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Uno de los libreros desaparecidos vuelve a Hong Kong

Lee Bo reaparece para pedir a las autoridades de la isla que cancelen la investigación sobre su paradero y vuelve a cruzar la frontera

El librero hongkonés, Lee Bo, atiende a los medios de comunicación cerca de su casa.
El librero hongkonés, Lee Bo, atiende a los medios de comunicación cerca de su casa.Chun Ping On (AP)

Lee Bo, uno de los cinco libreros hongkoneses que desaparecieron a finales del año pasado en extrañas circunstancias, ha vuelto a su ciudad para pedir a las autoridades locales que cierren la investigación que pretendía aclarar su paradero y las circunstancias de su huida. Ha sido, sin embargo, una visita relámpago: un día después de realizar este trámite volvió a cruzar la frontera hacia China continental, sin dar muchas explicaciones sobre lo que se ha convertido en uno de los asuntos más preocupantes para la sociedad civil hongkonesa en los últimos meses.

Él y sus cuatro compañeros trabajaban en la librería Causeway Bay Books, que publica y vende libros críticos con el régimen de Pekín y con los altos cargos del Partido Comunista de China. Lee Bo se esfumó sin dejar rastro —ni siquiera en los registros de inmigración— y semanas después reapareció en territorio continental, alegando que estaba colaborando "de forma voluntaria" con una investigación. Otros de sus compañeros habían desaparecido anteriormente durante viajes a Tailandia o a China continental, pero Lee se esfumó dentro del territorio hongkonés. Su desaparición encendió las alarmas entre ciertos sectores de la población ante la posibilidad de que las fuerzas de seguridad chinas hubieran actuado dentro de la excolonia británica, algo que viola la jurisdicción de la isla.

"Nunca más voy a publicar libros prohibidos", aseguró Bo en una entrevista a varios medios de comunicación poco después de entrar, el jueves, a Hong Kong. "Nunca voy a publicar y vender libros que se inventan las cosas. La libertad de publicación y de expresión no significa que las personas puedan inventarse cosas", dijo, según recoge el South China Morning Post. Lanzó también una advertencia a otras editoriales similares: "Todavía hay personas que siguen haciendo estos negocios en Hong Kong. Espero que no lo hagan más".

Durante su encuentro con la Policía y las autoridades de inmigración, Bo simplemente pidió la cancelación de la investigación sobre su desaparición —solamente puede cerrarse si la propia persona aparece y lo pide— y eludió dar detalles sobre cómo cruzó la frontera. Reiteró que lo hizo para colaborar con la investigación que afectaba a sus compañeros de trabajo —que están siendo investigados por contrabando de libros— y negó que fuera secuestrado. Este viernes, escoltado por un hombre que no se identificó, volvió a China a bordo un coche que tenía autorización para circular en ambos lados.

En Hong Kong la libertad de expresión está garantizada bajo la fórmula de "un país, dos sistemas" desde que China recuperó la soberanía del territorio en 1997, pero este episodio contra Causeway Bay Books ha despertado los temores de que la censura presente en el resto del gigante asiático traspase la frontera.

Pekín está intensificando el control de los medios de comunicación e Internet para vigilar la información que llega a los ciudadanos y elimina cualquier nota discordante con el discurso oficial. El pasado 4 de marzo el portal Wujie News publicó una carta abierta que pedía la dimisión del presidente chino, Xi Jinping, alegando que ha acumulado demasiado poder y que "no es la persona adecuada" para afrontar los retos del país en materia económica, política, diplomática e ideológica. La misiva, que no estaba firmada, fue retirada rápidamente y su difusión se ha saldado con la detención de una veintena de personas, entre ellos varios periodistas y técnicos, informa la BBC.

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