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Arne y los "trafitambos", otra polémica del funcionario de moda en la CDMX

Un operativo frente a la embajada de Belice provoca la queja del cuerpo diplomático centroamericano ante a la Secretaría de Relaciones Exteriores

Pablo Ferri
Ruthen, 'city manager' de la delegación Miguel Hidalgo.
Ruthen, 'city manager' de la delegación Miguel Hidalgo.Saúl Ruiz

Arne aus den Ruthen, el segundo al mando del distrito más adinerado de la Ciudad de México, vuelve a los noticieros locales por problemas con los vecinos. En este caso, los vecinos son los integrantes del cuerpo diplomático de la embajada de Belice y el problema unas balizas que colocan en la calzada, junto a su sede.

El pasado 23 de febrero, el city manager retiró las balizas que instala la embajada frente a la puerta de sus instalaciones, para que aparquen los vehículos del cuerpo diplomático. De acuerdo a la embajada, los “trafitambos –las balizas- en ningún momento obstruían la circulación vehicular y tránsito de peatones” y se instalan “como una medida de seguridad que se otorga a las misiones diplomáticas a los países acreditados”.

Arne aus den Ruthen ignoró al parecer los argumentos de la embajada y retiró las balizas, intervención que motivó una queja de los representantes beliceños ante la Secretaría de Relaciones Exteriores, asunto que ha trascendido hoy.

No hay funcionario más controvertido en la Ciudad de México que el city manager de la delegación Miguel Hidalgo. Hace unas semanas, Arne era noticia por sus operativos nocturnos emitidos en directo por la red social Periscope. Arne mostraba en directo autos mal estacionados en su delegación, vehículos aparcados en la banqueta, etcétera. El 16 de febrero, los guardaespaldas de un empresario del Estado de México, Raul Libien, agredieron al funcionario y le quitaron su teléfono cuando este mostraba las placas de uno de sus vehículos, estacionado en la banqueta. Días antes, en medio de otro operativo, Arne exhibía otro de los vehículos de Libien mal aparcado en la delegación y exigió a los guardaespaldas que lo retiraran. Estos llamaron a su jefe para contarle lo que ocurría y Libien exigió hablar con Arne. Como se negó, los guardaespaldas pusieron el altavoz, del que salía la voz del empresario berreando: “¡Me pelas la verga!”.

El uso de Periscope en operativos oficiales se convirtió en tema de sesudos análisis en los medios locales, generando declaraciones de funcionarios de todo rango, unos a favor y otros en contra.

Arne volvió a ser noticia hace semana y media cuando retransmitió en vivo un operativo contra la prostitución en otra colonia de su delegación. En el video, se acerca a unas mujeres y les dice: “buenas noches señoritas… Oigan, tenemos aquí un problema con ustedes: ley de cultura civica, artículo 24, ¿lo conoces?”. No, le contestan. A los minutos abordan un vehículo y se marchan.

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Arne ha defendido su actuar frente a la embajada de Belice en su cuenta de Twitter:

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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