del continente americano, la enfermedad ha sido erradicada casi totalmente desde los años 80 y las regiones del mundo que más la padecen actualmente son África y Asia, donde ocurren el 95% de las muertes humanas por rabia transmitida por mordeduras de perros y otros animales, según la Organización Mundial de la Salud.

Este control de la enfermedad ha sido posible gracias a lo que los especialistas consideran la medida más efectiva para parar la rabia: vacunar a los perros. Aunque puede ser transmitida por otros animales, la cercanía de los perros a los asentamientos humanos los convierte en los principales transmisores de la enfermedad.

Medio millón de perros

“La rabia es un problema serio de salud pública en Haití”, dice Caroline Plante, especialista del Banco Mundial. Explica que en el país no se reportan todas las muertes por rabia transmitida por perros, y se estima que haya unas 200 muertes por año.

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El mayor problema –sin duda- son los perros. Por esto, el Gobierno haitiano ha emprendido una campaña de vacunas de los animales, apoyada por el Banco Mundial. La meta es vacunar a 500,000 perros. Vacunar por lo menos el 70% de la población canina sería suficiente parareducir los casos de rabia, como ya se ha hecho en otros países.

“Muchos factores sociales, culturales y económicos han contribuido a la propagación de la rabia en Haití, incluyendo la tensión financiera por la reconstrucción después del terremoto y la epidemia subsecuente del cólera”, afirma Plante. Pero la iniciativa del Gobierno podría salvar vidas, dice la especialista, especialmente de los niños más pequeños.

Rabia y pobreza

“En América Latina y el Caribe, la rabia está asociada muchas veces con la pobreza y se considera una enfermedad descuidada”, dice Plante. La organización internacional para la salud de los animales afirma que “la rabia es un problema grande de salud pública que afecta desproporcionadamente a las comunidades rurales y pobres”.

Según la Organización Mundial de la Salud, hay dos tipos de síntomas de rabia en los humanos: La modalidad “furiosa”, donde las personas presentan hiperactividad y que puede terminar en un paro cardiaco; y la rabia “paralítica”, que paraliza lentamente los músculos de la personas y puede terminar en un coma.

La buena noticia es que la vacunación de los perros puede ayudar a prevenir el contagio. También se puede prevenir la muerte de los humanos con un tratamiento a tiempo de la herida y con vacunas.

* Isabelle Schaefer es productora online del Banco Mundial.

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