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El político chileno mejor valorado tiene 28 años

El diputado Giorgio Jackson capitaliza las ansias de cambio en un 2015 marcado por los casos de corrupción

Rocío Montes

Apenas lleva 21 meses en el Congreso, pero el diputado Giorgio Jackson, de 28 años, uno de los líderes del movimiento estudiantil de 2011, se ha instalado esta semana como el político mejor valorado por la ciudadanía. Según la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), una de las radiografías más completas de la coyuntura nacional, el ingeniero, del movimiento Revolución Democrática, ha sobrepasado a todas las figuras de peso de la política local, incluidas muchas que ambicionan llegar a La Moneda en marzo de 2018. En un país donde el poder sigue siendo manejado por quienes lideraron la transición de la democracia desde 1990, la irrupción de un joven nacido en 1987 parece representar una señal potente sobre las ansias de cambio de los chilenos en un año marcado por los escándalos de corrupción.

“Apoyos deberían ser a ideas, no sólo a personas”, escribió el parlamentario en su cuenta de Twitter, que utiliza con mucha frecuencia y que tiene más de 600.000 seguidores. “Creo que las felicitaciones las vamos a merecer todos cuando logremos organizarnos y convocar mayorías de cambio sin ambigüedades”.

Exjugador de voleibol y único hombre en una familia de mujeres, Jackson comenzó a ser conocido para la opinión pública chilena hace cuatro años, en 2011. Como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC) fue uno de los líderes de las masivas protestas callejeras en demanda de educación pública y de calidad durante el Gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014). Pero el estudiante de ingeniería no era el único dirigente ni el de mayor visibilidad: dentro y fuera de Chile, el principal símbolo y rostro de las movilizaciones era la militante comunista Camila Vallejo. Juntos formaron una dupla potente y cohesionada, aunque ella pertenecía a la estructura tradicional de un partido político y Jackson formaba parte de un movimiento universitario de centroizquierda, Nueva Acción Universitaria (NAU).

Jackson ha procurado mantenerse en los márgenes del oficialismo y, en ocasiones, no ha tenido reparos en enfrentarse al Gobierno de la socialista Michelle Bachelet

Pese a que se trataba de una apuesta arriesgada, considerando el discurso rebelde del movimiento, Jackson, Vallejo y otros dirigentes estudiantiles, como Gabriel Boric, decidieron en 2013 apostar por un camino institucional y se postularon con éxito al Congreso. Desde su escaño, Jackson se ha concentrado sobre todo en el ámbito del que provino su liderazgo, la educación. Pero también se ha involucrado en temas diversos como la despenalización de la marihuana, una asamblea constituyente para una nueva Carta Fundamental, la rebaja de la dieta parlamentaria y el endurecimiento de las sanciones para los congresistas que no cumplan la normativa del financiamiento de campañas, un problema que ha marcado la política este 2015.

Personaje autónomo

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En su quehacer parlamentario, Jackson ha procurado mantenerse en los márgenes del oficialismo y, en ocasiones, no ha tenido reparos en enfrentarse al Gobierno de la socialista Michelle Bachelet. Aunque se define como un dirigente de izquierda, parte de su capital político, precisamente, tiene relación con la autonomía.

En el listado de los políticos mejor valorados de la encuesta CEP, Jackson obtiene un 44%, por encima de personajes clave de las últimas décadas: la senadora Isabel Allende, los expresidentes Sebastián Piñera y Ricardo Lagos, la propia Bachelet y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. El diputado ha desplazado del primer lugar a Marco Enríquez-Ominami, el exdiputado socialista que en la última medición de agosto encabezó el listado. Los vínculos con un caso de financiación ilegal de campañas de parte de la empresa del exyerno de Pinochet han provocado que Enríquez-Ominami sufra una caída relevante en esta tabla de popularidad: octavo lugar, su peor resultado desde junio de 2009.

Jackson ha capitalizado la imagen de renovación y de cambio que hace varios años capturaba Enríquez, el líder del Partido Progresista (PRO) que, con 42 años, también representa una excepción en el panorama político chileno. Pero la valoración positiva no es lo mismo que la adhesión. Este hecho explica, por ejemplo, que aunque Jackson sea reconocido por la ciudadanía todavía no haya logrado reunir las firmas necesarias para que su movimiento se transforme en un partido político.

La encuesta CEP es una especie de termómetro de los presidenciables chilenos. Según la legislación, sin embargo, Jackson no podría presentarse como candidato en los próximos comicios: un presidente debe tener 35 años como mínimo para llegar a La Moneda, edad que el ingeniero cumplirá el 7 de febrero de 2022.

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Sobre la firma

Rocío Montes
Es jefa de información de EL PAÍS en Chile. Empezó a trabajar en 2011 como corresponsal en Santiago. Especializada en información política, es coautora del libro 'La historia oculta de la década socialista', sobre los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. La Academia Chilena de la Lengua la ha premiado por su buen uso del castellano.

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