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China, tierra de accidentes industriales

El desprendimiento en Shenzhen evidencia la falta de medidas de seguridad y prevención

Foto: reuters_live | Vídeo: REUTERS LIVE

La cada vez mayor certeza de que el masivo desprendimiento de tierra en un parque industrial de la ciudad sureña de Shenzhen fue causado por una cadena de errores humanos vuelve a poner a China en el punto de mira. La inmensa cantidad de barro que provocó el derrumbe de hasta 33 edificios y sepultó a 85 personas era parte de una montaña formada por la acumulación de residuos y arenas procedentes de varias obras que se levantó a lo largo de meses de forma ilegal. Según los periódicos locales, los vecinos se habían quejado de forma recurrente de que los camiones seguían echando tierra a pesar de que el sitio debía haber echado el cierre hace meses.

En febrero de 2014, las autoridades concedieron una licencia a la empresa propietaria de la escombrera para operar durante los 12 meses siguientes. En julio de este año, cinco meses después de que el permiso caducara, varios inspectores descubrieron que el enclave seguía operativo y que no cumplía la normativa de seguridad y de mantenimiento. Los oficiales pidieron a la compañía propietaria que cesara las operaciones, mejorara las instalaciones y solicitara una nueva licencia en septiembre. No lo hizo.

"Las autoridades no han aprendido las lecciones del desastre de Tianjin", aseguran desde China Labour Bulletin (CLB), una ONG con sede en Hong Kong que defiende los derechos laborales de los trabajadores chinos. Entonces, una cadena de explosiones en unos almacenes de sustancias peligrosas causó la muerte de más de 170 personas, muchas de ellas bomberos que acudieron al lugar de los hechos para apagar el incendio inicial. Las investigaciones confirmaron que la empresa propietaria continuó operando a pesar de que su licencia había espirado. "Estos dos accidentes comparten ciertas características: suceden en ciudades modernas y desarrolladas, son causados por almacenar un gran volumen de materiales peligrosos cerca de edificios residenciales e industriales y revelan una evidente falta de regulación y supervisión gubernamental", aseguran desde la organización.

El suceso pone en evidencia la falta de seguridad laboral en según qué sectores en China. "Los accidentes se producen todos los días. Los trabajadores de la construcción son especialmente vulnerables, pero también los de las fábricas o hasta los barrenderos, que a menudo son atropellados por vehículos", precisa Geoffrey Crothall, de CLB. La organización recoge datos sobre los accidentes laborales en China que salen a la luz y los junta en un mapa interactivo. Solamente de enero a noviembre, se han registrado 539 incidentes, 447 de los cuales han acabado con la vida de uno o más trabajadores. Los sectores más afectados son la construcción (194), la manufactura (83) y la minería de carbón (41). De hecho, tras Tianjin y el deslizamiento de tierra en Shenzhen, el tercer suceso de este tipo que se saldó con más muertes fue el derrumbe de una mina en la provincia de Shaanxi, que dejó a 65 personas atrapadas en su interior.

Aunque las cifras de víctimas se han reducido en los últimos años, los expertos aseguran que aún no existe una cultura de seguridad laboral en el lugar de trabajo y que en muchos casos, aunque las leyes sean suficientemente duras, el problema radica en su vago cumplimiento. "En muchos casos la productividad y el beneficio todavía prevalece sobre la seguridad y la prevención de accidentes", concluye Crothall.

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