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La campaña de exabruptos de Trump

El candidato republicano a la presidencia de EE UU se asegura la atención mediática con propuestas delirantes y salidas de tono

Donald Trump, en un acto del Día de Pearl Harbor Day en Mount Pleasant (Carolina del Sur), el lunes.
Donald Trump, en un acto del Día de Pearl Harbor Day en Mount Pleasant (Carolina del Sur), el lunes.RANDALL HILL (REUTERS)

Las salidas de tono y las propuestas delirantes, cuando no directamente inconstitucionales, del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump se cuentan ya por decenas desde que se iniciara la campaña para las elecciones presidenciales de Estados Unidos. La campaña de exabruptos alcanzó este pasado lunes tintes preocupantemente islamófobos, cuando pidió que Estados Unidos suspenda temporalmente, pero de forma “total y completa”, la entrada de musulmanes al país. Su propuesta llegó en un comunicado, publicado pocos días después del tiroteo que acabó con la vida de 14 personas en San Bernardino (California), que el FBI investiga como un “acto de terrorismo”. Pero esta no ha sido su única impertinencia.

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"¡Debemos estar alerta!"

Este lunes, Trump anunció su propuesta a través de su cuenta de Twitter. “Acabo de hacer una declaración muy importante acerca de la entrada extraordinaria de odio y peligrosos a nuestro país. ¡Debemos estar alerta!”, escribió. En su comunicado exponía lo siguiente: “Hasta que no podamos determinar y comprender este problema y la amenaza que representa, nuestro país no puede seguir siendo víctima de ataques horribles de personas que solo creen en la yihad y que no tienen ningún sentido ni respeto por lo que significa la vida humana”. Según el magnate, los musulmanes que aspiren a entrar en EE UU deberán permanecer en sus países hasta que las autoridades estadounidenses “puedan averiguar lo que está pasando”.

"¡Ahora el pobre no sabe lo que dijo!"

Hace dos semanas Trump se burló públicamente de la condición física de Serge Kovaleski, un periodista del New York Times, después de que no avalase sus tesis sobre las supuestas celebraciones musulmanas tras el 11-S. Trump reiteró el pasado martes que miles de musulmanes de New Jersey celebraron la caída de las Torres Gemelas y esgrimió como prueba un artículo escrito por Kovaleski, que entonces trabajaba para el Washington Post.

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A raíz de la polémica generada, ha sido el propio reportero el que ha dado su propia versión asegurando que "no recordaba decir que hubiese miles o incluso cientos de personas celebrando". Kovaleski padece artrogriposis y tiene limitados los movimientos de sus brazos. El candidato republicano ha respondido al periodista  con evidentes gestos de burla por la enfermedad que padece asegurando: "Ahora el pobre no sabe lo que dijo, ahora no se acuerda".

"Nadie tenía armas excepto los malos"

Tras los atentados de París del 13 de noviembre, Trump aprovechó la tragedia para defender la laxa legislación estadounidenses sobre la compra de armas frente a la francesa, mucho más restrictiva. En un acto en  Beaumont (Texas), que arrancó con un minuto de silencio por las víctimas, Trump dijo: “Mira París, las leyes contra las armas más duras del mundo. Nadie tenía armas excepto los malos. Nadie. Nadie tenía armas. Y los dispararon uno por uno. Al final, entraron, hubo un tiroteo y mataron a los terroristas. Puedes decir lo que quieras, pero si hubieran tenido armas, si los nuestros pudieran llevar armas…”, la gente empezó a aplaudir, “…la situación habría sido muy, muy diferente”. A continuación, Trump dijo que lo mismo ocurría en las ciudades estadounidenses con las leyes más restrictivas sobre las armas, como Chicago.

“México no es nuestro amigo”

La inmigración es uno de los cabalos de batalla de Trump, que ha arremetido en varias ocasiones contra la comunidad latina. En julio pasado, en Laredo, localidad texana en la frontera con México donde el 95% de los ciudadanos registrados en el censo son hispanos, se reafirmó en sus críticas a la inmigración y defendió la idea de construir un muro en "algunas partes" de la frontera entre EE UU y México. "Un muro en la frontera nos ahorraría muchísimo dinero. Tenemos que levantarlo", afirmó. 

Ya en el arranque de su campaña en una intervención desde Nueva York que buscaba la máxima provocación, Trump dijo de los mexicanos: “Están enviando gente que tiene muchos problemas, nos están enviando sus problemas, traen drogas, son violadores, y algunos supongo que serán buena gente, pero yo hablo con agentes de la frontera y me cuentan lo que hay”. La opinión de Trump sobre México se resume en: “México no es nuestro amigo”. Según él, China y el vecino del sur se están llevando el empleo de EE UU.

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