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El OIEA concluye que Irán investigó sobre armas atómicas antes de 2003

El texto, que debe cerrar el dosier nuclear, estima que no pasó de la fase de estudio y viabilidad de un dispositivo explosivo

Ángeles Espinosa

Irán intentó desarrollar un arma nuclear antes de 2003, aunque abandonó definitivamente ese proyecto desde 2009, según el informe final elaborado por los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). El acuerdo nuclear alcanzado el pasado julio entre Irán y las seis grandes potencias remite a ese documento para aclarar la naturaleza de las posibles dimensiones militares del programa iraní antes de cerrar la crisis que desde hace 13 años ha bloqueado las relaciones de Teherán con el resto del mundo.

“El Organismo evalúa que Irán llevó a cabo una serie de actividades relevantes para el desarrollo de un dispositivo explosivo nuclear antes de finales de 2003 en el marco de un esfuerzo coordinado”, asegura el informe que esta tarde se ha filtrado a varias agencias de noticias. No obstante, el texto precisa que esas actividades “no pasaron de los estudios científicos y de viabilidad, y de la adquisición de ciertas capacidades y competencias técnicas relevantes”.

El OIEA destaca además que los inspectores no han encontrado “indicaciones creíbles de actividades significativas en Irán para el desarrollo de un dispositivo explosivo nuclear después del año 2009”.

“Lo más importante del informe es que rechaza las numerosas alegaciones pasadas o siembra dudas sobre ellas”, se ha apresurado a declarar el vice ministro de Exteriores iraní Abbas Araghchi en una comparecencia en la televisión estatal.

En efecto, pone en evidencia el notorio discurso ante la ONU del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que en 2012 afirmó que Irán había completado “el 70% del proceso” para tener un arma nuclear y trazó unas imaginarias líneas rojas sobre el dibujo de una bomba.

“Podemos decir que todas las medidas relativas a los asuntos pendientes han quedado totalmente arregladas, y que la cuestión de la posible dimensión militar del programa nuclear está cerrada”, ha asegurado Araghchi, mano derecha del ministro de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, durante la negociación del acuerdo. “Le corresponde a la Junta de Gobernadores del OIEA decidir sobre el informe, pero creemos que este texto significará el cierre del caso”, ha insistido Araghchi.

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Sin embargo, no todos los analistas lo tienen tan claro. Al reconocer que la República Islámica intentó hacerse con armas atómicas en el pasado puede dificultar la puesta en práctica del pacto, que le ofreció levantar las sanciones a cambió de que limitara sus actividades nucleares.

“Esa acusación no es cierta. No aceptamos que Irán haya hecho investigaciones relacionadas con la bomba atómica”, ha subrayado Araghchi, que se ha mostrado relajado en su intervención televisiva.

Cuando la semana pasada, el director general del OIEA, Yukiya Amano, adelantó que el informe no respondería con “un sí o un no” a si el programa nuclear iraní había tenido dimensiones militares, Teherán mostró su malestar. Los responsables iraníes siempre han negado ese extremo.

Ya a mediados de la década pasada, los servicios secretos norteamericanos aseguraron que Irán había interrumpido su programa nuclear militar en 2003. Ese año, Estados Unidos invadió Irak y por algunos meses cundió el temor en algunos círculos iraníes a que su país fuera el siguiente. “Antes de 2003 tampoco tuvimos un programa nuclear militar”, desmintió sin embargo el que por entonces era presidente de Irán, Mohamed Jatam, cuando EL PAÍS preguntó unos años más tarde.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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