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La UE tiende la mano a Turquía al abrir un nuevo capítulo en la adhesión

El Brexit aleja las opciones de aproximación entre ambos territorios

Lucía Abellán
El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu (izquierda), estrecha la mano a su homólogo holandés, Bert Koender, en Bruselas.
El ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu (izquierda), estrecha la mano a su homólogo holandés, Bert Koender, en Bruselas.OLIVIER HOSLET (EFE)

La Unión Europea hace un gesto de aproximación hacia Turquía dos días después del atentado sufrido en Estambul. Bruselas y Ankara han abierto formalmente este jueves un nuevo capítulo del proceso de adhesión turca al club comunitario. Se trata de un compromiso contemplado en el acuerdo migratorio del pasado marzo, que ha permitido prácticamente clausurar la ruta del Egeo, por la que el año pasado arribaron a Europa casi 900.000 refugiados y migrantes. Pese a todo, el proceso de integración tiene pocas perspectivas de avanzar, cuando la UE se enfrenta a la resaca de un Brexit que tuvo en las supuestas perspectivas de adhesión turca uno de los puntos fuertes de su campaña.

Precisamente ha sido Reino Unido el último país en dar su consentimiento a la apertura de este nuevo capítulo (el número 33, relativo a los compromisos financieros y presupuestarios de Turquía si se convirtiera en un Estado miembro), explican fuentes diplomáticas. El Gobierno de David Cameron no quería ofrecer más munición a los partidarios de la ruptura durante la campaña del referéndum. La fecha inicial para celebrar la conferencia con Ankara era el 24 de junio, pero el mazazo del resultado británico la ha retrasado hasta hoy.

La escenificación en Bruselas de este paso adelante revela a las claras las contradicciones que encierra la relación europea con Turquía. El ministro holandés de Exteriores, Bert Koenders, ha recordado que este capítulo forma parte de los compromisos adquiridos “para redinamizar el proceso de adhesión de Turquía la UE”.

El escollo terrorista

El ministro holandés, cuyo país ha ejercido la presidencia rotatoria de la UE durante el primer semestre y ha invertido la mayor parte de sus esfuerzos en rubricar el pacto migratorio con Turquía, también se ha referido a la eliminación de visados como otra de las condiciones pactadas. Pero, para aceptar ese fin de los visados a los turcos que viajen a la UE, Bruselas impuso como criterio que Ankara cambiara sus leyes antiterroristas para hacerlas más acordes a las europeas. El Gobierno del país vecino no está dispuesto a relajar su legislación en un momento en que sufre una oleada de atentados. "No podemos hacer ningún cambio en nuestra ley antiterrorista", ha subrayado el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, ante la prensa. “La lucha antiterrorista debe realizarse dentro de los límites del Estado de derecho”, ha advertido el comisario europeo de Vecindad, Johannes Hahn.

El proceso se antoja complejo. La UE quiere mantener cerrada a toda costa la principal vía de acceso de refugiados y migrantes a Europa –que ahora controla Turquía- para no reabrir una crisis que en los últimos dos años ha enfrentado con fuerza a los países comunitarios. Pero el ambiente reinante en buena parte de los Estados miembros desaconseja dar ningún paso que pueda interpretarse como mano tendida a los turcos, ni en cuestión de visados ni mucho menos en perspectivas de integración europea.

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El proceso de adhesión de Turquía a la UE se inició en 2005, sin que en ningún momento se hayan producido grandes avances. Hasta ahora se han abierto 15 capítulos y solo uno se ha cerrado provisionalmente. La actual Comisión Europea prometió, en su programa de Gobierno, que no habría nuevos miembros añadidos a la familia europea (y finalmente tendrá que lidiar con lo contrario: con la salida de uno de los socios, Reino Unido).

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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