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Israel acusa a un empleado de la ONU en Gaza de beneficiar a Hamás

El ingeniero Wahid Abdalá Borsh está detenido por abuso de poder en favor de la milicia palestina

Sede del Programa de Desarrollo de Naciones Uniudas en Gaza.
Sede del Programa de Desarrollo de Naciones Uniudas en Gaza.MAHMUD HAMS (AFP)

Israel sigue desvelando los resultados de su investigación sobre las conexiones entre las ONG y agencias internacionales de cooperación en Gaza con Hamás, que controla de forma absoluta la Franja desde hace nueve años. El Shin Bet, servicio secreto de seguridad interior, ha acusado este martes al ingeniero palestino Wahid Abdalá Borsh, empleado de la ONU en el enclave costero, de abuso de poder para favorecer los intereses del movimiento islamista.

Las acusaciones contra la labor del personal de las Naciones Unidas en Palestina "no son nuevas", como señaló el portavoz del organismo Farhan Haq este martes. Pero en esta ocasión, la institución expresa su "profunda preocupación" por las acusaciones presentadas por la autoridades israelíes contra el contratistas de su programa para el Desarrollo. En este sentido, la ONU promete que procederá a realizar una "investigación interna minuciosa" en base a la información que le facilite Israel, explicó Haq en la rueda de prensa diaria. El PNUD garantizó en una nota que habrá "tolerancia cero".

Borsh, de 38 años y originario de campo de refugiados de Jalabiya (al norte de la ciudad de Gaza), fue detenido por los servicios de seguridad israelí el pasado 16 de julio. Tras ser interrogado por el Shin Bet durante más de tres semanas ha sido imputado ahora ante un tribunal de Beersheva (sur de Israel) de haber convencido a los responsables del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas para construir un embarcadero en la costa norte de la Franja, que posteriormente fue utilizado por combatientes de Hamás, así como de primar la distribución de ayuda para la reconstrucción de viviendas tras la guerra con Israel de 2014 en barrios de milicianos islamistas.

“Esta investigación muestra de nuevo la forma en que Hamás utiliza los recursos de los grupos (de cooperación) internacionales en Gaza destinados a la población civil”, afirmó el Shin Bet en un comunicado citado por Reuters. Tras los cargos presentados el pasado jueves contra el director de la ONG cristiana World Vision en la Franja, el ingeniero palestino Mohamed el Halabi, por haber presuntamente desviado fondos a las brigadas Ezedin al Qasam (brazo armado de Hamás), la organización británica Save the Children también se ha visto salpicada el lunes por la investigación de uno de sus empleados, supuestamente captado como colaborador del ala militar islamista.

Hamás ha rechazado las imputaciones de Israel sobre el desvío en su favor de fondos de cooperación humanitaria de la ONU, World Visión o Save the Children. “Son acusaciones falsas e infundadas (…) que forman parte de un plan de Israel para reforzar el bloqueo y asfixiar a la franja de Gaza al perseguir a las organizaciones de asistencia internacional”, afirma Sami Abu Zuhri, portavoz del movimiento islamista, en un comunicado citado por Efe.

Israel —que ha librado tres guerras en Gaza desde 2008, la última hace ahora dos años— y Egipto –en especial tras el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Morsi, hace tres años– controlan de forma estricta la entrada y salida de personas y mercancías del enclave palestino. Más de las tres cuartas partes de los 1,8 millones de habitantes de la franja costera dependen en mayor o menor medida de la ayuda internacional para sobrevivir, según la ONU.

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