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Un mafioso de la Camorra italiana se escondía en Guayaquil

La policía detiene al presunto enlace que lideraba una red de narcotráfico hacia Europa. Llevaba 16 años en Ecuador

La tapadera no podía ser otra. Una cadena de pizzerías era el modo de vida legal de Salvatore Iavarone, un italiano que llegó a Ecuador hace 16 años. Pero en realidad, el ahora padre de familia ecuatoriana era uno de los tentáculos que la Camorra tiene desplegados por el mundo para financiar, mediante tráfico de drogas, sus operaciones. La policía nacional ecuatoriana le detuvo ayer en una operación coordinada con la Interpol y el Grupo Operativo Antidrogas de Nápoles.

Rubio, bronceado y con una sonrisa afable, el italiano de 66 años posaba para las fotos y compartía la semana pasada su vida con los lectores de un periódico local guayaquileño. Las flores, contaba, le habían llevado a Ecuador hace 16 años y el amor le hizo quedarse. Su familia se había dedicado al negocio de las flores en Toscana durante más de 50 años y él atravesó el Atlántico, con un afán empresarial atraído por la fama de las rosas ecuatorianas que han decorado bodas reales y eventos en el Vaticano. Una historia que se desvanece ahora con la intervención policial, denominada 'Positone' como el restaurante que abrió hace 10 años en una de las zonas más adineradas de Guayaquil. El mismo local que atrajo a los medios locales a realizarle una entrevista y reportaje.

Los clientes que hablaban de un gerente cercano y amistoso que daba conversación hasta a los desconocidos, obviamente no se podían imaginar que hoy Salvatore Iavarone, enamorado esposo de una empresaria bananera, pasará la noche en el Centro de Rehabilitación Social Varones Quito. Es decir, en la cárcel. Y ahí estará durante los seis u ocho meses que tarde en completarse el trámite de extradiccón solicitado por las autoridades italianas, según el Ministerio de Interior ecuatoriano.

“Desde que la vi me enamoré de ella, es muy bella, me gustó mucho su forma de hablar con tanta dulzura, así que no dudé, regresé a Italia, me divorcié de mi primera esposa y regresé a casarme acá”, contaba el presunto empresario italiano sobre su mujer ecuatoriana, la que le hizo establecerse en el país latino pese al desorden y el ruido que atormentaba a un “maniático del orden y la limpieza” confeso, cuando aterrizó en Quito en 1997, cuando tenia 47 años.

Las pizzerías de Iavarone están regadas por Santa Elena y Guayas, dos provincias de la costa ecuatoriana, y así mismo tiene a la familia. Tiene varias hijas y cuatro nietos en Italia, a los que visitaba regularmente. Ahora, parte de sus propiedades están intervenidas. Según el Ministerio del Interior ecuatoriano, la detención del italiano y de otros 28 miembros de la Camorra italiana en Europa se completó con la incautación de siete inmuebles y alrededor de 11 millones de euros.

Con 'Positano', el operativo policial y no el restaurante italiano de Guayaquil, las autoridades italianas dan por desmantelada la red de Tamarisco Clan. Su líder, un discapacitado de 44 años que permanece en arresto domiciliario por su condición, era el enlace de Iavarone para enviar la cocaína desde Ecuador al resto de Europa.

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