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“Los hispanos aún no saben que guardan la llave de la Casa Blanca”

La Cámara Hispana de Comercio celebra una serie de entrevistas inéditas con los candidatos presidenciales

Javier Palomarez en su oficina de Washington.
Javier Palomarez en su oficina de Washington. C. F. PEREDA

Javier Palomarez tiene un mensaje para todos los candidatos a suceder a Barack Obama en la Casa Blanca. Palomarez, presidente de la Cámara Hispana de Comercio desde 2009, ha logrado que seis de ellos conversen con él en una entrevista de 90 minutos que nadie más en Washington ha conseguido hacer. Su misión es hablar con todos los aspirantes porque “el voto hispano nunca ha sido tan importante en la historia de este país a la hora de elegir a un presidente”, afirma en conversación con EL PAÍS en la sede de la Cámara.

Palomarez acaba de aterrizar en Washington y en apenas dos horas volverá a pisar el aeropuerto. Desde una pequeña oficina en la prestigiosa calle K de la capital, un equipo de 13 personas mueve los hilos de una operación sencilla pero ambiciosa. Quiere llevar a todos los rincones del país el mismo lema: “Nadie más llegará a la Casa Blanca sin dirigirse abiertamente al voto hispano”.

A sus 54 años, este líder hispano de madre sevillana y padre mexicano, vive aferrado a una maleta. Pasa el 90% de su tiempo saltando de una ciudad a otra para reunirse con empresarios y hacer campaña por sus intereses. Su recorrido por todo Estados Unidos dibuja las conexiones de una de las comunidades empresariales más sólidas del país.

“Queremos que América despierte y se dé cuenta de que somos un activo increíble para esta nación”, afirma. La Cámara Hispana de Comercio, fundada en 1979, representa los intereses de 4.1 millones de empresas creadas por hispanos. Contribuyen cada año más de 660.000 millones de dólares a la economía estadounidense.

Los inmigrantes son importantes para la economía, para el sistema educativo… y solemos olvidarnos de esto”

La trayectoria de los hispanos tiene su reflejo en la de Palomarez. Tras perder a sus padres en la adolescencia, se graduó del instituto con clases nocturnas y entró en la universidad con una beca de The Wall Street Journal. A partir de ahí, su trabajo en empresas como State Farm o Bank of America forjó una carrera hasta su presidencia en la Cámara. Hoy Palomarez es el ejemplo vivo que demuestra por qué la comunidad hispana cada vez es más sinónimo de poder y menos de inmigración o desigualdad.

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“Durante demasiado tiempo hablar de hispanos era hablar de una comunidad que necesita ayuda, de inmigración ilegal, de guerras contra las drogas”, afirma. Ahora empieza a ser habitual escuchar que los hispanos crean además el triple de empresas que el resto de estadounidenses o que el 42% de las compañías del índice Fortune 500 han sido creadas por inmigrantes. “Los inmigrantes son importantes para la economía, para el sistema educativo… y solemos olvidarnos de esto”.

Palomarez no encaja en el perfil de quienes apuntalan sus argumentos elevando la voz. Su arma es la paciencia y una colección de datos que derrota a cualquier slogan de campaña. “Somos los que estamos creando empleo y aún así hay quien afirma que estamos robando puestos de trabajo. Nada más alejado de la verdad”. Incansable, dice que Estados Unidos tiene “muy poca memoria”, porque se olvida fácilmente de que las empresas en manos de inmigrantes contribuyen 780.000 millones de dólares cada año y contratan a uno de cada diez trabajadores en el país.

Su iniciativa dio un giro la pasada primavera. En los primeros meses de la campaña presidencial de 2016, Palomarez dijo en una entrevista que esperaba que el senador y aspirante a la nominación , Ted Cruz, “no cometiera el mismo error” de de otros candidatos republicanos “y que solo se acordase de los hispanos una vez lograda la nominación”. El error ha consistido en ignorar a la comunidad hispana para poder superar las primarias sin ofender a la base conservadora del Partido Republicano.

Al día siguiente la frase recaló en uno de los blogs más leídos por la clase política de Washington y el gesto se convirtió en un desafío a los candidatos. Palomarez recuerda que en apenas dos días el senador Ted Cruz -“precisamente el que tenía más que perder”- acordó participar en la entrevista. Él fue el primero en responder durante hora y media a las preguntas de Palomarez, ante miembros de la comunidad empresarial. La conversación, como con el resto de candidatos, fue difundida después a través del canal de YouTube de la Cámara. Ningún medio ni organización estadounidense ha logrado aún entrevistar a seis candidatos presidenciales.

“No somos una organización de derechos civiles sino empresarial, pero la realidad es que en este país el cruce entre la política y el negocio es irrefutable”, dice Palomarez. “Somos la única institución que puede convocar a ambos extremos del espectro político”.

Un mensaje para los hispanos

Ese poder de convocatoria también le sirve a la Cámara Hispana de Comercio para enviar otro mensaje, esta vez a los 53 millones de hispanos. Cada 30 segundos, un latino cumple 18 años y obtiene el derecho a votar. Son 60.000 votantes al mes durante los próximos 21 años y sobre todos ellos recae una responsabilidad única.

“La comunidad hispana aún no se ha dado cuenta de que guardamos las llaves de la Casa Blanca”. El líder hispano califica de “irrelevante” la presencia de candidatos que demonizan a los inmigrantes porque, dice, nunca serán presidente. “Debemos preocuparnos por los restantes”, explica. “La comunidad hispana tiene la responsabilidad de saber quiénes son los aspirantes e ir más allá de la retórica. Debemos mirar en su pasado para entender lo que harán en el futuro”.

Palomarez confía en que las entrevistas ayuden a descifrar las propuestas presidenciales. Además de Cruz, el senador demócrata Bernie Sanders, los exgobernadores Martin O’Malley, Jeb Bush y John Kasich, así como la ex secretaria de Estado Hillary Clinton han respondido a preguntas que abarcan desde la economía, el salario mínimo, el pago equitativo entre hombres y mujeres, las relaciones comerciales o la inmigración. “No todo empieza y acaba en la inmigración”, advierte. “Lo que queremos demostrar a los candidatos es que somos como el resto de americanos”.

Aún así, reconoce que este es el asunto que “unifica” a la comunidad hispana. “Da igual si llevas aquí cinco años o cinco días. Si eres latino, si eres hispano, eres de los nuestros”. Este razonamiento que funciona como la columna vertebral de la comunidad hispana en Estados Unidos hace que los latinos sepan que el trato recibido por uno solo de ellos “revela cómo te sientes hacia todos nosotros”.

A pesar del tono empleado por candidatos como Donald Trump —que canceló su entrevista con la Cámara Hispana de Comercio en el último momento— Palomarez asegura que todos los aspirantes saben que no llegarán a la Casa Blanca sin el apoyo del electorado hispano. “Algunos están dispuestos a admitirlo. Otros están dispuestos a negarlo”, insiste. “Y hay quien todavía no sabe lo que van a hacer al respecto, pero lo saben”.

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