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RADIOGRAFÍAS AMERICANAS
Columna
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Consejos a Hillary

Trump, como Hitler, domina un lenguaje apabullante y una mímica intimidatoria

Muy querida Hillary: medio mundo encenderá sus televisores, sus computadoras y sus teléfonos celulares para no perder detalle en relación al debate que sostendrás con Donald Trump el próximo 26 septiembre, una fecha que esperamos con ansiedad para ver cómo destruyes a este peleador callejero que pretende gobernar al país más poderoso de la tierra. Para demostrar la justificada preocupación que existe en el planeta en torno a este personaje grotesco, vulgar, racista, ignorante, impulsivo y prepotente, bastará con leer al día siguiente las primeras planas de los periódicos en todos los idiomas imaginables, como consignarán a ocho columnas el resultado de tu enfrentamiento con este fascista extraviado y fanático que ha venido a arrancarle a los estadounidenses las costras, supuestamente cicatrizadas, que se remontan a la guerra civil.

¿Qué aconsejarte si yo formara parte de tu equipo de asesores? Procedería a presentarte un listado de los puntos débiles de tu contrincante para explotarlos de manera inmisericorde durante el debate. Yo espero que hayas sostenido en las últimas semanas roundsde sombra con tus consejeros y que ellos te hayan gritado a la cara, en una representación teatral para irritarte y sacarte de tus casillas, palabras obscenas como las siguientes: “Hillary, tú no deberías estar presente en este debate, sino que tendrías que estar en la cárcel, tanto por los correos irresponsables que mandaste durante tu gestión como Secretaria de Estado, como por los malos manejos de la fundación Clinton, con los que defraudaste a los donadores y cometiste el delito de tráfico de influencia para conseguir contratos ilícitos a tus supuestos benefactores”. ¡Claro que le enrostrarías que tú sí publicaste tu declaración de ingresos y pagaste los impuestos relativos! ¡Claro que le contestarías que él no ha hecho lo propio porque ha construido su fortuna, entre otras razones, evadiendo al fisco y llevando a cabo quiebras fraudulentas en perjuicio de acreedores y de sus socios! “Donald: has engañado a la nación con mentiras y otra de ellas consiste en atacar a mi fundación sin tener una sola prueba al estilo de los fascistas más consumados. Despertando emociones con arreglo a embustes es como llegaste a ocupar esta tribuna desde la cual yo exhibiré tus miserias ante nuestros paisanos. ¿Por qué crees que Bush va a votar por mí?”.

Recuerda Hillary que mientras más te disminuyas tú durante el debate, más crecerá tu siniestro adversario. Trump, al igual que Hitler, y Mussolini, domina un lenguaje apa bullante que adereza con una mímica intimidatoria y convincente con la que paraliza el intelecto del público, al que controla con emociones, de la misma manera que los vaqueros del oeste conducían a las vacas al matadero entre ladridos de perros feroces y sonoros disparos al aire.

No te dejes intimidar porque él se sabe ignorante y cree que por la vía de la actuación y de las modulaciones estentóreas de la voz podrá reducirte con argumentos ingrávidos. No lo permitas. Es evidente que tu experiencia política se remonta a muchos años en el sector público y que cuentas con conocimientos adquiridos durante largos años de trabajo y de haber acompañado en la Casa Blanca a uno de los presidentes más exitosos y queridos en Estados Unidos. Trump no tiene experiencia política. Trump carece de conocimientos. Trump nunca fue senador. Trump nunca fue Secretario de Estado. Trump es un arribista que ganaría el mejor rating en un reality show, pero que jamás debería ser Presidente de Estados Unidos. ¿Entonces? Ahí está tu fortaleza, en desquiciarlo al exhibir sus niveles de ignorancia, al devolver los golpes con sonrisas y una buena mímica con la que él pretenderá aplastarte. En México decimos: dale una tasade su propio chocolate.

Cuando Trump se sienta arrinconado y carezca de respuestas y logres sacarle de su centro con los mismos desplantes y ademanes con los que él intentará someterte, lo enloquecerás porque no está acostumbrado a perder y menos ante la nación y menos aún, ante el mundo entero, y entonces habrás ganado y tendrás el voto anímico de miles y miles de millones de personas. Suerte Hilary, no te dejes disminuir. Yes, you can

fmartinmoreno@yahoo.com

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