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Macri nombra por decreto dos jueces de la Corte Suprema de Argentina

La polémica designación provoca el rechazo del kirchnerismo y de juristas de prestigio

Alejandro Rebossio
La gobernadora de la provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, cuñada de la expresidenta, saluda este sábado a Macri.
La gobernadora de la provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, cuñada de la expresidenta, saluda este sábado a Macri.HO (AFP)

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, desató la primera polémica de su gobierno cinco días después de estrenarse en el cargo. Sus portavoces informaron este lunes a la prensa argentina que nombrará por decreto a los dos magistrados que faltan para completar los cinco que deben integrar la Corte Suprema de Argentina. El jefe de Estado podría llamar a sesiones extraordinarias del Congreso en el verano austral para que el Senado los ratifique de inmediato en sus puestos, como establece el mecanismo habitual fijado por la Constitución, pero ha preferido recurrir a un mecanismo supuestamente legal para designarlos ahora y esperar a que en marzo, cuando comience el periodo legislativo ordinario, la cámara alta los confirme.

La prisa de Macri por llenar las dos vacantes que había en el máximo tribunal de Argentina despertó diversas especulaciones sobre eventuales medidas que adoptará de aquí a marzo y que podrían desembocar en recursos sobre su constitucionalidad. La anterior presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, había propuesto en su momento algunos nombres para esos puestos, pero no había logrado el consenso necesarios de dos tercios del Senado para aprobarlos. En la cámara alta, el kirchnerismo cuenta con mayoría absoluta pero no con dos de cada tres bancas: suma unos 43 senadores sobre un total de 72. La alianza Cambiemos, de Macri, solo cuenta con 15, por lo que necesariamente deberá pactar con la antigua fuerza en el poder.

La polémica decisión de Macri puede llevar a que en marzo los senadores kirchneristas rechacen sus nombramientos, pese a que se trata de dos juristas de prestigio. Por un lado, designará a Carlos Rosenkrantz, rector de la universidad privada de San Andrés, doctor en Yale y exasesor del Gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), de la Unión Cívica Radical (UCR, centro), aliada del partido liberal Propuesta Republicana (PRO), de Macri. Por otro, nombrará a Carlos Rosatti, que fue ministro de Justicia del Gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) hasta que renunció de manera intempestiva y misteriosa.

Los jueces de la Corte Suprema deben ser ratificados por dos tercios de los senadores

El jefe del grupo kirchnerista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, advirtió que la designación por decreto de magistrados de la Corte Suprema carece de antecedentes desde que la democracia retornó a Argentina en 1983. El periódico ‘La Nación’ citó un caso similar de 1853. “Estoy sorprendido. Esto es un disparate”, dijo Pichetto. "El presidente sólo tendría que haber convocado a sesiones extraordinarias si tenía tanto apuro para tratar esto. (El decreto) deja a la Corte al borde de la inconstitucionalidad y de la nulidad de sus fallos”, rechazó el senador kirchnerista la legalidad del procedimiento adoptado por el nuevo jefe de Estado.

“No existe ningún antecedente en la historia del país de designación en comisión (por decreto) de jueces de la Corte Suprema, es algo realmente novedoso e impropio”, opinó León Arslanian, uno de los jueces que condenó en 1985 a los jerarcas de la última dictadura militar (1976-1983). En declaraciones a la agencia de noticias Télam, Arslanian reconoció que los designados Rosatti y Rosenkrantz "son personas idóneas", pero advirtió: “Si bien es verdad que la Corte debe funcionar con la cantidad de integrantes que garantice una eventual mayoría, en caso de receso la solución es la designación de conjueces, sin necesidad de hacer una interpretación extensiva del artículo 99 de la Constitución (para nombrar magistrados por decreto). Este artículo no es aplicable a los jueces de la Corte, sino a otra categoría”.

Macri asumió el poder el pasado jueves con la promesa de unir a los argentinos, respetar una justicia independiente y combatir la corrupción. De confirmarse su intención de designar a ambos jueces, la primera polémica de su gobierno estará encendida.

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