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Barack Obama: “Es un acto de terror y un acto de odio”

La matanza de Orlando irrumpe en una campaña electoral marcada por un candidato que juega la carta del discurso identitario y el miedo al terrorismo

El presidente Barack Obama durante su declaración a los medios.Vídeo: MICHAEL REYNOLDS (EFE)

El presidente Barack Obama describió este domingo la matanza de Orlando (Florida) como “un acto de terror” y un “acto de odio”. En una comparecencia de cinco minutos en la sala de prensa de la Casa Blanca, Obama dijo que los investigadores buscaban vínculos del responsable de la matanza homófoba con grupos terroristas, pero dejó claro que la investigación no ha arrojado resultados. El presidente llamó a la unidad nacional y lamentó la parálisis política en Washington ante las repetidas matanzas con armas de fuego.

La matanza coincide con una campaña electoral en la que uno de los candidatos, el republicano Donald Trump, juega fuerte la carta identitaria y el miedo a un ataque terroristas.

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En Twitter, su medio de comunicación privilegiado, Trump dijo estar recibiendo felicitaciones por “acertar con el terrorismo islámico radical”. Y añadió: “No quiero felicitaciones, quiero dureza y vigilancia. ¡Debemos ser listos!” Entre otras medidas, Trump ha propuesto prohibir temporalmente la entrada de musulmanes a EE UU.

En un comunicado, Trump dijo Obama debería dimitir y su rival demócrata, Hillary Clinton, abandonar la campaña. El motivo, según él, es que no pronuncian las palabras "islam radical".

Clinton publicó un comunicado en términos parecidos al de Obama. Ambos han anulado el acto de campaña conjunto previsto el miércoles en Green Bay (Wisconsin). Trump, en cambio, ha decidido mantener su calendarios de mítines. Y dedicará un discurso el lunes en New Hampshire a terrorismo, inmigración y seguridad nacional.

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Orlando puede ser una especie de sorpresa de octubre con antelación. La sorpresa de octubre designa el acontecimiento inesperado que puede dar un giro a la campaña electoral. Las elecciones presidenciales son el primer martes de noviembre. El uso o abuso que los candidatos hagan de la matanza, en la que murieron medio centenar de personas en un club gay, marcará el debate público en los próximos días y semanas.

La violencia con armas ensombrece el legado de la presidencia de Obama, que termina el próximo enero. Sus dos mandatos están jalonados de nombres como Aurora, Newtown, Charleston y ahora Orlando. “Debemos decidir si este es el tipo de país que queremos ser. Y no hacer nada, de forma activa, también es una decisión”, dijo Obama. Los intentos para reformar las leyes y estrechar los controles a la compraventa de armas han fracasado.

De los diez ataques con armas con más muertos en EE UU en los últimos treinta años, siete han ocurrido en los años de Obama, entre 2009 y ahora. Cada día muere una media de 31 personas por disparos de otra persona, según datos de la organización Brady Campaign. Desde diciembre de 2012, cuando un hombre mató a 20 niños y seis adultos en una escuela primaria de Connecticut, ha habido 998 tiroteos masivos con armas de fuego, definidos como aquellos en los que mueren cuatro o más personas en un mismo lugar, según datos de Gun Violence Archive.

El recelo de los propietarios de armas ante la limitación de sus derechos, los pocos réditos electorales que tiene promover en el Congreso la regulación, y la influencia del lobby proarmas explican en parte el bloqueo de las iniciativas para reforzar el control sobre las armas.

Si se confirma la hipótesis del vínculo con el Estado Islámico o ISIS, este será el mayor atentado desde el 11 de septiembre de 2011, y confirmará el fin de quince años de paz relativa en EE UU. Los ataques en la base militar de Fort Hood (Texas), en 2009, y del maratón de Boston, dejaron 13 y tres muertos respectivamente.

El espectro de los atentados perpetrados por personas nacidas en el propio país no es un fenómeno exclusivo de Europa. El riesgo, en un contexto de crispación social y polarización política, es la división.

“Ante el odio y la violencia, nos amaremos unos a otros. No cederemos al miedo ni nos enfrentaremos entre nosotros”, dijo Obama. “Estaremos unidos, como americanos, para proteger a nuestro pueblo, y defender la nación, y actuar contra quienes nos amenazan”.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en París y antes lo fue en Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).

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