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Los seis retos de Merkel en su año más complicado

La líder alemana inicia el curso con citas electorales desfavorables, ataques de sus socios y sin decir si será candidata en 2017

Luis Doncel
La canciller Angela Merkel habla con el futbolista Jerome Boateng el pasado 28 de agosto durante la jornada de puertas abiertas de la Cancillería en Berlín.
La canciller Angela Merkel habla con el futbolista Jerome Boateng el pasado 28 de agosto durante la jornada de puertas abiertas de la Cancillería en Berlín. Carsten Koall (Getty Images)

“Hemos logrado mucho, pero todavía quedan cosas por hacer”. Así defendía la canciller Angela Merkel el domingo su gestión de los últimos doce meses, los más angustiosos de su larga década en el poder. Pero si este año marcado por la crisis de refugiados ha sido complicado, a la líder alemana se le abren varios frentes que amenazan con amargarle el tramo final de su tercera legislatura en el Gobierno. Nuevos reveses electorales, críticas de sus socios y un continuado desgaste en las encuestas pueden hacer que el curso político que ahora comienza sea aún más difícil que el anterior.

El xenófobo AfD pisa los talones a la CDU en el Estado oriental que vota el domingo

1. Malos vientos electorales. La Unión Cristianodemócrata (CDU) sufrirá en las elecciones de este domingo en el Estado oriental de Mecklemburgo-Pomerania Occidental; y en Berlín el próximo 18 de septiembre. Los sondeos auguran pérdidas para el partido de Merkel en los dos länder. Y, lo más preocupante, en ambos irrumpirán con fuerza los populistas antiinmigración de Alternativa para Alemania (AfD), que en el primer Estado aspiran incluso a quedar por delante de la CDU.

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2. Cábalas para el nuevo presidente. Joachim Gauck llegó en 2012 a la jefatura del Estado en contra de la voluntad de Merkel. La paradoja es que la renuncia a un segundo mandato de este viejo pastor protestante se ha convertido ahora en otro dolor de cabeza para la canciller. La Asamblea Federal –un órgano formado por los diputados del Bundestag y por representantes de los 16 Estados- deberá elegir en febrero un nuevo presidente federal. El problema es que ningún partido tiene asegurada la mayoría para colocar a uno de los suyos. La votación, que tendrá lugar pocos meses antes de las elecciones federales, dará pistas sobre las posibles alianzas para formar Gobierno y, por lo tanto, promete convertirse en una carrera de obstáculos. Una posible alianza entre democristianos y verdes serviría como señal de que los antiguos contestatarios tienen hambre de poder y están preparados para gobernar por primera vez con los de Merkel.

3. Fuego amigo. Hace tiempo que las críticas a Merkel de Horst Seehofer y sus socialcristianos bávaros no sorprenden a nadie. Pero los ataques a la política de refugiados de la canciller llegan ahora de los socialdemócratas, en principio más favorables a la acogida. El vicecanciller y líder del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, acusó a su jefa en el Gobierno de haber infravalorado los problemas ligados a la oleada migratoria. “Siempre hemos dicho que es impensable acoger cada año a un millón de personas”, dice el dirigente socialdemócrata, el mismo que hace un año aseguraba que Alemania podía gestionar “sin ninguna duda” medio millón de refugiados “o incluso más” durante varios años. Gabriel, con una intención de voto en mínimos históricos, se prepara ya para un duro año preelectoral.

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El SPD dice que Merkel calla sobre su candidatura por falta de apoyo en sus filas 

4. ¿Un cuarto mandato? ¿Alcanzará Merkel el récord de Helmut Kohl de 16 años como canciller? Para ello tendría que ganar las elecciones del próximo año y terminar la legislatura. Pero la líder democristiana se niega a desvelar aún si va a presentarse. El SPD ataca y dice que esta tardanza solo se explica por la falta de apoyos internos. Der Spiegel especula con que la canciller se ha visto obligada a retrasar el anuncio de su nueva candidatura por no contar con el respaldo de sus teóricos aliados bávaros. Mientras, destacados líderes democristianos calientan el ambiente reclamando un cuarto mandato para su jefa. En el fondo, parecen movimientos de cara a la galería por el simple motivo de que, a un año de las elecciones, en las filas conservadoras no hay nadie preparado para sustituir a Merkel.

5. 'Brexit', críticas orientales y otros líos europeos. Merkel ha iniciado el curso político con una frenética gira que le llevó a reunirse con 17 líderes europeos en una semana. La jefa de Gobierno con más experiencia de la UE preparaba así la cumbre que deberá responder a la voluntad británica de abandonar el club europeo. Y de paso, acallar a los que le acusan de tomar decisiones sin consultar a sus colegas. Las críticas le caen ahora por solapar con su gira a los líderes comunitarios. Y la recepción que tuvo en Praga –con manifestantes que llevaban pancartas como “Merkel y el islam fuera” – dice mucho de la brecha abierta entre Berlín y Europa del Este.

Los atentados del verano avivaron el rechazo a la política de refugiados

6. Popularidad a la baja. Si las agresiones de inmigrantes a mujeres de la pasada Nochevieja supusieron un golpe a la cultura de acogida en Alemania, los ataques islamistas del comienzo de verano incrementaron el miedo por la seguridad. Esta amenaza se reflejó en una pérdida de popularidad de la canciller. Una encuesta del canal ARD mostraba a un 65% de los consultados contra la política de refugiados de Merkel; y la mitad de los ciudadanos preferiría que no repitiera como candidata en 2017. Pese a todo, Merkel tiene un aliado para mantenerse en el poder: a los socialdemócratas les va mucho peor que a su partido.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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