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Detenido un ginecólogo italiano por robar seis óvulos a una española

Antinori se hizo famoso por ayudar a una mujer de 63 años a tener su primer hijo

Severino Antinori, de 70 años, en una foto de 2004.
Severino Antinori, de 70 años, en una foto de 2004.PAOLO COCCO (AFP)

Se sabe que tiene 24 años, que es española, de Málaga, y que el pasado mes de abril vivió en Milán una pesadilla de la que salió con vida, pero con un miedo terrible ante la sospecha de que los seis óvulos que le robaron por la fuerza en la clínica del ginecólogo italiano Severino Antinori, donde trabajaba como enfermera en prácticas, hayan podido ser fecundados e implantados en otra mujer. La policía italiana, que el viernes detuvo en Roma al médico bajo la acusación de hurto con el agravante de lesiones, trata ahora de averiguar si Antinori, quien en 1963 ayudó a Rossana Della Corte, de 63 años, a tener su primer hijo y en 2002 anunció que había clonado a un ser humano, logró efectivamente practicar una fecundación con los óvulos robados.

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“No deja de llorar, está aterrorizada con la idea de que puedan nacer hijos suyos, sin su conocimiento, contra su voluntad”, explica Roberta de Leo, una abogada de la asociación Svs Dad (de ayuda a las mujeres víctimas de violencia sexual) que asistió enseguida a la joven española. Los hechos, según la declaración de la víctima y la reconstrucción de la policía italiana, se iniciaron cuando la joven española, que solo llevaba un mes de prácticas en la clínica Matris de Milán, accedió a someterse a una terapia hormonal para curarse de un quiste ovárico. Fue entonces cuando el doctor Antinori –al parecer con la colaboración de algunas enfermeras-- inmovilizó a la joven, la anestesió y procedió a la extracción de los óvulos. Al despertarse, la joven malagueña descubrió que le habían quitado el móvil para impedir que pidiese auxilio, pero logró hacerse con un teléfono de la clínica y llamar a la policía.

Cuando los agentes llegaron a la clínica se encontraron a la joven llorando. Aunque en un primer momento no acertaron a comprender qué le había sucedido –la joven aún no se expresa bien en italiano y los policías no entendían su relato en español--, se hicieron cargo de ella y la trasladaron al hotel donde pernoctaba. Pero una vez allí empezó a sentirse mal y la trasladaron de urgencia a la clínica Mangiagalli. Allí, las trabajadoras de la unidad Socorro de Violencia Sexual y el personal del centro "confirmaron la intervención de extracción de óvulos". Tras el examen, la mujer declaró ante los agentes del cuerpo de Carabinieri y posteriormente ante los fiscales, para interponer formalmente una denuncia contra Antinori y el personal de la clínica Matris.

Antinori, de 71 años, es actualmente el presidente de la Asociación Mundial de Medicina Reproductiva (WARM, por sus siglas en inglés) y dirige también la clínica Matris. En su página de internet, la clínica se define como "el primer centro de reproducción asistida en Italia mediante tratamiento con gametos frescos" y con quince años de experiencia en procesos de procreación homóloga y heteróloga. En este tiempo la clínica señala que ha ayudado a más de 7.000 pacientes a tener un hijo, respetando "su seguridad, su privacidad y la calidad del servicio". El viernes, tras ser detenido en el aeropuerto de Fiumicino, Antinori quedó en arresto domiciliario y bajo la prohibición cautelar de ejercer durante año. Su clínica de Milán ha sido clausurada.

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