_
_
_
_
_

El ejecutivo más odiado del sector farmacéutico, arrestado por fraude

Martin Shkreli, ejecutivo de Turin Pharmaceuticals, enfrenta siete cargos por inflar un 5.000% el precio de los medicamentos contra el sida

Martin Shkreli a su llegada a una Corte federal en Estados Unidos.
Martin Shkreli a su llegada a una Corte federal en Estados Unidos.LUCAS JACKSON (REUTERS)

Martin Shkreli originó un estruendo en Estados Unidos cuando la compañía farmacéutica que dirige disparó de la noche a la mañana un 5.000% el precio de un tratamiento para pacientes de Sida y de cáncer. Hillary Clinton, en su campaña para llegar a la Casa Blanca, puso sus artimañas al frente de Turing Pharmaceutical como ejemplo de sus propuestas contra la manipulación de precios. “Es un escándalo”, dijo la demócrata en Twitter. Ahora el ejecutivo ha sido arrestado por fraude.

Las autoridades federales llevaban tiempo investigando a Shkreli, antes incluso de que Clinton denunciara públicamente las tácticas comerciales de Turing con el Daraprim y se convirtiera en el hombre más odiado de la industria. Pero incluso sabiendo que el FBI le seguía la pista muy de cerca, este controvertido ejecutivo de solo 32 años de edad optó mantener su perfil alto, con continuas apariciones en las cadenas financieras para defender su manera de hacer negocio.

Shkreli actuaba como un verdadero tiburón de Wall Street. De hecho, antes de meterse de lleno en el negocio farmacéutico fue gestor de un fondo de alto riesgo. El regulador financiero le acusa ahora de haber creado una trama Ponzi para enriquecerse. Los siete cargos presentados este jueves por fraude, por los que puede ser condenado a 20 años, se refieren a la primera farmacéutica que dirigió, la biotecnológica Retrophin, de la que fue despedido hace más de un año.

La fiscalía en Brooklyn explica que creó una verdadera “red de mentiras” para engañar a los inversores mientras usaba el efectivo y las acciones de la sociedad para pagar deudas que contrajo con clientes del hedge fund a los que había estafado. Retrophin demandó a Shkreli buscando recuperar 65 millones de dólares. Como viene haciendo desde su despido, el joven ejecutivo volvió a negar los cargos. El juez le puso cinco millones de fianza para poder quedar en libertad.

Ahora un jurado debe determinar si es culpable de fraude. El arresto de Shkreli se produce poco después de haber adquirido otra pequeña farmacéutica, KaloBios. Esta compañía especializada en el desarrollo de tratamientos contra el cáncer de pulmón subió un 400% el día después de conocerse la compra. Este jueves, sin embargo, perdía la mitad de su valor bursátil antes de que se suspendiera su cotización, lastrada por el revuelo que en las redes sociales generó su imagen esposado.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_