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El partido de Putin gana unas elecciones caracterizadas por la apatía

En Moscú y San Petersburgo la participación ha sido la más baja desde principio de siglo

Putin y Medvédev, este domingo en la sede de Rusia Unida, en Moscú.Foto: reuters_live | Vídeo: REUTERS / REUTERS-QUALITY
Pilar Bonet

Rusia Unida (RU), el partido de los seguidores de Vladímir Putin, venció en las elecciones a la Duma Estatal (cámara baja del parlamento ruso) con un porcentaje que superaba el 54% cuando se había realizado el escrutinio del 90% de los votos por listas de partido. La apatía dominó en la jornada electoral, sobre todo en las grandes ciudades de Moscú y San Petersburgo, donde la asistencia fue la más baja desde principio de siglo.

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En la Duma Estatal estarán los cuatro partidos que componían la Duma saliente, y, además de RU, seguirán en ella el Partido Comunista (PCR), el Partido Liberal Democrático del populista Vladímir Zhirinovski (PLDR) y Rusia Justa (RJ). El PCR y el PLDR competían por el segundo puesto con porcentajes de voto de algo más del 13 % y RJ superaba el 6%. Yábloko y Parnás, los partidos liberales de corte occidental, se quedaron muy por debajo del listón del 5% necesario APRA incorporarse a la Duma. Además de estos cuatro partidos en la Duma habrá representantes del partido Patria (conservador nacionalista) y Plataforma Ciudadana, a razón de uno por formación.

La Duma Estatal tiene 450 escaños, de los cuales 225 se reparten por el sistema proporcional de listas de partidos y 225 por circunscripción mayoritaria. De este último contingente, RU triunfaba en 203 distritos, lo que se traducirá sin duda en la obtención de una mayoría constitucional (300 diputados o más).

El presidente Vladímir Putin junto con el jefe del Gobierno, Dmitri Medvédev, acudió a la sede del partido Rusia Unida a celebrar la victoria que ya dan por hecha. Medvédev, el cabeza de lista de RU, dio las gracias a Putin en tanto que fundador del partido y Putin, bromeando sobre la frecuencia con la que su imagen aparece en televisión, dijo: “yo me canso de mí mismo”.

El líder del PCR, Guennadi Ziugánov, acusó a las autoridades de falsificar los datos electorales con el fin de situar en segundo lugar, por encima de los comunistas, al partido de Zhirinovski. Ziugánov dijo también que los electores habían sido desorientados por otro partido de comunistas rusos que fue especialmente creado para quitarle votos.

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La participación en las elecciones en el conjunto de Rusia no llegaba al 40% a las 18 horas de Moscú (una hora menos en España) cuando faltaban dos horas para que cerrasen los colegios. En Moscú y San Petersburgo el porcentaje de votantes se redujo prácticamente a la mitad con relación a los anteriores comicios parlamentarios, celebrados en 2011. A las seis de la tarde, en Moscú había votado 28,62% del electorado y en San Petersburgo, el 25,70%. Los índices mayores de asistencia se daban en regiones siberianas como Kémerovo y Tiumen, con cifras del 75% y más y en Chechenia, en el Cáucaso, donde el líder local Ramzán Kadírov, lideraba con el 97,05% de los votos (cuando se habían contabilizado el 15,16%), desafiando así la afirmación de la jefa de la Comisión Electoral Central, Ella Pamfílova, quien había dicho que los porcentajes del 90% “no están de moda”.

En las elecciones de 2011 participó un 60,21% del electorado en el conjunto de la Federación Rusa, un 61,7% en Moscú y un 55,2% en San Petersburgo. Además de las elecciones para elegir la Duma Estatal, en muchas regiones se celebraban también elecciones a otros órganos de representación, parlamentos regionales y municipales, gobernadores y alcaldes.

Las organizaciones internacionales valorarán el lunes la calidad del proceso electoral y de los comicios. La Comisión Electoral Central amenazaba con anular las elecciones en la región del Altai, donde hubo indicios de un pucherazo y fueron detenidas varias personas. Otros dos pucherazos fueron captados por las cámaras de observación en la provincia de Rostov del Don. Denuncias similares hay en la región de Moscú y en la provincia de Stávropol. En la capital un individuo en estado de embriaguez amenazó con volar un colegio en el centro.

Pese a las protestas de Kiev, Rusia organizó también elecciones en la anexionada península de Crimea, a las que no acudieron representantes de las organizaciones internacionales observadoras.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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