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El detenido en Bruselas portaba un cinturón explosivo falso con sal y galletas

El sospechoso avisó de que portaba un artefacto junto a un centro comercial y estaba fichado por altercados ligados a problemas psiquiátricos

Álvaro Sánchez
La policía bloquea este martes los accesos al centro comercial City2, en Bruselas.
La policía bloquea este martes los accesos al centro comercial City2, en Bruselas. SEPPE KNAPEN (AFP)

Bruselas despierta entre sirenas por una falsa amenaza terrorista. La policía ha detenido este martes a un hombre en las inmediaciones de un centro comercial después de que llamara por teléfono a las fuerzas de seguridad a las 5.30 de la madrugada advirtiendo de que portaba un cinturón de explosivos. El aviso llevó a la policía a acordonar la zona estableciendo un perímetro de seguridad en torno al City 2, un céntrico centro comercial, donde detuvo al autor de la llamada y los servicios de desactivación de explosivos comprobaron que el artefacto era falso y contenía sal y galletas.

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Según un comunicado de la fiscalía, el detenido, de 26 años, que está siendo interrogado, aseguró que había sido secuestrado y le habían colocado el cinturón de explosivos listo para ser detonado por otra persona a distancia. El hombre identificó el presunto vehículo en el que lo habían retenido, cuyo dueño fue detenido e interrogado. Horas después se retractó de su versión y reconoció que la había inventado, por lo que el propietario del coche fue liberado de inmediato. El portador del falso cinturón estaba fichado por diversos altercados ligados a sus problemas psiquiátricos y había denunciado en el pasado un supuesto intento de captación para que se uniera al Estado Islámico en Siria.

El amplio cordón policial, que obligó a cortar varias calles y a cerrar tiendas y una estación de metro cercanas a la gran superficie, ha sido reducido tres horas después, en torno a las 8.40. Tras conocer el suceso, el primer ministro belga, Charles Michel, ha anulado una entrevista para reunirse con el Consejo Nacional de Seguridad. A la salida del encuentro ha asegurado que "la situación por el momento está bajo control". Michel no ha querido dar más detalles de lo ocurrido y se ha limitado a decir que los servicios de seguridad permanecen vigilantes.

El nivel de alerta se mantiene en el nivel 3, un escalón por debajo del máximo, pero pese a que esta escala se mantiene invariable desde pocos días después de los atentados que golpearon Bruselas el pasado 22-M, el Gobierno ha anunciado medidas adicionales de seguridad en los últimos días ante la amenaza de posibles ataques. Para evitarlos, la policía realizó en la noche del viernes una macrooperación en la que detuvo a 12 personas, de las que tres permanecen en prisión. Dos de ellas son familiares —primo y sobrino— de los hermanos El Bakraoui, que se hicieron explotar en el metro y el aeropuerto de la capital belga el 22-M.

La redada del viernes se precipitó ante la posibilidad de que llevaran a cabo un atentado contra una concentración de aficionados al fútbol durante el partido Bélgica-Irlanda de la Eurocopa del pasado sábado, que se proyectó en una pantalla gigante situada muy cerca del centro comercial hoy acordonado. "Las pruebas recabadas mostraron que era necesaria una intervención inmediata", aseguró la fiscalía. Después de la amenaza, las autoridades decidieron anular temporalmente las emisiones, aunque planean retomarlas con seguridad reforzada durante esta semana.

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La seguridad del centro comercial también había aumentado en los últimos días después de que en una nota interna de la policía filtrada a los medios se señalara este tipo de instalaciones como potencial objetivo de los terroristas. El nombre del City 2 ya saltó a la palestra poco después de los atentados del 22-M por ser el lugar donde Osama Krayem, uno de los detenidos por participar en la logística de los ataques, compró la maleta usada para transportar los explosivos utilizados en el aeropuerto de Zaventem.

La actividad de los equipos antiterroristas ha sido frenética en las últimas horas. Junto a la operación del viernes, las fuerzas de seguridad anunciaron este lunes la detención de seis personas para ser interrogadas en torno al atentado frustrado en el tren de alta velocidad que une Ámsterdam y París el pasado 21 de agosto, si bien todas ellas fueron liberadas tras ser interrogadas.

La falsa amenaza de este martes no ha sido la única que ha perturbado la actividad en la capital belga. El domingo la policía cerró la Estación Central de tren de Bruselas e interrumpió el tráfico ferroviario por la presencia de un paquete sospechoso que finalmente se demostró inofensivo.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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