La derrota obliga al chavismo a revisar su política económica
El chavismo aspira a encontrar la salida a la crisis de abastecimiento de productos básicos sin renunciar a su apuesta por una economía con base en el Estado
En el contexto de la durísima derrota sufrida en las legislativas del domingo y del pulso por el reequilibrio de poder interno, el chavismo ha abierto la puerta a una reflexión sobre su modelo económico. El Gobierno de Caracas anunció ayer la convocatoria de un foro para revisar su desempeño económico. El presidente Maduro advirtió que no habrá ningún viraje en el rumbo ideológico, pero el congreso económico convocado para el miércoles intenta detectar medidas de mejora en el devastador escenario de crisis que azota el país.
La reunión del presidente Nicolás Maduro con los delegados del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) culminó la madrugada de ayer, después de una maratoniana sesión que combinó discusiones entre dirigentes regionales y ministros con intervenciones ásperas del gobernante, en un esfuerzo por mostrar una versión de sí mismo muy parecida a la de su mentor Hugo Chávez.
La plenaria, transmitida por el principal canal de televisión del Estado, fue muy pobre porque se discutieron pocas ideas y se centró en un ajuste de cuentas entre los responsables regionales de movilizar a los electores el día de las elecciones. Pero para no quedarse en la anécdota, el Gobierno también decidió que revisaría su desempeño económico convocando para el miércoles un Congreso Económico de Pensamiento Socialista hacia el Modelo Productivo. El largo título lo dice todo: se trata de buscar pequeñas variantes para retener a la clientela que creó el chavismo en los últimos 17 años y que votó por la oposición.
El chavismo aspira a encontrar la salida a la crisis de abastecimiento de productos básicos —que asoma como la principal causa de la derrota del domingo— sin renunciar a su apuesta por una economía que concentra en el Estado la responsabilidad del desarrollo nacional. De momento no se asoman grandes reformas porque Maduro las considera una traición “al modelo igualitario inclusivo de la Revolución”. “Es una lucha de clases entre la élite burguesa parasitaria contra el pueblo. Buscaron dar un golpe electoral y tratarán de utilizar el poder que obtuvieron para desmontar la Revolución y dar un golpe definitivo contra la patria”, explicó.
Descontento público
La decisión se produce cuando las bases del chavismo muestran su descontento en las redes sociales sin temor a represalias. El jueves se viralizó un vídeo donde el presentador estrella de un programa estatal, Oswaldo Rivero, se quejó de la reacción del presidente al varapalo. Maduro ha puesto en duda la continuidad de algunos planes sociales y ha mostrado su molestia con las bases en algunas intervenciones. La más célebre fue el martes en su programa de televisión: “Yo tenía pensado construir cuatro millones de viviendas, pero ahora no sé. Te pedí el apoyo y no me lo diste”.
La oposición considera esta reacción un chantaje. En las últimas horas la MUD se ha concentrado en demostrar que no habrá revanchas cuando controle el Parlamento. Un argumento que Maduro se empeña en derrotar: “No ha ganado una oposición que venga a hacer propuestas en positivo para el país, ha ganado una contrarrevolución antipatria”.
