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El dengue se ensaña con un barrio pobre de Buenos Aires

La muerte de una maestra puso en alerta a padres y vecinos de la escuela donde trabajaba en la zona sur de la capital argentina

Afiche informativo en prevención del Dengue confeccionado por la maestra Laura López junto con sus alumnos
Afiche informativo en prevención del Dengue confeccionado por la maestra Laura López junto con sus alumnosRicardo Ceppi

Las muertes por dengue están en las estadísticas oficiales, pero más se sienten en los barrios, sobre todo si se trata de zonas marginales. Como en la escuela 9 de Barracas donde daba clases Laura López (47 años), una maestra del 2° grado de primaria que se convirtió en la primera víctima reconocida de dengue por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA). Los padres que se reunieron a la salida comentaron por lo bajo la necesidad de exigir a las autoridades la fumigación del establecimiento.

Fuentes de la escuela reconocieron a EL PAIS que la fumigación fue solicitada al gobierno porteño pero que nunca se realizó. Incluso, hubo otro caso de infección por dengue además del de Laura. Se trató de una niña de preescolar que, por fortuna, logró recuperarse.

La escuela pertenece al distrito escolar 5 y los alumnos son, en su mayoría, niños de las barriadas lindantes, la 21-24, a 500 metros, y la Zavaleta, a 1,5 kilómetros. Ambas son la primera residencia de los migrantes llegan a Buenos Aires en búsqueda de trabajo desde Paraguay, Bolivia y las provincias del norte argentino.

El paisaje del barrio en horas del mediodía muestra que las desigualdades sociales empiezan en los más pequeños. Niños tomados de la mano de sus padres pueden vestir polos de colegio privado o delantales blancos (distintivo por excelencia de la escuela pública en Argentina).

En Zavaleta vive Carmen, una mamá soltera de dos hijos. De ellos, sólo Angela está en edad escolar. El cuaderno del 4° grado señala que el 4 y el 17 de marzo la maestra dio tareas orientadas a concientizar acerca de la epidemia que al 2 de abril, y según datos oficiales, cuenta con 926 casos autóctonos, aunque serían muchos más, principalmente en las comunas 4 y 8, o sea, todo el cordón del Riachuelo.

“Tuve que ir al colegio porque había un problema con la vianda que le entregan a mi hija y cuando me senté en un aula noté que había muchos mosquitos revoloteando debajo de la silla. Enseguida, la vicedirectora me ofreció repelente en crema para que me pase por los tobillos. Ella hizo lo mismo”, contó Carmen. Las autoridades del colegio, por su parte, impusieron un total hermetismo con la prensa.

“Laura es mi maestra”, exclama la pequeña Luz, con la inocencia de sus 7 años. Su mamá Digna contó que el 2° grado A hoy tuvo una maestra suplente y que el GCBA “todavía no mandó a los psicólogos para que ayuden a los chicos a entender lo que pasó”. “Estamos muy preocupadas porque queremos que fumiguen”, exclamó la mujer que tiene su propia estrategia para que el mosquito no infecte a su hija: “mucho repelente y camisas con mangas largas”.

“Fue un baldazo de agua fría enterarnos de la muerte de Laura porque ella era la maestra de mi hija Avril y antes tuvo a mi hijo Lázaro. Era una gran mujer que todos la conocían y la querían. Lo que pasó es muy grave y quiero creer que los padres nos vamos a juntar para que vengan a fumigar”, dijo Omar, quien trabaja en un depósito del barrio.

Laura era una mujer querida, madre de dos hijos adolescentes y amiga de sus compañeras. Una carrera repleta de años y alumnos y una alegría insuperable. “Era la Sarmiento del colegio, no faltaba nunca. Todos los días se iba cantando y con un montón de chicos alrededor”, contó una de sus compañeras. En esa puerta que cruzaba a diario, un afiche aporta mayor ironía a la que ya representa morir por un mosquito. El letrero, hecho en una cartulina amarilla por la misma Laura advierte sobre los peligros del Aedes Aegypti y enseña cómo prevenir la enfermedad que ella no pudo sortear.

El Ministerio de Salud de Argentina dio a conocer nuevas cifras de infectados por dengue. Según los datos oficiales en las 12 primeras semanas del año se han notificado al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud un total de 41.124 casos de dengue entre confirmados, probables, en estudio y descartados. En cuanto a las muertes, las cifras son extraoficiales: 5 casos en la provincia de Misiones, otro en Salta y 2 en Buenos Aires. Sin embargo, el boletín de la cartera de Salud no reconoce hasta el momento ninguna muerte.

“Es un problema de comunicación entre las provincias o se trata de casos que al principio se comunicó que era dengue y después se confirmó otra causal de deceso”, confió a EL PAIS un vocero del ministerio. No obstante, el pasado viernes, el ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) ha reconocido dos muertes por la epidemia decretada el pasado noviembre: la de un hombre de 49 años y la de Laura López. Estas bajas todavía no entraron a las cifras oficiales por una cuestión administrativa.

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