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Putin crea un nuevo cuerpo contra el terrorismo y el extremismo

El nuevo órgano, con funciones militares y policiales, responde directamente al presidente

Pilar Bonet
Vladimir Putin preside una reunión dedicada a asuntos de seguridad e inmigración.
Vladimir Putin preside una reunión dedicada a asuntos de seguridad e inmigración. MIKHAIL KLIMENTYEV (AFP)

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado este martes la creación de una Guardia Nacional, un “nuevo órgano ejecutivo federal” con funciones militares, policiales y de lucha contra el extremismo y el terrorismo, entre otras, según el decreto fundacional divulgado por el Kremlin. El nuevo órgano se subordina directamente al presidente y se forma mediante el desmembramiento del ministerio del Interior, al que se despoja de distintos cuerpos armados y unidades especiales, incluida aviación, que hasta ahora se sometían a este departamento.

Para dirigir la Guardia Nacional, con rango de ministro, Putin ha nombrado al general Víctor Zólotov, que fue jefe del servicio de Seguridad presidencial desde 2000 a 2013 y que en la actualidad ejercía como jefe de las tropas de Interior con rango de viceministro.

Como presidente y comandante en jefe, Putin tiene bajo su control directo a todos los ministerios relacionados con Defensa, Seguridad y Policía y a estos se incorpora ahora el nuevo órgano con sus tropas, cuyo número no ha sido divulgado.

“La idea de crear de una Guardia Nacional fue muy popular a principios de los noventa, cuando el presidente Borís Yeltsin tuvo que haberlas con las reticencias de los altos cargos militares a acatar sus órdenes”, señaló el especialista militar Alexandr Golts. Para este experto, la reorganización decidida por Putin es un producto del “miedo ante las llamadas “revoluciones de colores” y es “un modo de asegurar la inmediatez en el cumplimiento de las órdenes presidenciales, sin eslabones jerárquicos intermedios”. La Guardia Nacional se ocupará del control de tráfico de armamento, tendrá las unidades de reacción rápida y móviles del ministerio del Interior y se dedicará al “mantenimiento del orden público” así como al mantenimiento del “régimen de situación de emergencia”, participará en la “lucha contra el terrorismo”, “contra el extremismo” y la “defensa territorial de la Federación Rusa” y también se dedicará a la “vigilancia de las instalaciones estatales importantes”, así como de las “cargas especiales” y la ayuda a las tropas guardafronteras. Al frente de la Guardia Nacional habrá seis vicejefes, además de Zólotov. En el decreto Putin se ha dirigido al Gobierno para que proporcione la “asignación presupuestaria” correspondiente. Las nuevas tropas tendrán sus propios uniformes, cuando el gobierno de el visto bueno a los nuevos modelos.

Por otra parte, el ministerio del Interior volverá a hacerse cargo del Servicio Federal de Emigración, que actualmente tenía entidad independiente. Ello supone el triunfo de la “psicología represiva” en el tratamiento de la inmigración, manifestó Svetlana Gánnushkina, de la ONG “ayuda ciudadana” especializada en asesoramiento a emigrantes. Gánnushkina había recomendado en el pasado crear un órgano especial para atender a los refugiados. “El ministerio del Interior en Rusia no está preparado para esta tarea”, dijo. Por otra parte, el servicio de lucha contra los narcóticos pasa a subordinarse también al ministerio del Interior, pese a la resistencia que había opuesto su director Víctor Ivanov.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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