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Un encuentro entre Bill Clinton y la fiscal general desata una polémica en Estados Unidos

El expresidente vio a Lynch en plena investigación a Hillary Clinton por el caso del correo privado, del que asegura no hablaron

Dicen que fue improvisado, que él decidió subirse al avión de ella y que hablaron entre 15 y 30 minutos de generalidades. Pero las incógnitas alrededor del encuentro del expresidente Bill Clinton y la fiscal general, Loretta Lynch, en el aeropuerto de Phoenix han desatado una polémica en Estados Unidos. El motivo es que Lynch es la máxima responsable de la investigación a Hillary Clinton, esposa de Bill y candidata demócrata a la Casa Blanca, por utilizar un correo electrónico privado cuando era secretaria de Estado.

Lynch, en un acto a mediados de junio
Lynch, en un acto a mediados de junioCliff Owen (AP)

Lynch es quien debe decidir en última instancia si la candidata demócrata es acusada de algún delito en caso de determinar la investigación del Departamento de Justicia y el FBI que, como jefa de la diplomacia estadounidense entre 2009 y 2013, hizo un mal uso de información secreta a través del servidor de correo privado que tenía en su residencia en Nueva York.

A cuatro meses de las elecciones presidenciales, una imputación de Clinton, que lidera las encuestas frente al republicano Donald Trump, daría un vuelco a la campaña. El caso ha afianzado la imagen de secretismo y desconfianza que acompaña al matrimonio Clinton desde hace años.

El encuentro tuvo lugar el lunes por la noche. El expresidente Clinton estaba en la pista del aeropuerto de Phoenix (Arizona) tras un día de actos de recaudación de fondos. Estaba esperando a que su avión fuera autorizado a despegar cuando sus asesores le dijeron que el avión de Lynch, que acababa de aterrizar para acudir a un evento, estaba en la misma pista. Entonces, Clinton decidió espontáneamente subirse al avión de la fiscal general para saludarla, según contó al diario The Washington Post una persona conocedora del caso.

Cita "principalmente social"

Lynch lo describió a la prensa como un encuentro “principalmente social” en que la fiscal general, su marido y Clinton hablaron de los nietos del expresidente, golf, amigos en común y la salida de Reino Unido de la Unión Europea. “No hubo ninguna discusión sobre ningún caso pendiente”, dijo la fiscal en referencia a la investigación de los correos electrónicos.

La cita entró de lleno este jueves en el debate político. Trump dudó de que fuera un encuentro improvisado y lo tildó de “terrible” y “horrible”. El senador republicano John Cornyn acusó a Lynch de tener “un conflicto de intereses” y lo aprovechó para volver a pedir que un fiscal independiente investigue el caso de los correos.

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Entre los demócratas, hubo división de opiniones. “No creo que se esté enviando una señal correcta. Creo que debería haber evitado una breve reunión social informal con el expresidente”, dijo el senador Chris Coons. En cambio, el jefe demócrata en el Senado, Harry Reid, defendió a Lynch al asegurar que “nadie” puede dudar de su honestidad.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, minimizó el encuentro y enfatizó la independencia de Lynch. “Tanto el presidente como la fiscal general entienden cómo de importante es para el Departamento de Justicia llevar a cabo investigaciones que estén libres de interferencias políticas”, dijo.

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