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Arabia Saudí elige a las primeras mujeres concejales

Contra pronóstico, las mujeres logran un importante reconocimiento en sus primeras elecciones como votantes y candidatas

Ángeles Espinosa
Una mujer espera, el sábado, a depositar su voto en Riad.
Una mujer espera, el sábado, a depositar su voto en Riad. AHMED YOSRI (EFE)

Contra todo pronóstico, al menos 17 mujeres han logrado salir elegidas concejales en Arabia Saudí en los primeros comicios municipales en los que las saudíes han podido participar como candidatas y votantes. Aunque la agencia oficial de noticias SPA solo ha anunciado los nombres de cuatro electas, el periódico electrónico Sabq, próximo al Ministerio del Interior, da por seguro que 17 van a sentarse en los consejos por elección. Otro tercio de los miembros serán designados por las autoridades.

“Al final los saudíes vamos a ser menos conservadores de lo que se pensaba”, declara a EL PAÍS visiblemente contenta Eman al Nafjan, conocida bloguera y activista de los derechos de la mujer.

Resulta altamente significativo que las elegidas lo han sido en todas las regiones del reino. La primera que se ha conocido, Salma Bint Hizab al Otaibi, ha ganado su puesto en la localidad de Madrakah, a 110 kilómetros al norte de La Meca, el lugar más sagrado del islam. Al Oteibi se enfrentaba a otros nueve candidatos, siete hombres y dos mujeres, según ha explicado el presidente de la Comisión Electoral, Osama Al Bar, al difundir los primeros resultados de los comicios municipales del sábado.

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El mayor número, cuatro, han sido elegidas en la ciudad costera de Yeddah, entre ellas Lama al Sulaiman, quien hace unos días hablaba de su experiencia en este diario. En la capital, Riad, una de las tres nuevas concejalas, es Huda al Jeraisy, hija de un conocido empresario que presidio la Cámara de Comercio. En el norte del país, ha salido una concejala en Al Jawf y dos en la provincia de la Frontera Norte. En el sur, otra candidata ha conseguido suficiente respaldo en la de Jazan, cerca de la frontera con Yemen. En la Provincia Oriental, donde se concentra la minoría chií, hay dos elegidas en Al Ahsa y una en Qatif.

Cuando antes de los comicios los portavoces saudíes expresaban su confianza en que algunas mujeres salieran elegidas, tanto los periodistas como algunas de las candidatas se mostraban escépticos. Solo 130.000 posibles electoras se habían registrado en todo el país (frente a 1,35 millones de hombres) en esta primera ocasión en que podían hacerlo. Así que solo con el voto femenino era matemáticamente imposible conseguir uno de los aproximadamente 2.100 puestos en liza, dos tercios de los consejos que van a formarse en las 284 localidades del reino.

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¿Votarían los saudíes por una mujer? Dadas las restricciones a la propaganda electoral (sin fotos, sin televisión, sin mensajes de teléfono) y, sobre todo, la imposibilidad de que las candidatas se dirigieran directamente a los varones durante la campaña, sus posibilidades de conseguir ese voto eran extremadamente limitadas.

Aun así, Al Sulaiman se mostró confiada cuando habló con esta corresponsal. “Las dos veces que he salido elegida a la Cámara de Comercio, me han votado hombres. ¿Por qué no iban a hacerlo ahora?”, retaba. En un colegio electoral de Riad, un votante, Said, aseguraba haber votado por una mujer, aunque reconocía que su caso era inusual.

Ahora la sorpresa eclipsa la controversia que la inclusión de las mujeres en este pequeño experimento electoral de las autoridades saudíes ha desatado entre los sectores más conservadores de este país. Un 47,4 % de todos los registrados acudió a las urnas, según el ministro de Asuntos Municipales, Abdullatif al Sheikh.

Las mujeres necesitan de por vida la tutela de un varón, sin cuyo permiso no pueden estudiar, trabajar, casarse o viajar, y no se les permite conducir aduciendo “la cultura local”. Sin embargo, y a pesar de esas restricciones, un creciente número ha aprovechado la educación gratuita que facilita el Estado (incluso con generosas becas para estudiar en el extranjero) y hay brillantes ejemplos de médicos, profesoras universitarias, empresarias, abogados (que no pueden ejercer ante los tribunales) e incluso pilotos de aviación.

Tampoco los consejos municipales tienen poder, pero muchos saudíes, hombres y mujeres, consideran que es una oportunidad de participar en la toma de decisiones por básica que sea.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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