Las autoridades de Ohio defienden al policía que mató al niño negro que llevaba una pistola de balines
El alcalde de Columbus asegura que el arma del menor parece “casi idéntica” a las de los agentes
Las autoridades de Columbus (Ohio) buscan un difícil equilibrio tras la muerte, por disparos de un policía blanco, de un niño negro de 13 años que llevaba una pistola de balines. El alcalde de la ciudad, Andrew Ginther, pide calma a la comunidad y promete una investigación profunda sobre un suceso rodeado de claroscuros. Pero defiende la actuación del agente que mató el miércoles a Tyree King al asegurar que la pistola del niño parece “casi idéntica” a las que utilizan los policías de Columbus.
Los equilibrios de Ginther, que es blanco, se visualizaron la noche del viernes en un coloquio en una iglesia de la ciudad, en el que participó junto a la jefa policial ante centenares de asistentes, la mayoría negros. “Estos son tiempos desafiantes e inquietantes para nosotros como comunidad. Pero creo que si somos honestos, abiertos, transparentes y pedimos responsabilidades, saldremos más fuertes como ciudad y comunidad”, dijo el alcalde, según informa la prensa local. Algunos asistentes se quejaron de no haber podido preguntar durante la hora de coloquio.
Las apelaciones a la fortaleza y la transparencia son frecuentes en las ciudades golpeadas por muertes policiales de personas negras desde que irrumpió hace dos años en EE UU un debate, acompañado de protestas, sobre el trato de la policía con la comunidad afroamericana. Colectivos negros acusan a la policía de tener el gatillo más fácil con ellos que con ciudadanos blancos, mientras que la policía se queja de sufrir desde entonces más escrutinio y riesgos.
El debate no es nuevo en Ohio. La muerte de King llega casi dos años después de la de Tamir Rice, otro menor negro, de 12 años, que falleció en Cleveland por disparos policiales cuando sacó una pistola falsa en un parque de la ciudad.
En lo que va de año, 686 personas han muerto por disparos policiales en EE UU, según un recuento del diario The Washington Post. De estas, 39 iban desarmadas y 27 llevaban pistolas de juguete.
Según la versión policial, King murió tras huir, junto a otra persona, de la policía cuando los agentes llegaron a un lugar de Columbus en que se había denunciado un robo. En un callejón, los agentes trataron de detener a los dos individuos pero King sacó una pistola de su cintura. A continuación, uno de los agentes, que ha sido apartado temporalmente de su puesto, abrió fuego.
Sin embargo, la familia del menor sostiene que esa versión se contradice con la de algunos testigos. El chico que acompañaba a King admite que perpetraron un robo y que el fallecido se echó a correr cuando llegó la policía. Pero alega que el agente abrió fuego cuando King empezó a correr, es decir que no habría desenfundado la pistola de juguete, como aduce la policía.
No hay imágenes del incidente, lo que dificultará la aclaración de los hechos. El alcalde anunció que el próximo año los agentes empezarán a llevar cámaras en sus uniformes, como están haciendo cada vez más cuerpos policiales. Esa es la principal victoria de los grupos que protestan contra la violencia policial con los negros a raíz de la muerte de un joven desarmado en Ferguson (Misuri) en 2014.
A la espera de que avance la investigación y se determine si se presentan cargos contra el agente que mató al menor, Ginther pidió reflexionar sobre la cultura de las armas en un país con más armas de fuego que habitantes. Consideró “inaceptable” que un niño de 13 años vaya por la calle con una “réplica” de una pistola.
