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Tamaulipas dice no al PRI

Francisco García Cabeza de Vaca, del PAN, arrebata un Estado que el tricolor gobernó por 86 años

Luis Pablo Beauregard
El candidato del PAN a Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, vota el domingo.
El candidato del PAN a Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, vota el domingo.NOTIMEX
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Tamaulipas, uno de los Estados más violentos de México, ha dicho no al PRI por primera vez en la historia. La negativa, rotunda, tardó 86 años en llegar. Para que arribara fue necesario que en este Estado del norte del país, en la frontera con Texas, se desaparecieran casi 6.000 personas y terminaran otros millares de vidas a lo largo de una década oscurecida por la violencia del narcotráfico. El senador Francisco García Cabeza de Vaca, del PAN, se convertirá en el primer político de oposición que gobernará esta entidad donde Los Zetas y el Cártel del Golfo han impuesto su ley.

“La esperanza venció al miedo, nos hemos liberado de un miedo que arrastramos durante décadas”, dijo Cabeza de Vaca minutos antes de la medianoche de este lunes en su primer discurso como virtual ganador de la jornada. El senador del PAN, cercano al expresidente Felipe Calderón (2006-2012), festejó el triunfo del partido de derechas en un parque de Ciudad Victoria, la capital del Estado. Ante una marejada de banderas azules, el candidato aseguró que las encuestas de salida más conservadoras lo colocan diez puntos por arriba de su rival del PRI, Baltazar Hinojosa. En las primeras horas de este lunes, con el 60% de los votos contados, Cabeza de Vaca tenía el 50% de las preferencias frente al 35,5% del partido tricolor.

El triunfo de Cabeza de Vaca, un empresario de doble nacionalidad que saltó a la política en el año 2000, es un voto de castigo a la política de seguridad del PRI. Aunque el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha logrado reducir los asesinatos en Tamaulipas con un despliegue militar —pasaron de 947 averiguaciones abiertas en 2014 a 763 en 2015— otros delitos como el secuestro y la extorsión han permanecido arriba del promedio. Tamaulipas es el Estado donde más se secuestra en México. Registró cerca de un caso al día el año pasado. Y es una de las cuatro entidades donde más combustible se le roba a Petróleos Mexicanos (Pemex).

No ha sido solo la violencia de la delincuencia organizada lo que ha colmado la paciencia de los 2,5 millones de personas convocadas a votar este domingo. “Esto ya se salió de control”, dijo Ana Lara, una empleada de 43 años que esperó más de dos horas para votar. “No solo es la mafia. Los pequeños criminales se están aprovechando. ¿Qué pasa cuando los rateros asaltan una tienda? ¿A quién acudimos?”. La impunidad y la ineficiencia de las policías locales también han motivado a los delincuentes comunes a ir más allá. La más reciente muestra de osadía criminal se presentó una semana antes de los comicios, cuando un par de sujetos secuestró a Alan Pulido, el delantero del Olympiakos, por algunas horas.

Tamaulipas ya había enviado una señal de advertencia de su rechazo al PRI. Lo hizo en 2012, cuando se convirtió en uno de los pocos Estados que le dieron una alegría a la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota. Este domingo, la exaspirante que acabó la carrera a por Los Pinos en el tercer sitio, acudió a cobijar a Cabeza de Vaca. “Esta alternancia marca una nueva y mejor historia para Tamaulipas”, señaló.

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Los dos meses de campaña en Tamaulipas estuvieron marcados por una intensa guerra sucia. Tanto el PRI como el PAN se acusaron mutuamente de tener vínculos con el narcotráfico. Este sábado, el aspirante del PRI aún trataba de recuperarse de la publicación de un documento falso que aseguraba que era investigado por lavar dinero en Panamá. La información fue desmentida por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. El domingo, Cabeza de Vaca le ofrecía la mano en son de paz para trabajar juntos. “El rencor no marcará mi gobierno”, anunció.

El nuevo Gobierno estará cinco años en el poder y sustituirá al de Egidio Torre Cantú, un político de 58 años al que el encargo de gobernador le cayó como un pesado fardo. El actual mandatario tuvo que dar un paso al frente cuando su hermano menor, Rodolfo, fue asesinado mientras hacía campaña en 2010. Esa muerte, que hasta el día de hoy permanece impune, será uno de los muchos pendientes de la nueva administración. Al igual que los 5.751 casos de desaparecidos que esperan solución, casi mil de ellos en Reynosa, la ciudad que Cabeza de Vaca gobernó de 2005 a 2007. Este domingo, salió de los labios del futuro gobernador su primera promesa: “Jamás les voy a fallar”. El reto es grande.

El voto de Eugenio

La imagen se hizo viral en las redes sociales. Eugenio Hernández, un exgobernador buscado por la DEA por un caso de lavado de dinero en Estados Unidos, llegó a votar con buen semblante. Vestía camisa blanca, vaqueros negros y gafas oscuras para no entornar los ojos bajo el feroz sol de Ciudad Victoria. Hernández, que gobernó Tamaulipas de 2004 a 2010, es uno de los dos exmandatarios locales que tienen cuentas pendientes con la justicia. El otro es su antecesor, Tomás Yarington, también del PRI. Pero de él no hay fotografía votando porque está formalmente prófugo.

Eugenio llegó a su casilla de buen humor. Tuvo tiempo para bromear con los periodistas y de lanzar un par de indirectas a Baltazar Hinojosa, el candidato del PRI que trató de desmarcarse de él. "No soy Tomás ni soy Eugenio. Yo soy Baltazar", dijo Hinojosa en campaña. El exgobernador, con la boleta en la mano, dijo: "Esta es para mi amigo Baltazar, que él es él y yo soy yo, ¿verdad?".

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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