_
_
_
_
_

Las claves de la política migratoria propuesta por Trump

El candidato republicano a la Casa Blanca recuperó su discurso más duro en un mitin en Arizona

El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ofreció este miércoles su discurso más duro en materia de inmigración en Phoenix (Arizona). Lo hizo horas después de comparecer con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, en México. Estas son las claves de la política migratoria que el magnate planteó en su mitin de Phoenix.

El candidato republicano, Donald Trump, en su mitin de este miércoles en Phoenix (Arizona).
El candidato republicano, Donald Trump, en su mitin de este miércoles en Phoenix (Arizona).DAVID CRUZ (AFP)

¿Quién pagaría el muro?

Trump aseguró en México que no había tenido tiempo de hablar con su “amigo” Peña Nieto sobre quién financiaría la construcción de la valla que separaría Estados Unidos y México. Peña Nieto lo negó poco después en Twitter, al afirmar que le había indicado su negativa a pagar el muro.

Ya en Phoenix, y con un público entregado, Trump aseguró que construirá un muro “impenetrable, alto, poderoso y maravilloso” de más de 2.000 millas (3.200 kilómetros) que “pagará México aunque aún no lo saben”. El neoyorquino añadió que la valla estará dotada de “sensores, torres y guardias”. El magnate sentenció que “México colaborará con nosotros, así lo creo. Después de reunirme con su maravilloso, maravilloso presidente, estoy convencido de que quieren solucionar este problema”.

¿Quién sería deportado?

Más información
La frontera real desmiente a Trump
“Trump está usando a Peña Nieto; no es bienvenido”
Trump siembra dudas sobre su plan para deportar a indocumentados
Nigel Farage, símbolo del ‘Brexit’, arropa a Donald Trump
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La pregunta clave desde que Trump dio señales —ahora evaporadas— de “suavizar” su discurso migratorio hace una semana era qué va a pasar con los 11 millones de indocumentados que ya están en EE UU. Aunque Trump no dijo anoche explícitamente que deportará de forma masiva e inmediata a toda esta población, algo que hasta él ha reconocido es impracticable, sí anunció su intención de expulsar de forma progresiva al máximo número posible. Además, advirtió de que los que se queden estarán siempre bajo la amenaza de una posible deportación —“todo el que haya entrado ilegalmente en EE UU podrá ser objeto de deportación”, subrayó— y no tendrán, bajo su mandato, esperanza alguna de poder regularizar un día su situación a menos que salgan del país. “Vamos a romper el ciclo de amnistía e inmigración ilegal. No habrá ninguna amnistía”, prometió Trump la noche del miércoles. “Nuestro mensaje al mundo será este: no puedes obtener estatus legal o convertirte en ciudadano de EE UU si entras ilegalmente en nuestro país”, insistió Trump. El candidato intentaba así hacer suyo algo que sin embargo ya está estipulado por ley en el país, salvo por las excepciones que ha intentado imponer el presidente Barack Obama para jóvenes indocumentados y padres de hijos ciudadanos con medidas ejecutivas frenadas por la justicia.

El candidato republicano sí dijo que desde el “día uno” de su presidencia, se trabajará para deportar a los dos millones de “extranjeros criminales” que afirmó se encuentran en el país (no precisó de donde sacó esa cifra que disputan los expertos), y que para ello creará una nueva “fuerza especial de deportación” centrada en identificar y detener a los “inmigrantes criminales ilegales más peligrosos que hayan evadido la justicia”. De igual manera, prometió triplicar los agentes encargados de las deportaciones y colocar 5.000 nuevos agentes de patrulla en la frontera. Además, afirmó que se emitirán órdenes de detención y deportación para aquellos indocumentados que “sean arrestados por cualquier crimen”, lo que abre la puerta a que aquellos sin papeles que cometan una ofensa menor, como saltarse una señal de tráfico, puedan acabar deportados. De nuevo, esto está ya previsto en las leyes estadounidenses, salvo que Obama ha dado órdenes de priorizar la deportación de personas con antecedentes criminales graves, no de los que cometan una falta menor como saltarse un stop. Trump también prometió la expulsión inmediata de todo aquel que tenga un visado expirado, así como de todos los que sean interceptados entrando de forma ilegal.

¿Dónde serían deportados?

El candidato republicano criticó en su mitin en Phoenix que actualmente hay 23 países que se niegan a recibir a sus ciudadanos que están pendientes de ser deportados de Estados Unidos. No ofreció más detalles sobre cuáles eran dichas nacionalidades, pero afirmó que él iba a ser capaz de revertir esta situación. “Conmigo esto no va a ocurrir, gente. Eso va a cambiar”. El magnate no dudó en afirmar que será Estados Unidos quien decidirá su política de deportaciones y que el resto de países deberá acatarla.

¿Quién podría emigrar a Estados Unidos?

La solicitud de visados para viajar o emigrar a Estados Unidos se endurecerían todavía más si Donald Trump llegara a la presidencia. El número de inmigrantes se reduciría porque la nueva política migratoria permitiría la selección de los ciudadanos en función de sus “méritos, habilidades y su competencia”.

El empresario neoyorquino también prometió la incorporación de un examen ideológico para todos los solicitantes de visados. Trump definió esta medida como un “nuevo amanecer” de la política migratoria. Esas pruebas deberán ser actualizadas periódicamente por el Congreso. Con este sistema, Trump pretende asegurarse de que todos los inmigrantes que acceden al país “amen los valores americanos y su gente”. El candidato republicano también propuso bloquear los ingresos tributarios de las ciudades que no apliquen de manera firme las indicaciones en materia de inmigración.

Trump se reafirmó en su propuesta de “vetar estrictamente” la entrada de ciudadanos que provengan de determinadas regiones y países que supongan, según él, una amenaza para la seguridad estadounidense. El candidato republicano únicamente se refirió a Siria y Libia como países sospechosos. El político afirmó que los refugiados cuyas solicitudes de asilo sean denegadas tendrán que asentarse en zonas seguras, cerca de sus casas, gracias a la financiación que facilitarán los países del golfo Pérsico.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_