Sin deseo de elecciones en Denver
En la capital de Colorado reina una enorme desconfianza hacia la política y la información mediática. Aquí cada voto cuenta
Los pronósticos electorales para Colorado, según la plataforma Electoral Vote, tiene en resumen este aspecto: el 41% prefiere a Hillary Clinton, el 38% votará a Donald Trump. Colorado es considerado un Estado oscilante. En el año 2000 ganó George W. Bush con el 51%, en el 2008 Barack Obama con el 53%.
Así pues cada voto cuenta. Pese a que en las calles de Dénver apenas hay quien se pueda identificar con alguno de los dos candidatos. Trump no es una opción en esta ciudad liberal y Clinton desplazó al dulce Bernie Sanders de Dénver, hecho por el cual muchos le guardan rencor. LENA ha conocido a cuatro votantes frustrados con visiones totalmente diferentes:
La ideológica
Brittany ha perdido la confianza en la política: "El sistema ya no funciona". Desconfía de los dos candidatos de los principales partidos: "Hillary es corrupta, Trump demasiado extremista". Aboga por elegir un tercer candidato: "Si todos tiramos juntos, podemos lograr grandes cosas".
El crítico de los medios
Kris ya no consume medios de comunicación convencionales: "La información mediática está tergiversada". Las elecciones son una manipulación, dice: "No depende en absoluto de nuestro voto". Será Presidente quien más poder tenga entre bastidores.
El desinteresado
Javier no confía en los políticos: "Todos han sido comprados por las grandes empresas". Le molesta que personas como él sean consideradas como teóricos de la conspiración: "Hay suficientes hechos que demuestran que algo va mal en la política".
El estratégico
Adam ama realmente la política. Pero este año todo es diferente: "Tenemos a dos candidatos de mierda". Ha estado reflexionando mucho sobre si en verdad debería votar. Aunque Trump (Frankenstein, como él le llama) no debería ganar bajo ninguna circunstancia. Por eso vota a Clinton: "Aunque la odio".