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Kadirov arremete contra la oposición liberal rusa para agradar a Putin

El líder checheno convoca un mitin de exaltación nacional y contra los disidentes rusos

Pilar Bonet

Con sus agresivas críticas contra los políticos rusos de oposición, Ramzán Kadírov, el líder de Chechenia, pone en aprietos al jefe del Estado, Vladímir Putin, que hasta ahora ha sido capaz de mostrarse mordaz e irritado con los políticos de Occidente, pero no de calmar al caprichoso líder de la república caucásica que acabó sometiéndose a Moscú tras luchar por su independencia de Rusia tras la desintegración de la Unión Soviética.

Caracterizado por sus proclamaciones de lealtad a Putin, Ramzán Kadírov es hijo de un dirigente islámico (Ajmát Kadírov) que había luchado contra las tropas rusas hasta 1996, cuando, decepcionado por el creciente arraigo de las tendencias radicales en su tierra, se pasó a las filas prorrusas. Ajmat fue el primer presidente de Chechenia y murió en un atentado en Grozni, la capital, en 2004.

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Hace unos días, Ramzán Kadírov calificó a la oposición liberal rusa como “enemiga del pueblo”, utilizando así la terminología asociada con los grandes procesos estalinistas de los años treinta en la URSS. “Los representantes de la oposición externa al sistema intentan aprovecharse de la difícil situación económica. A esta gente hay que tratarla como a enemigos del pueblo y traidores… Juegan un juego inventado por los servicios secretos occidentales y les bailan la música. A esta gente hay que juzgarla con toda severidad por su actividad destructiva”, afirmó Kadírov ante periodistas.

No es la primera vez que el líder checheno se expresa rotundamente contra los sectores liberales, pero ahora sus palabras han sido recogidas por otros políticos chechenos, quienes además dieron nombres de los supuestos enemigos del pueblo (activistas, intelectuales y periodistas). Los aludidos, por su parte, no se mordieron la lengua y contestaron a las diatribas contra ellos. Para calmar los ánimos ha intervenido incluso la defensora del pueblo, Ella Pamfílova, que ha instado a no utilizar la terminología estalinista y ha mostrado preocupación por el enfrentamiento y por la posibilidad de que la retórica actual reabra viejas heridas. Kadírov tiene a su disposición contingentes armados y los activistas de oposición forman un sector minoritario y desprotegido en un panorama político hostil y antioccidental.

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Para apoyar a su líder, las autoridades de Chechenia están organizando un mitin el viernes en Grozni. En las redes sociales circula una disposición del Ministerio de Información local con cerca de sesenta consignas para corear en un mitin al que, según fuentes locales, se pretende llevar el máximo de población posible. Con diversas fórmulas, las consignas insisten en acusar de traidores y vendepatrias a políticos como Alexéi Navalni, Iliá Yashin, Gari Kaspárov; periodistas como Alexéi Venediktov, y emisoras como El Eco de Moscú y Dozhd. Una de las expresiones que más se repite es la de “quinta columna”, supuestamente al servicio y en nómina del Departamento de Estado norteamericano.

Ante los exabruptos del líder checheno, los dirigentes rusos muestran una tolerancia que contrasta con la severidad que aplican a la diezmada oposición liberal. Además, los responsables de la Fiscalía y el Comité de Investigación de Rusia se han empantanado de forma indefinida en diversas ocasiones cuando las pistas de delitos (entre ellos asesinatos) conducen hacia Chechenia.El último caso es la investigación de la muerte del político de oposición Borís Nemtsov, acribillado cuando se disponía a cruzar un puente junto al Kremlin el 27 de febrero de 2015.

En otro puente, también junto al Kremlin, el diputado de la Duma Estatal de Rusia Adam Delimjánov, representante de Chechenia, se fotografió esta semana en apoyo de Kadírov, junto con un grupo de paisanos, y colocó en las redes sociales la foto en la que se les ve coreando el lema: “Rusia, Ramzán, Alah Akbar”. El jefe del Parlamento checheno, Magomed Daudov, amenazó con lanzar el perro de Kadírov (de nombre Tarzán) a los miembros de la oposición extraparlamentaria y el senador Suleimán Gereméiev, por su parte, pidió que los representantes respondieran del supuesto delito de “traición” “con toda la fuerza de la ley”. Daúdov ha manifestado que los líderes de la oposición se burlan impunemente de las “costumbres y tradiciones de los pueblos de Rusia, llamándoles salvajes y medievales”. “Acaso permitiremos a un puñado de canallas sin patria ni bandera que siembren la desconfianza entre nosotros y que después, instigando una guerra sangrienta, entreguen nuestra patria a manos de 'nuevos amos' como sucedió en Yugoslavia, Ucrania y países del mundo árabe”, ha afirmado.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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