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Antonio Caño: “La paz será más sólida cuanto más debatida sea”

El expresidente de Colombia César Gaviria defiende que la negociación es la única salida posible

Jacobo García
Plano general del foro 'Los beneficios de la paz en Colombia'.
Plano general del foro 'Los beneficios de la paz en Colombia'.CAMILO ROZO

Frente a aquellos sectores que critican el acuerdo de paz y que llaman a continuar la vía militar, el expresidente colombiano Cesar Gaviria (1990-1994) defendió que “el exterminio de la guerrilla no estaba a nuestro alcance” y explicó que las FARC actualmente son un movimiento insurgente “equipado, financiado y bien entrenado” para explicar las razones que hicieron que Gobierno y guerrilleros decidieran sentarse a negociar después de más de medio siglo de conflicto.

“La violencia en Colombia ha sido una violencia rural por eso hay que solucionar el tema del campo con una reforma agraria, pero ellos no se sientan en la mesa de negociación porque se estén muriendo de hambre, todo lo contrario, están bien pagados y financiados por la minería ilegal y la coca” aclaró.

Entre las razones del éxito del acuerdo de paz, Gaviria insistió en el enorme respaldo institucional con que cuenta ya que todos los partidos del arco parlamentario, excepto el Centro Democrático de Álvaro Uribe, lo respaldan. “También los 32 gobernadores y prácticamente todos los alcaldes del país” señaló.

Gaviria no omitió las críticas al expresidente Uribe y al proceso de desmovilización que dirigió, sobre el que dijo “en la práctica, se trató de una amnistía”. Gaviria, que lidera el movimiento a favor del sí en el plebiscito del 2 de octubre, en el que los colombianos tendrán que votar a favor o en contra del acuerdo de paz de La Habana, defendió que durante el proceso nunca se negoció el modelo político ni económico por lo que no existía el peligro de convertir Colombia en un ejemplo del “castro-chavismo”, aseguró durante su conversación con Diana Calderón.

Calderón, periodista y columnista de EL PAÍS, le planteó el problema del brutal aumento de los cultivos de hoja de coca, que en los tres últimos años al pasar de 47.000 hectáreas cultivadas a 97.000. Según el ex mandatario “no hay que tratar a los cultivadores de coca como delincuentes sino como campesinos”. “Una fumigación en el Catatumbo provoca conmoción y un levantamiento agrario y esas cosas hay que tenerlo en cuenta” dijo. Para el expresidente colombiano no se trata sólo de un tema de persecución ya que cuando empezó el Plan Colombia, un programa de ayuda económica y militar de Estados Unidos aplicado desde el año 2000, “la hoja se cultivaba coca en ocho departamentos y ahora se siembra en 24 departamentos. Se fue regando por todo el país" explicó.

Por su parte el director de EL PAÍS, Antonio Caño, quien durante sus años de corresponsal en la región cubrió el drama del conflicto colombiano, calificó de “gesta” el momento que vive el país y defendió el debate abierto y franco en los medios de comunicación y en la sociedad ya que "la paz será más sólida cuanto más debatida sea".

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Sobre el plebiscito del próximo 2 de octubre para que los colombianos voten a favor o en contra del acuerdo, Caño defendió que es uno de “los pocos referéndum que tiene sentido entre los muchos que se han celebrado recientemente en el mundo”.

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Sobre la firma

Jacobo García
Antes de llegar a la redacción de EL PAÍS en Madrid fue corresponsal en México, Centroamérica y Caribe durante más de 20 años. Ha trabajado en El Mundo y la agencia Associated Press en Colombia. Editor Premio Gabo’17 en Innovación y Premio Gabo’21 a la mejor cobertura. Ganador True Story Award 20/21.

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