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Macri recibe a las organizaciones de derechos humanos y sus críticas

Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo reclaman la libertad de una kirchnerista presa

La jefa de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en su reunión con el presidente de Argentina, Mauricio Macri.
La jefa de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en su reunión con el presidente de Argentina, Mauricio Macri.Natacha Pisarenko (AP)

Poco después de que se anunciara que el presidente de Francia, François Hollande, recibiría en su visita de este miércoles a Buenos Aires a los líderes de las organizaciones de derechos humanos de Argentina, su homólogo Mauricio Macri también decidió convocarlos. Lo hizo justo un día antes del viaje de Hollande, este martes. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, cercana al kirchnerismo como muchos otros familiares de víctimas de la última dictadura militar argentina (1976-1983), se venía quejando de que no se había reunido con el liberal Macri en sus primeros dos meses de gobierno.

"Cuando llegamos, el presidente tenia una cara y cuando nos fuimos tenía otra. Es decir que le llegó el mensaje de estas señoras mayores”, opinó Carlotto tras el encuentro en la Casa Rosada (sede presidencial argentina). Junto con ella estuvieron representantes de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y el Centro de Estudios Legales y Sociales. Los cinco dejaron al jefe de Estado un documento conjunto con numerosas objeciones. “Uno entiende que cuando uno es presidente de un país no le es grato recibir críticas. Fue una charla tranquila y distendida. Se hizo con respeto. La sensación es de misión cumplida”, añadió Carlotto, cuya hija Claudia fue ratificada por Macri como jefa de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, que colabora en la búsqueda de hijos de desaparecidos robados por el régimen, y cuyos dos hijos varones son dirigentes kirchneristas.

Carlotto contó que pidieron a Macri por la libertad de quien consideraron una “presa política”, Milagro Sala, polémica dirigente social kirchnerista que fue detenida por un juez en enero pasado tras organizar una acampada en una plaza y a la que después procesaron por otros delitos de los que se la venía acusando hace tiempo, como fraude a la administración pública. “No hay fundamento legal alguno para su prisión preventiva y cualquier investigación en su contra debe desarrollarse sin vulnerar el principio de inocencia ni el derecho a la libertad personal”, pidieron las organizaciones de derechos humanos. “Como familiares de ex presos políticos y de detenidos-desaparecidos, no podemos dejar de ver este hecho como un enorme retroceso en la historia democrática de nuestro país”, añadieron.

La líder de Abuelas de Plaza de Mayo también criticó el nuevo protocolo del Gobierno de Macri para desalojar cortes de calles, que se han convertido en la principal forma de protesta social en Argentina desde su histórica crisis de 1998/2002. Las organizaciones advirtieron de que la norma “no prohíbe que las fuerzas de seguridad porten armas de fuego ni restringn el uso de las llamadas armas no letales, como las balas de goma”. Entre 1997 y 2010, unas 14 personas fueron asesinadas por policías en la represión de piquetes en calles y carreteras. Carlotto y los demás invitados también criticaron que el protocolo “restringe la labor periodística”. Es que la medida establece que “la participación de los medios se organizará de modo tal que desarrollen su labor en una zona de ubicación determinada, donde se garantice la protección de su integridad física y no interfieran con el procedimiento”. El secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, ha aclarado a El País que los periodistas “podrán quedarse en esa zona a resguardo o estar con los manifestantes”.

Carlotto y sus compañeros pidieron que el 24 de marzo, día del 40º aniversario del último golpe de Estado, puedan marchar como siempre a la Plaza de Mayo, sin inconvenientes, pese a que ese día Buenos Aires estará revolucionada por la visita del presidente de EE UU, Barack Obama. Macri les aseguró que podrán manifestarse sin problemar. “Si el señor Obama quiere tener una reunión con nosotros, por supuesto (la tendremos), es el presidente de un país democrático. EE UU fomentó la represión en nuestro país en esos años, pero el pueblo estadounidense ha sido muy solidario”, dijo la jefa de Abuelas de Plaza de Mayo sobre un hipotético encuentro.

Las organizaciones sumaron otras reclamaciones. Pidieron que el Ejecutivo continúe impulsando las políticas memoria, verdad y justicia sobre lo sucedido en la dictadura, manifestaron su preocupación por los “despidos masivos en el Estado y el sector privado”, la violencia policial en casos como los que recientemente sufrieron niños de una murga del carnaval y la reforma por decreto de la ley que regulaba contra la concentración de medios audiovisuales.

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