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Dos empresarios kirchneristas en crisis

Una constructora despide a 1.800 empleados; un grupo de medios retrasa las nóminas

La empresa Austral Construcciones en la ciudad de Rio gallegos, perteneciente a Lázaro Baez.
La empresa Austral Construcciones en la ciudad de Rio gallegos, perteneciente a Lázaro Baez.Ricardo Ceppi

La peronista Cristina Fernández de Kirchner dejó la presidencia de Argentina y dos de los empresarios más cercanos a ella entraron en problemas. Por un lado, Austral Construcciones, la compañía de Lázaro Báez, comenzó este miércoles a despedir a 1.800 obreros después de que se prolongaran los retrasos en las transferencias que debía hacerle la Dirección Nacional de Vialidad por obras contratadas. Por otro, el grupo de medios de comunicación 23, propiedad de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, comenzó a demorarse en el pago de nóminas después de que el nuevo Gobierno del liberal Mauricio Macri recortara la propanganda estatal en sus periódicos, revistas, emisoras de radio y canales de televisión. Sin embargo, en el Grupo 23 aducen que sufren una “crisis financiera” no por el final de la abundante publicad pública que recibían en los tiempos kirchneristas sino por la caída del negocio de los medios en papel y por el “exceso de empleados”. Allí trabajan unas 800 personas.Báez y los Kirchner había hecho negocios en común, pero en los últimos meses la entonces presidenta argentina dilató el pago de las obras que hacía Austral Construcciones. Un portavoz de esta empresa informó al periódico ‘Clarín’ que los despedidos serían reincoporados si se normalizan las transferencias, que ahora dependen de Macri.

El grupo de Szpolski y Garfunkel, a su vez, también se expandió durante los 12 años de kirchnerismo. En octubre pasado, Szpolski llegó a candidatearse a alcalde del municipio bonaerense de Tigre por el partido de Kirchner, pero perdió los comicios. En su grupo explican que también en ese momento comenzaron los problemas para cobrar los anuncios del Estado y del sector privado.

Empleados del Grupo 23, periodistas de otros medios y diputados kirchneristas y de izquierda marcharon el pasado miércoles a la sede de este conglomerado para protestar por lo que ellos consideran un “vaciamiento” de la compañía. En concreto, reclamaron por 65 trajadores que aún siguen sin cobrar el salario de noviembre pasado, la demora en la paga extra de final de año y el funcionamiento anormal de algunos medios. “Desde la patronal se sugiere a los empleados que dejen de asistir a su lugar de trabajo”, advirtió La Gremial de Prensa. En el grupo de Szpolski y Garfunkel admitieron que algunas revistas dejaron de publicarse, pero comentaron que han comenzado a pagar el salario navideño y negaron un “vaciamiento” del grupo. Lo que está claro es que para algunos empresarios kirchneristas se han acabado los buenos tiempos, y los que lo sufren son sus empleados.

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