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Primer interrogatorio ante un juez francés al terrorista de la matanza de París

Salah Abdeslam se niega a colaborar con la justicia cuando Francia teme un atentado inminente

El abogado de Salah Abdeslam, que participó en la matanza de París.Foto: reuters_live | Vídeo: GONZALO FUENTES (REUTERS) / QUALITY

Los jueces franceses han intentado comprobar este viernes si es cierto que el yihadista Salah Abdeslam desea colaborar para evitar nuevos ataques terroristas en Francia. Es lo que afirmó, tras ser detenido en Bruselas, el único superviviente de la matanza de París del 13 de noviembre, pero su abogado Franck Berton ha indicado que el detenido se ha escudado en su derecho a permanecer en silencio.

El joven, de 26 años, ha sido conducido en medio de impresionantes medidas de seguridad al Palacio de Justicia de París para ser sometido a un primer interrogatorio judicial, que coincide con la máxima alerta antiterrorista en Francia por temor a nuevos atentados.

Abdeslam ha sido trasladado a París desde la prisión de alta seguridad de Fleury-Mérogis, a 50 kilómetros al sur de la capital. Tras ser extraditado desde Bélgica el pasado 28 de abril, el presunto terrorista fue encerrado en una celda de aislamiento y sometido a una permanente supervisión con funcionarios asignados exclusivamente a vigilarle y bajo el control de cámaras de seguridad. Son esas difíciles condiciones las que, según Breton, le han generado una situación mental inadecuada para poder declarar ante la justicia.

El testimonio de Abdeslam, si decide hablar en algún momento, será clave para conocer cómo se organizaron los ataques de noviembre, que costaron la vida a 130 personas, y para evitar posibles nuevos atentados. Pero la policía duda de su supuesta decisión de contar la verdad. Nada más llegar hace tres semanas a París (tras ser extraditado desde Bélgica) y, tras escuchar los crímenes de los que se le acusa, se limitó a decir que contaría la verdad “más adelante”. Es lo que ha repetido ahora ante los jueces.

El presunto terrorista fue encerrado en una celda de aislamiento y sometido a una permanente vigilancia

Su comportamiento ha sido extraño y contradictorio. Considerado el responsable de logística del múltiple comando que atacó París, alquiló en Bélgica, donde residía, los coches que usaron los terroristas en París. Fue también el encargado de llevar en la tarde del 13 de noviembre hasta las proximidades del Estadio de Francia a los dos yihadistas que se suicidaron en el lugar con cinturones explosivos.

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Abdeslam, cuyo hermano Ibrahim se suicidó también ese día en un bar de París, llevaba igualmente un cinturón con explosivos. Sin embargo, no solo no explosionó el artefacto, sino que llamó a unos amigos del barrio bruselense de Molenbeek, donde vivía, y pasó a Bélgica en la mañana del día 14 tras superar sin problemas un control policial francés. En Bélgica, y nada más ser detenido (pocos días antes de los atentados en la capital, Bruselas, en los que murieron 32 personas), Abdeslam contó que se había arrepentido y que evitó otra matanza. La policía sospecha que quizás no funcionó el artefacto que llevaba.

En todo caso, Abdeslam se escondió en Bruselas y tuvo contacto con radicales que posteriormente fueron relacionados con los autores de los atentados ocurridos en la capital belga el 22 de marzo, solo unos días después de la detención de Salah.

La comparecencia de Abdeslam se produce cuando el jefe de los servicios de información de Francia, Patrick Calvar, acaba de advertir que se esperan en breve atentados con una nueva fórmula: explosión de bombas en lugares de grandes concentraciones de personas. “Francia es hoy, sin duda, el país más amenazado. Sabemos que Daesh –acrónimo del ISIS- planea nuevos ataques”, ha dicho Calvar en el Parlamento.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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