_
_
_
_
_

Israel anula la doctrina de ataque masivo ante la captura de soldados

El 'código Aníbal’ autorizaba acciones militares que podían costar la vida de los rehenes

Juan Carlos Sanz
El soldado israelí liberado Gilad Shalit saluda a Netanyahu
El soldado israelí liberado Gilad Shalit saluda a Netanyahu EFE

El jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, el general Gadi Eisenkot, ha ordenado que se cancele la llamada doctrina Aníbal, el polémico código militar vigente desde hace tres décadas que autorizaba a lanzar un ataque masivo para prevenir la captura de soldados israelíes por milicias enemigas, incluso a costa de la vida de los rehenes.

Este protocolo de actuación fue concebido durante la intervención israelí en Líbano entre 1982 y 1985 a fin de impedir que sus militares fueran secuestrados por la guerrilla de Hezbolá. Las instrucciones fueron revisadas, según informaba ayer el diario Haaretz, a raíz de la captura del soldado Gilad Shalit, que permaneció cautivo en Gaza entre 2006 y 2011 hasta que fue liberado a cambio de la excarcelación de 1.000 presos palestinos en Israel. A partir de entonces el Ejército reclamó a sus comandantes sobre el terreno que hicieran “todo lo posible” para evitar un nuevo caso Shalit.

La decisión del general Eisenkot de revocar la directiva antisecuestro y sustituirla por un nuevo código de conducta fue adoptada hace varias semanas, según aseguró este martes un portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes. La mediada no se anunció, sin embargo, hasta después de que se filtrara el lunes a la prensa un informe del Interventor del Estado (equivalente a un ombudsman) de Israel, Yosef Shapira, en el que cuestionaba la legalidad de la doctrina Aníbal y planteaba su abolición. La investigación del Interventor General ha constatado que entre las unidades de las Fuerzas Armadas existe una gran divergencia sobre su significado, tanto en lo tocante a respetar la vida de los propios soldados como en lo que concierne al uso desproporcionado de la fuerza, que puede violar la legislación internacional por no diferenciar entre civiles y combatientes.

Polémica interpretación

La interpretación de la doctrina militar resulta especialmente polémica, ya que el protocolo solo especifica que los militares deben actuar para evitar el secuestro de soldados, incluso si al disparar contra los captores ponen en peligro la vida de un rehén. Al final, el código ha venido siendo erróneamente considerado por muchos comandantes sobre el terreno como una autorización para recurrir a todos los medios ofensivos contra los secuestradores aunque eso suponga disparar a matar al cautivo. Al recomendar su revocación, el ombudsman se ha hecho eco de las quejas de oficiales por la reacción desproporcionada que siguió a la captura de un militar en Gaza en 2014.

'Viernes negro’ en la última guerra de Gaza

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El más reciente caso de aplicación de la doctrina Aníbal se registró el 1 de agosto de 2014 durante la última guerra de Gaza, en la llamada batalla del viernes negro. En el curso de una tregua acordada en el conflicto, una patrulla de reconocimiento israelí se topó con una unidad de la guerrilla de Hamás y se desató un enfrentamiento durante el que fue capturado el teniente Hadar Goldin. Los comandantes israelíes ordenaron la aplicación del código anticaptura mediante un ataque masivo con artillería y aviación en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja, que se cobró decenas de víctimas palestinas. Una investigación de Amnistía Internacional asegura que en los cuatro días de la ofensiva del viernes negro murieron al menos 135 civiles, entre ellos 75 niños, y fueron destruidas cientos de viviendas e infraestructuras. El teniente Goldin fue declarado muerto.

 

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_