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¿Qué es el polonio 210?

El elemento químico que mató al espía ruso Litvinenko se encuentra presente en el humo del tabaco

El agente Alexander Litvinenko tras ser intoxicado con polonio 2010.
El agente Alexander Litvinenko tras ser intoxicado con polonio 2010. Natasja Weitsz

El exespía ruso procedente de la KGB Alexander Litvinenko, de 43 años, estaba investigando el asesinato de la periodista Anna Politkóvskaya —conocida opositora del presidente Putin— cuando el 1 de noviembre de 2006 se supo que había sido envenenado en Londres. Los médicos apuntaron en un primer momento que la intoxicación se había producido con un raticida por la presencia en su cuerpo de talio, un metal que se utiliza para exterminar a estos roedores. Sin embargo, tras su muerte, descubrieron en un análisis de orina polonio 210, un agente químico altamente radiactivo.

El polonio 210 existe de forma natural en el ambiente en concentraciones muy bajas y se encuentra también presente en el humo del tabaco. Aunque tarda en desintegrarse 138 días, es extremadamente tóxico y mortal. No se transmite de una persona a otra y su capacidad de penetración en el cuerpo humano es muy baja, excepto si se bebe junto a un líquido o se fuma su sal.

Los síntomas del espía ruso eran inequívocos: su cuerpo no generaba células, perdió todo el cabello y, en pocos días, sufrió un grave deterioro físico, así como del sistema inmunitario. La ingesta de polonio 210 viene acompañada, además, de otras afecciones como vómitos, diarrea, salivación excesiva, deshidratación, fiebre, fatiga o tensión baja.

Cuatro días después de la muerte de Litvinenko, el 23 de noviembre de 2006, los investigadores del caso hallaron radioactividad en más lugares de Londres, además del domicilio del exespía y del restaurante donde fue supuestamente envenenado. Entre otros, se detectó polonio 201 en la oficina del magnate ruso Berezovsky —con quien el exespía mantenía una estrecha relación y compartía su animadversión hacia Putin— y en dos aviones de la flota de British Airways. Antes de que cundiera el pánico, el ministro del Interior británico, por aquel entonces John Reid, pidió calma y recordó que las radiaciones "solo viajan unos pocos centímetros".

La eliminación del polonio 201 se consigue a través de las heces, orina, sudor y saliva. Se emplea principalmente en la producción de fuentes de neutrones en centros de investigación y en centrales nucleares. Y todo ser humano posee concentraciones muy bajas de este elemento químico, aunque en el caso de los fumadores estas son levemente más altas.

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