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Decenas de miles de personas protestan contra el nuevo Gobierno brasileño

Una multitud satura la Avenida Paulista, la principal arteria de São Paulo, para plantarle cara al Ejecutivo de Michel Temer

Manifestantes brasileños protestan contra la presidencia de Michel Temer en São PauloVídeo: EFE
Carla Jiménez

Decenas de miles de personas salieron este domingo por la tarde a la Avenida Paulista, la arteria central de São Paulo, la principal ciudad brasileña, en protesta contra el nuevo Gobierno de Michel Temer. No fue la única manifestación de la semana en la principal ciudad del país, pero sí fue la más multitudinaria. Si bien el presidente Temer había despachado las anteriores protestas como “grupos pequeños de 40 a cien personas”, este domingo se llegaron a ver 100.000 personas furiosas contra un Gobierno que ha llegado al poder solo tras destituir a la presidenta electa, Dilma Rousseff.

Había niños, había jóvenes pertenecientes a movimientos sociales, había personas mayores. Convocados por los colectivos sociales de izquierdas Frente Popular de Brasil y Pueblo Sin Miedo, llegaron a abarrotar la Avenida Paulista a partir de las seis de la tarde y recorrieron los casi cinco kilómetros hasta la Plazoleta de la Patata, una suerte de ágora de los movimientos callejeros paulistas que está deviniendo en centro neurálgico de la izquierda popular de la ciudad.

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Todo se desarrolló de forma tranquila y organizada a ojos de los seis reporteros de EL PAÍS que había distribuidos en distintos puntos de la marcha, al menos desde el comienzo del acto, a las 4.30 horas de la tarde, hora brasileña, hasta las 8.45 de la tarde, hora brasileña. Para entonces, los manifestantes ya estaban en la Plazoleta. Y, para sorpresa de casi todos, la policía pasó a estallar bombas de gas lacrimógeno tanto por el exterior como por el interior de la estación de metro Faria Lima. Muchas personas evidenciaban malestar, incluso dolor, en los trenes del metro. En las calles, tomaron refugio en los bares. Se atacó a miembros de la prensa: Marina Rossi informa de que el fotógrafo Mauricio Camargo recibió el impacto de una bala de goma. Un periodista de BBC Brasil fue golpeado por una porra a pesar de estar identificado como periodista.

"En una manifestación inicialmente pacífica..."

La policía ha asegurado que atacó el metro porque un grupo de vándalos les provocó. Las primeras bombas de humo empezaron a registrarse cuando un grupo comenzó a gritar “Libera el torno”, en referencia a los accesos al suburbano, que el Estado de São Paulo sí dejó abiertos para, según los críticos, facilitar el acceso a las manifestaciones contra Dilma Rousseff. Al poco, la policía escribió en su cuenta en Twitter: “En una manifestación inicialmente pacífica, la actuación de unos vándalos obligan a los agentes a intervenir con el uso moderado de fuerza y munición química”. Y a las 10.45 de la noche, hora brasileña, la Secretaría de Seguridad divulgó una nota que describía una especie de tumulto en la estación: "Los vándalos destrozaron los tornos y pusieron en peligro la vida de los funcionarios". Marina Novaes estuvo allí todo ese tiempo y no vio ningún torno destrozado. Tampoco los al menos 15 testigos consultados por EL PAÍS.

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Lo cual no quiere decir que no hubiera ira en las calles. El ambiente estaba especialmente caldeado después de que Temer hubiera minimizado la importancia de las anteriores manifestaciones. "Eso fue una falta de respeto", explica Rodrigo, funcionario. A su lado estaba Daniela, empleada en la enseñanza. Juntos, reconocieron varias caras que no habían defendido a la presidenta durante el proceso de impeachment. "Al ver crecer el otro lado, se va haciendo más importante marcar posiciones", explica Daniela. Como ellos, la mayoría de los asistentes no estaba vinculada a ningún movimiento social y había votado a Dilma en 2014. Juntos, repetían las consignas de su movimiento. "Fora Temer" (Fuera Temer) por un lado; "Direitas Já" (elecciones generales ya). No hacía falta que volviese la expresidenta, explicaron varios de los manifestantes. Pero piden elecciones porque, razonaban, era la forma que tenían de recuperar el voto que habían perdido.

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Sobre la firma

Carla Jiménez
Directora de EL PAÍS en Brasil desde 2018. Trabajó en O Estado de S. Paulo, Agência Estado, revista Época e IstoéDinheiro. Nació en Chile, creció en Brasil. Es formada en Periodismo por la Universidad Cásper Líbero, con especialización en Economía en la Fipe/USP. Forma parte de EL PAÍS desde 2013.

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