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¿Por qué oscilan tanto los resultados de los sondeos electorales de EE UU?

Según las encuestas, Clinton ha perdido en las últimas semanas la mitad de su ventaja sobre Trump

Hillary Clinton ofrece una rueda de prensa antes de embarcar en Nueva York.
Hillary Clinton ofrece una rueda de prensa antes de embarcar en Nueva York. BRIAN SNYDER (REUTERS)

Cuando quedan exactamente dos meses para las elecciones presidenciales de noviembre, y superado el umbral del Labor Day, que designa el comienzo del tramo final de la campaña, los estadounidenses se encuentran casi a diario con los resultados de encuestas que predicen quién será el ganador. A día de hoy, un sondeo asegura que la candidata demócrata Hillary Clinton tiene el 82% de posibilidades de llegar a la Casa Blanca, pero hace cuatro días una encuesta de CNN daba por vencedor a su rival republicano, Donald Trump.

La disparidad de resultados en las encuestas hizo que desde 2008, los medios estadounidenses se hayan especializado en publicar medias de sondeos, es decir, el baremo entre todos los resultados que ofrecen las diferentes organizaciones. Aún así, cuando uno de ellos se dispara alejándose de la media, proliferan las preguntas sobre las verdaderas posibilidades de ganar de uno u otro candidato y se cuestiona la tendencia ganadora de quien era líder en los sondeos hasta ese momento.

“Hay un impulso periodístico para prestar atención al resultado más extremo, pero cuando se trata de encuestas, es una decisión incorrecta en términos estadísticos”, asegura Samuel Wang, responsable de las proyecciones matemáticas del centro electoral de la Universidad de Princeton. Wang recomienda no confiar únicamente en un sondeo. “Es mejor usar una media: busquen tres encuestas y quédense con el resultado intermedio”.

El analista explica que cuando tiramos una moneda al aire diez veces, es muy difícil que el resultado sea cinco caras y cinco cruces. “Llamar a los electores es igual”, dice. Wang añade que a las reglas estadísticas hay que añadir además el juicio de los organizadores de los sondeos, que deben elegir la muestra de electores y que no siempre lo hacen con el mismo criterio y el importante factor de si las llamadas incluyen teléfonos móviles o no, porque limitarlo a números fijos deja fuera a un sector del electorado más joven y diverso.

Una de las primeras publicaciones en ofrecer la media de sondeos, actualizada a diario, fue Real Clear Politics. En su gráfica se puede apreciar el recorte en la diferencia con la que contaba Clinton sobre Trump, de más de ocho puntos a mediados de agosto hasta cuatro en la actualidad. Pero los expertos también tienen reservas sobre la verdadera causa de ese cambio. Una de las primeras encuestas que daban al republicano como ganador fue realizada en New Hampshire y, según los analistas de The Upshot, cuenta con una muestra muy pequeña y se trata de un Estado que suele alternar en sus resultados de unas elecciones a otras.

“La mayoría de las encuestas realizadas recientemente inspiran menos confianza”, escribe Nate Cohn en The Upshot. El analista asegura que esos sondeos incluyen algunos hechos por teléfono y de manera automatizada, por lo que su margen de error puede ser mucho mayor. Cohn también atribuye las oscilaciones a la falta de sondeos sólidos, con grandes muestras de encuestados, que permitan determinar por qué y cuándo se redujo exactamente la ventaja de Clinton.

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“Las encuestas cuentan con errores de muestra y eso hace que los resultados varíen mucho, lo que sugiere que parezca que hay una volatilidad en el electorado mayor que la realidad”, explica Kyle Kondik, director adjunto de la web de predicciones Larry Sabato’s Crystal Ball, del Centro de Políticas de la Universidad de Virginia.

En los últimos días, los analistas han apuntado a un factor importante en la encuesta de FOX News que daba a Clinton apenas dos puntos de ventaja: ese era el resultado cuando se preguntaba a los participantes entre los dos candidatos de los partidos mayoritarios y los dos independientes. Preguntados por la aspirante demócrata contra el republicano, ella seguía estando seis puntos por delante de Trump.

Wang asegura que las variaciones en la campaña de este año son similares a las que se han visto en las dos últimas décadas. Su escuela emplea un método denominado Meta-Margen que ajusta la diferencia lograda por el favorito según sus posibilidades en cada uno de los Estados. “El margen ha variado entre una ventaja de Clinton de 2,5 puntos y una de 6,5. Ahora está en 4 puntos, muy similar a la media de (3,8) en este mismo momento en otros ciclos electorales”, escribió en un ensayo reciente. “Si el análisis abandonara esa franja de 2,5-6,5, entonces tendríamos algo interesante. Pero aún no ha ocurrido”.

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